Cuando vi la intervención titulada Sheep Station, lo primero que pensé es que parecía una recreación de alguna de las obras que el artista Edward Hooper realizo, en las que el motivo principal era una estación del servicio ubicada en mitad de un campo de maíz.
En el caso de la primera muestra programada al aire libre al paisaje rural le sucede uno donde lo urbano es el protagonista. En lo que sera un futuro edificio de apartamentos en el distrito newyorkino de Chelsea. Su promotor un coleccionista de arte ha decidido utilizar las estructuras adyacentes en la finca, con el objetivo de exhibir arte publico.
Colindando con la archiconocida nueva vía verde del High Line, una destartalada gasolinera construida a medios de siglo languidecia fuera de servicio. Aprovechando su ubicación privilegiada se ha respetado el mobiliario original de la antigua estación.
Los surtidores donde los vehículos se suministraban de fuel, las maquinas expendedoras, el edificio central y la marquesina que lo protegía se han restaurado. Añadiéndolos elementos orgánicos como arbustos y setos, además de cubrir el frió asfalto por una cubierta de césped natural creando pequeñas ondulaciones elevando el terreno, perímetrado por una cerca de madera en tono blanco.
Consiguiendo recrear un escenario surrealista, donde lo cotidiano y reconocible convive con elementos naturales, suponiendo su presencia en la vía publica para el espectador un shock. La instalación que se puede visitar desde el 16 de Septiembre, la completa un conjunto escultural formado por 25 ovejas realizadas por el escultor de origen francés ya fallecido Francois-Xavier Lalanne.