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La isla del Sol en el lago Titicaca, la cuna mitológica de la civilización Inca


Cuándo en 1872 una expedición Noruega se propuso botar sobre sus aguas mansas un barco de grandes dimensiones que su equipo de ingenieros había diseñado expresamente para poder navegar a una altitud que superaba los  tres mil metrose.

Lo que convertían sus poco más de 14 kilómetros cuadrados de superficie, en la lago navegable cuya cota era la mas elevada del mundo hasta ese momento. Describieron muchos de los paisajes que forman parte del entorno natural del lago Titicaca, enumerando características de la fauna y flora que pertenecen a su patrimonio natural, tanto en términos de flora como de fauna, como si estuvieran contemplando muchos de los parajes noruegos.

Y es que aunque ya apenas quedan restos de las lenguas de hielo que se acumulaban generosamente antaño deslizándose por las faldas de sus montañas, como consecuencia fundamentalmente de los efectos del cambio climatico. Todavía si miras oteando el horizonte en los días desprovistos de nieble podrás deleitarte con las cimas de los picos de la Cordillera Real que bordea el lago hasta la península cubiertos de nieve.

Pues muchos de ellos superan la estimable altura de los 6000 metros de altura. Una cifra muy respetable que aconseja al viajero a ser prudente y hacer acopio de hojas de coca antes de arrivar a las orillas del lago en la ciudad más cercana de Cochabamba en Bolivia, antes de embarcarse en una de las muchas lanchas ancladas que te trasladarán a la isla del Sol.

Y que dependiendo del itinerario que quieras hacer y los lugares que quieras visitar la travesía durará entre la media hora, si decides desembarcar en el extremo Sur o el mas dilatado proximo a las dos horas, si decides adquirir el paquete completo y dirigirte a la zona Norte donde se encuentra la comunidad Challapampa. Segunda opcion que se recomienda encarecidamente a poder ser haciendo noche en alguno de sus muchos hospedajes.

Que por un módico precio que desde los quince dólares te permitirá vivir una experiencia casi mística que te dará la oportunidad de conocer la historia de la civilización Inca y de la comunidad heredera de los Tiwanaku, de la que dicen que tuvieron un origen compartido en los asentamientos que se crearon en la isla del Sol y en la menor y antagonista de la Luna.

Entre los chanchos y la nutrida población de burritos sin duda las alpacas son las más numerosas

Cuando según una de las leyendas de la mitología del pueblo Inca, la cuenca del lago que en la actualidad, cuyo territorio comparten administrativamente Perú en su mayor parte y Bolivia en su extremo más psetentrional se  inundaron de completamente de agua 1500 años AC. 

Surgiendo de su lecho el dios Inti (principal deidad del panteón Inca), que elevándose hacia el cielo creo de la nada la simiente de lo que sería el origen de una comunidad que con el paso de los siglos constituiría un vasto imperio que abarcaría buena del oeste de lo que hoy conocemos como América del Sur.

Una pareja formada por una mujer y un hombre cuyos nombres incaicos son Manco Cápac y Mama Ocllo,  representando para esta cultura precolombina el inicio etno-antropologico de una cultura que tuvo un episodio en la ciudad sagrada de Machu Pichu, a donde se trasladaron tras fundar la primera comunidad en la ciudad de Cuzco desde la que conquistarian buena parte de los Andes extendiéndose hasta la actual Chile. Y cuyo acontecimiento está representado por dos enormes huellas que son de las que se dice que salieron hacia el continente.


Declarado reserva natural la mejor época para visitar el Lago Titicaca es durante los meses de octubre, noviembre y diciembre, ya que las precipitaciones disminuyen y la temperatura es un poco más cálida.

Un ecosistema social, cultural y político de cuyos primeros antecedentes podemos todavía visitar a traves de númerosos restos como el lugar de sacrificio o Roca Sagrada. Un emplazamiento situado al borde de un acantilado presidido por una enorme piedra central que está rodeada por otra trece, las cuales estratégicamente situadas representan todos y cada uno de los meses de calendario Inca.

