Para la ultima edición del festival de arte y luz Lantern Wonderland, buscaban una localización que simbolizara la tradición y el progreso de una ciudad cosmopolita como Hong Kong. Finalmente el lugar agraciado fue el Victoria Park, que fundado en 1.957 cuando la ciudad todavía estaba bajo dominio británico, supone uno de sus principales espacios verdes.
Teniendo como principal lugar de encuentro un gran estanque donde entre nenúfares y cruzado por una pasarela se ha instalado la principal instalación de este año. Un pabellón de diseño geodésico cuyo material básico en su montaje ha sido la utilización de casi 5.000 botellas de plástico transparente donadas por los ciudadanos de la ciudad.
Diseñado por el estudio local Daydreamers Design, la semiesfera emergía del agua parcialmente del lago. Proyectando sobre sus aguas una estela de luz emídida por las alrededor de los casi de 2.800 diodos LED, que sincronizadas con un software dibujaban diferentes patrones en función de las fases de la luna.
La superficie total de Rising Moon de 65 metros de diámetro, montados con módulos triangulares de acero el pabellón se invirtió en cinco días en su montaje, precisando de la participación de una cuadrilla por diez operarios, encargados de orientar su estructura para que coincidiera con el horario lunar.