No es solamente el recubrimiento de una fachada con el propósito de buscar una solución estética que altere el paisaje haciendo mas notable su presencia, utilizando materiales de reciclaje como puertas o ventanas.
Las que tras seleccionadas en función de su tamaño y calidades, se convierten en piezas de un puzzle. Cuyo principal objetivo es ampliar la superficie útil de un inmueble sin por eso invadir el espacio publico.
Diseñada por la arquitecta y activista urbana Stéphane Malka la Bow House es una intervención de carácter temporal, que a partir de soluciones modulares y del aprovechamiento de los recursos ya existentes.
Y partiendo de las condiciones estructurales que ofrece el edificio sobre el que se actúa modificar su valor estético y habitacional. Utilizando únicamente recursos cuyo origen son materiales que han sido desechados con anterioridad.
Colgado sobre un lateral de un edificio en la localidad holandesa de Heerlen, el apéndice de dos alturas se suspende sobre un andamio. Colonizando la calle y evitando que su presencia altere la actividad que se genera a su alrededor.
Convirtiéndose su presencia por si sola en un foco de atención. Destinado albergar actividades y organización de talleres de participación ciudadana. Accesible desde la calle el volumen añadido es un ente independiente del edificio antiguo lo que garantiza la convivencia entre los miembros que la habitan.