Lugar apartado del poblado en el que se llevaban a cabo ceremonias en las que se sacrifican alpacas (muy presentes en la isla) y pumas, especie que ya se estingio en la mayor parte del territorio. Teniéndote que desplazar a los bosques de la cercana península de Yampupata si deseas contemplarlos.

Ya en el poblado, lo primero que se deducirá andando entre sus estrechos callejones de arena, es que los miembros que residían en las casas construidas con piedras y arena. Presentaban una estatura que para los estándares de la época actual más bien reducida.

Vista cenital de la Chincana o laberinto, lugar de culto y alojamiento de sacerdotes  

Pudiéndose visitar los restos del templo de Chincana. Un yacimiento compuesto por un conjunto de construcciones que cuenta como lugar más destacado una gran pieza central en la que se reunían los miembros de la comunidad como en un ágora para decidir sobre los diferentes asuntos que afectaban al funcionamiento y gestión de la tribu.

O preparar las celebraciones y ofrendas que se iban a realizar durante los ritos de carácter animista que se organizaban en diferentes fechas a lo largo del año. Fiestas paganas en las que participaban la totalidad de las familias. Emplazmiento secular que pese a padecer continuos saqueos.

Perpetrados por cuaqueros y "cazatesoros" que atraídos por mitos como los del Dorado, y a pesar de la barrera del lago practicaron el expolio durante decadas. A pesar de este latrocinio se lograron conservar numerosos objetos de todo tipo como amuletos, figuras talladas, morteros o cuencos y utensilios destinados a la cocina y a la pesca.


Aparte de las ruinas la Isla del Sol cuenta con una oferta de pequeñas a lo largo de todo su litoral bañadas por aguas cristalinas y tranquilas, y una selección gastronomica cuyos platos se basan en la diversidad de pescados que se pueden capturar en las inmediaciones de su costa.


Y los cuales se trasladaron al centro de interpretación que se encuentra en las proximidades de los amarres del puerto. Y que se recomendaría visitar en primer lugar, aunque hay que matizar que las excursiones se realizan con guía, los cuales son de origen nativo te proporciona mucha información. 

Un espacio que se encuentra en la zona sur de la isla y que como la totalidad de los lugares de interés que posee la isla está gestionada por los descendientes de la etnia Aymara. Que también son los encargados del mantenimiento de la principal infraestructura a través de la que nos desplazaremos por la isla.

Tramo del camino del Inca con la fuente de la eterna juventud en una de sus veredas

Una calzada de ocho kilómetros de largo que por su adoquinado recordará inmediatamente a la que todavía encontrar en muchos de la antigua calzada romana. Y que tiene como punto de parada obligada la conocida como Fuente de la Eterna Juventud, y que se recomienda durante la época de lluvias.

Antes de alcanzar las primeras construcciones del poblado Yumani, se recomienda alzar la vista en dirección al horizonte y deleitarse por un momento con la silueta que se dibuja sobre el agua. Una pequeña porción de tierra que responde al nombre de la isla de la Tortuga, nombre que hace alusión a su forma ligeramente curva.



O en segundo plano la mencionada isla de la Luna, que aún siendo bastante más pequeña que la principal, no contando con una longitud de no más de tres kilómetros de largo. Todavía mantiene una pequeña colonia de unos 200 individuos que se dedican principalmente a la pesca. Y que presenta como atractivo más destacado el Inakullu o templo de la luna, lugar ceremonial que compartía su función liturgica, con la de residencia destinada a instruir a las mujeres pertenecientes a la aristocracia.  

Entre las muchas ruinas que se conservan en la zona sur destaca la del Palacio de Pikokaina o lugar en el que reposa el ave, o la Escalera del Inca. Ascendiendo hacia la cumbre del cerro Chaycorpata que alcanza una altitud de poco más encontrarás el edificio que alberga Pilcocaina o también conocida como templo de los pájaros. Lugar en el que residía el dios Inca por lo que es un lugar de culto y contemplación. 



Choquequirao, el último refugio de la civilización Inca


Esixten lugares que por su singularidad poseen la dualidad de por una parte acaparar toda la atención, y por otra parte y debido a este exceso de atracción impedir que otros lugares de igual o más relevancia pasen desapercibidos. Ejemplos se podrían citar muchos, en muchos contextos y latitudes geograficas.


