Cada día por la mañana Mileece Petre tras desayunar sale a su parcela y se dirige al pabellón geodésico o dome donde tiene a su disposición un trozo de edén, que tras muchos años de investigación y trabajo ha logrado convertir en una orquesta orgánica. Un estudio de grabación cuyos instrumentos adoptan forma de planta que en perfecta sincronización, emiten sonidos que dependiendo de su frecuencia mas aguda o grave, son las notas que posteriormente componen sus piezas musicales.
Mileece que desde su adolescencia ha tenido relación con el música, comenzo a experimentar con las acústicas que le brindaban las plantas en función de su especie. Programando pistas extraídas mediante electrodos conectados a las terminaciones nerviosas de las hojas y pétalos, que al ser presionados emiten un determinado sonido quedando registrado como sonido midi en el ordenador.
Tras ser tratada haciendo uso de aplicaciones de sonido, se compone una melodía asociada a la naturaleza de cada especie. Realizadas en un entorno móvil, interactivo e inmersivo. Mileece crea experiencias sonoras electro-orgánicas creando una especie de biblioteca educativa, con la que realizar labores pedagogicas mostrando una faceta del mundo vegetal desconocido como es su capacidad multimodal, y cuyo resultado se puede escuchar gracias a la edición del álbum homonimo y de las performance que programa.