Coincidiendo con el inicio de la semana en curso tuvimos la trágica noticia desde el punto de vista medio-ambiental, que nos confirmaba como los estragos producidos por el cambio climático son reales y en buena parte de los casos irreversibles.
Este suceso que viene a confirmar los peores pronósticos sobre sus efectos, se producía en el continente antártico. Una enorme plataforma de hielo de 700 kilómetros cuadrados, equivalente a 8 veces el termino del condado de la ciudad de New York, se había desprendido navegando a la deriva rumbo al Cabo de Hornos.
El iceberg cuya escisión se había producido como consecuencia del deshielo del glaciar Pine Island. En su deriva incierta, el enorme cascote helado supone un escoyo que pone en peligro, la integridad de los tripulantes de un buque que en su travesía por la zona puedan colisionar con el.
Realizado por Jeff Orlowski y con guión de Mark Monroe además de la fotografía del colaborador habitual de National Geographic fotógrafo medioambiental James Balog. El multipremiado documental Chasing Ice del que podéis ver el trailer AQUI, nos muestra con todo lujo de detalles el colapso parcial de la lengua helada de otro glaciar, el conocido glaciar Jakobshavn o Ilulissat que esta ubicado geograficamente en la península de Groenlandia.
Su visión a través de la que nos podemos hacer una ligera idea gracias al breve pero intenso fragmento que nos ofrece el trailer. Describe en imagenes de una belleza estremecedora un fenómeno de la naturaleza, que en circunstancias normales seria considerado como un hecho normal en la naturaleza y que forma parte de un proceso que un ciclo en el medio ambiente. Pero que en el actual contexto representa el peor de los escenarios posibles.
Chasing Ice nos relata la historia de James un fotografo que a lo largo de sus numerosos viajes ha logrado documentar evidencias innegables de los efectos desoladores que están teniendo el cambio climático sobre el planeta que nos acoge. Pocos meses después de un primer viaje a Islandia James concibió una expedición, quizas la más audaz de su vida: Bautizada como Ice Survey. Con un grupo de jóvenes aventureros como compañeros de viaje, filmo a lo largo de tres meses en formato time lapse, la evolución que sirve como registro del cambio de comportamiento que están experimentando estos gigantes sigilosos que son los glaciares.