Uno de los más socorridos es el corredor formado por los macizos montañosos que componen los ocho miles que se suceden en la cordillera del Himalaya. Es raro que alguien pueda recordar algun pico más que el mítico Everest, cuya magnitud y literatura casi mitologica ha supuesto, que desplace a un segundo plano al resto de las no menos colosales cimas y que en el fondo la gran mayoría de ellas superan en dificultad la ascensión del gigante blanco.

Este agravio se repite en nuestro siguiente y definitivo destino, un área geográfica que abarca buena parte de los Andes Peruanos, y que por lo tanto comparte la característica de la altitud con las elevaciones del centro de Asia. Sin embargo el valle de Vilacabamba ubicado en el sureste del país aparte de albergar uno de los tesoros naturales más relevantes de Peru.

También presenta una condición análoga a la que hemos observado en los Himalaya, pero en este caso el matiz en la sobre-exposición se centra no en un accidente natural, sino en unos yacimientos arqueológicos construidos y habitados durante siglos por  la civilización precolombina de la comunidad Inca. En este caso todos (o casi todos), conocemos a alguien que emprendió la odisea de alcanzar y visitar los restos de la ciudad de Machu Pichu


Uno de los principales asentamientos habitados por los Incas, y que tras permanecer oculto a nuestros ojos. Fue finalmente descubierto y recuperado, convirtiéndose quizás en el principal enclave arqueológico por volumen de afluencia de publico en todo el continente americano. Honor que seguramente en no mucho tiempo tendrá que compartir con las nueve áreas arqueológicas que componen la ciudad de Choquequirao.


Enclave derramado sobre una loma situada que se sitúa a 154 kilómetros de Cuzco, más concretamente en las proximidades de la aldea de Abancay. El origen desde que suelen iniciar la visita aquellos "interprid@s" que desean acceder a un sitio que a día de hoy (y hasta que se inicien las obras por la que quedará unido a través de un teleferico que tendido sobre el valle de Apurimac le llevará a la localidad más próxima de y San Pedro de Cachora, que se encuentra a unos treinta kilómetros de las ruinas). Requiere algo más de planificación que lo que suele ser habitual cuando se programa una excursión a un sitio como este.

De hecho se recomienda invertir de dos a cuatro días en completar el trayecto que oficialmente tiene su inicio en un lugar conocido como Capurigo, un paraje dominado por el Nevado Salcantay. Cuya estampa parcialmente cubierta te acompañará a lo largo de los casi doce kilómetros que comprende el sendero que tras salvar un desnivel de casi mil metros finalizará cuando ante sus pies y veas las primeras terrazas de Choquequirao, o cuna de oro. 

Acceso a la plaza principal o Haucaypata donde se encontraba el área administrativa

En total la excursión serán dos días de intensa caminata por lo que será preciso hacer noche en un campamento refugio cuyo hospedaje está compuesto por una chozas y un servicio de restauracion. Por lo que cuando se arranca la caminata hacia Capurigo a eso de las seis de la madrugada se recomienda haber hecho acopio de fuerzas. En este podremos consultar un mapa que te ofrece diferentes sitios que te puedes a lo largo de la travesia.

Principalmente una sucesión de miradores como el de las Aves, el de la Bocamasa, o el de la Chiquisca, que se alternan con otros accidentes geográfica como playa Rosalinas una franja de tierra bañada por el río Apurinas donde se podrá hacer un alto en un trekking que por lo escarpado y sinuoso de su trazado es muy exigente hasta llegar a Rosa Alta y Marampata ante sala del centro arqueológico de Choquequirao.


Casi dos hectareas de superficie que equivale poco más o menos al treinta por ciento de todo el complejo, descubierto en el año de 1911 por Hiram Bingham. En total se compone de nueve sectores, entre los que destacan el centro político religioso, el sistema de fuentes y canales con acueductos, y el grupo de las portadas. 


Encontrada por casualidad por un explorador que se había propuesto descubrir definitivamente la ciudad de Eldorado. Choquequirao es un lugar de culto donde la aristocracia Inca se oculto de los conquistadores españoles, y que conserva entre sus piedras alguna de sus misterios.  


