Instalados en los terrenos de lo que hasta el 2.008 fue el aeropuerto de Berlín Tempelhof, las quince propuestas arquitectónicas creadas por otros tantos arquitectos, urbanistas y artistas, que forman parte de la muestra
The World is Not Fair (El mundo no es justo).
Organizada por el estudio de arquitectura local Raumlabor, la actividad central de lo que han bautizado irónicamente como Die Grosse Weltausstellung 2012 (La gran feria del mundo). Y que según sus organizadores pretende ser una modesta versión de lo que han sido las diferentes ferias mundiales y exposiciones universales.
En el transcurso de los últimos 160 años. Realizadas en su mayoría empleando materiales de deshecho. Los pabellones expuestos no son muestras representativas de las delegaciones de los países participantes en un muestra internacional.
Sino más bien adoptan un papel donde la reflexión artística y política adquiere naturaleza subjetiva. Más allá de los límites de las disciplinas culturales están los arquitectos, directores de teatro, actores, artistas visuales, que debaten a través de planteamientos estéticos sobre ideas, sistemas y fenómenos, heredadas de culturas remotas, que todavía conservan vinculos con un mundo cada vez mas homogeneo.
Abierta hasta el 24 de Junio, todavía estas a tiempo de poder visitar las interesantes propuestas de nombres como el director Toshiki Okada (Yokohama). Que ha creado un pabellón inspirado en los reactores averiados en Fukushima, acercándose en algunos gestos y palabras al lenguaje conciso de lo abstracto y la inmensidad de eventos catastróficos.
Por su parte Hans-Werner Kroesinger (Berlín), es un destacado defensor de teatro documental. Por lo que ha proyectado la construcción de una instalación que representa una antena sonora. Tiene que ver con el uso militar y tiene la historia del trabajo forzoso en el aeropuerto de Tempelhof antes de que se reformara.
El artista Tracey Rose (Johannesburgo) con la ayuda de actores aficionados protagonizaron una telenovela. Utilizando la réplica de gran tamaño de un televisor en blanco y negro de la marca Blaupunkt, que en su infancia en la Sudáfrica de el apartheid, le ayudo a tomar conciencia sobre lo que representaba vivir en un estado xenófobo.
El otro cineasta participante de la muestra es Harun Farocki (Berlín) explora el papel de las animaciones realizadas por ordenador, en relación a diferentes índices medio ambientales. Se trata de los ciclos globales del aire, fuego y agua, y cuestiona la capacidad de este tipo de instrumentos en la predición de este tipo de eventos y sus consecuencias.
Por ultimo comentaremos la propuesta de The Institute fur Raumexperimente, que utilizando materiales de deshecho ha creado unos amplificadores de madera y una cocina solar móvil. Su objetivo es mostrar a los visitantes como un lugar de encuentro e intercambio se transforma en función de su uso.
Raumlabor, responsbles de tan singular experiencia, han estado trabajando desde el año 1999 en los límites de la arquitectura, el arte y el urbanismo. En contraste con la ciudad de la contención y la exclusión, Raumlabor plantea un urbanismo diverso y de valores humanos. La arquitectura es en su práctica, un laboratorio para la experimentación, la colaboración de todas las partes implicadas y la transformación del territorio sin degradarlo.
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