Sería conveniente apuntar al viajero que las connotaciones espirituales y carácter animista se perciben a cada paso que uno se adentra e investiga por los múltiples senderos. Donde la arquitectura vernácula ha sido construida a partir de encajar piedras talladas una encima de otra.


Lo primero que llama la atencion es la escasa altura de las viviendas de planta retangular de sus residentes, cuya distribuicion se establece alrededor de una explanada o plaza principal. Donde se observa algunos aperos de labranza que sus moradores empleaban en la actividad agrícola en la que eran extremadamente habilidosos. Los restos arqueológicos se distribuyen en la parte descendente del cerro Choquequirao y se agrupan a manera de pequeños barrios, un tanto separados de la zona ceremonial que se encuentra en la plaza principal rodeada por los edificios administrativos y comerciales.

Pues cabe recordar que lo que se presenta como un conjunto de construcciones parcialmente excavadas en la ladera de una ladera, protagonizó antes de que los colonizadores españoles la conquistarán, evangelizaran y finalmente exclavizaran a sus últimos clanes. Una intensa actividad comercial, esto debido a su ubicacion estratégica entre la metrópoli principal de Machu Pichu y la aldea de menor embergadura de Pisac, habiéndose encontrado numerosos restos en forma de objetos que fueron apresuradamente abandonados.

Fragmento de los murales de piedra con una porción de las 24 llamas representadas

La primera es de bajada hasta el río Apurina donde se hará escala en el campamento de Cocamasana  que con una altitud de poco mas 2700 metros será el punto más bajo hasta alcanzar los casi tres mil metros de altura, cuando por fin accedas a Marapanta donde se hará noche si has superado el mal de altura. Para atacar cuando la madrugada alumbra el día la última tramo en el que ya más sosegado puedes.

El círculo formado por los picos nevados Apus de Yanama, Ampay, Choquecarpu, Pumasillo y Panta, que se alzan en la vertiente del río Apurimac, en el distrito de Santa Teresa, provincia de La Convencion, en el Departamento del Cusco. Y con un poco de fortuna podrás observar alguna de las muchas especies que pueblan los alrededores. Que como no existe un inventario, no se sabe cuántas especies de plantas y animales existen en Choquequirao.


Aves majestuosas que surcan unos cielos limpios y que son el espacio aéreo del cóndor, el halcón, o el trogón (especie de apariencia tropical por lo que muchos la comparan con el Quetzal). Entre los mamíferos se han avistado felinos como el puma, cervidos como las tarucas, roedores como las vizcachas e incluso familias de osos que vagan por los bosques que flanquean los numerosos caminos que utilizan los nativos para transportar las toneladas de maíz y sus variedades.


El llamado a compartir en un futuro no muy lejano atractivo turístico con la capital Inca de Machu Pichu. La ciudadela de Choquequirao se muestra majestuosa e inexpugnable colgada entre nubes.    


Un cultivo ancestral que bien podría almacenarse en alguna de las despensas de la antigua ciudad, espacios angostos de los que sobresalen unas vigas por lo que se recomiendan tener precaucion. En el área Hanan o parte alta se ven huecos insertados en las paredes, que según los especialistas eran la última morada de las momias por lo que hacía la función de necropolis.

En muchos muros construidas a base de piedras oscuras en las que destacan el trazado de lanimales sagrados para los Incas como las serpientes a las que ellos denominaban como Amaru. Una representación en forma de zig zag que puede llegar a los veinte metros o más, compartiendo un espacio donde los acueductos dan cuenta del grado de desarrollo que habían alcanzado estos asentamientos de Incas, las teselas de llamas reproducidas a tamaño real sumando veiticuatro.




Creaciones abstractas que nos indican que aparte de ser un bastión militar que sirvió para protegerse de los tercios de tropas invasoras Españolas. Las cuales nunca llegaron a descubrirlos ni conquitarlos, y un lugar donde se observaban los astros. Habian tenido suficiente tiempo antes de sorpresivamente desaparecer de la region de desarrollar una expresión artistica a través de la que dejar constancia de su compromiso con el entorno natural el cual era venerado como algo casi sagrado.