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Sanaa, tres proyectos iniciaticos que revolucionaron la arquitectura japonesa del siglo XXI


Tuvieron que transcurrir más de cinco decadas hasta que Japón consiguiera renacer de sus cenizas y de alguna empezar a cerrar las heridas que supusieron participar en la Segunda Guerra Mundial en el bando de los derrotados. Un período que se caracterizó por una pérdida de identidad debido a que la sociedad en su conjunto se sentía profundamente humillada mostrándose apática y desorientada.


Lo que provocó que amplias capas de la sociedad japonesa cuestionaran muchos de los valores y estándares que hasta ese momento habían siendo modelos tradicionales que habían permanecido arraigados conformándo el carácter, de un país que se debatía entre seguir anclado en el pasado o abrazar la forma de vida Occidental.

Adoptando o más bien adaptando e incorporando muchos de sus patrones y dinámicas a otros muchos ámbitos productivos, entre ellos los que conciernen a los creativos. Donde se observaron una paulatina evolución hacia nuevas formas expresivas que de alguna reflejaban.

Los cambios que estaban experimentando como comunidad. Serie de cambios que propiciaron que Japón poco a poco logrará sortear el aislamiento al que se había sometido. Esta catarsis como no podía ser de otra manera acabó alcanzando a la casi artesanal práctica de la arquitectura.

En la que de un día para otro resurgió del anquilosamiento en la que había estado durante siglos.  Aflorando una serie de jóvenes y emprendedor@s arquitect@s que sin renunciar a los parámetros arquitectónicos locales con los que habían crecido y se habían formado academicamente.

Si habían de forma habilidosa integrar en una nueva mirada de contemplar la forma arquitectónica y el tratamiento y el uso que se hacía del espacio. Ofreciendo una diversidad de propuestas que obedeciendo a las sensibilidades y demandas que se proyectaban desde su entorno y social.

Se materializaban en sugerentes proyectos resultado de la convivencia de la materia, la forma y la luz. Y que permitían renovar una disciplina cuyo canon funcional y estetico se nutria de movimientos foraneos, materializando en estructuras con las que los ciudadanos y consumidores podían llegar ha identificarse.

La Casa S cubierta con paneles de policarbonato permite iluminar el exterior de la vivienda desde su interior

A lo largo de todos estos años desde este espacio os hemos ofrecido uno cuantos y notables ejemplos de esta renovacion, a través de una selección de estudios y proyectos que bien sintetizaban esta transformación. Por citar unos cuantos remitirnos y hacer referencia a: Takaharu TezukaYoshiaki Oyabu Architects Ryue Nishizawa.

Estudios que simbolizan esta revolución en el ámbito arquitectónico pero cuyo repaso estaría cercenado sino se incluyera como uno de sus principales valedores. A los sugerentes trabajos aportados desde mediados de la década de los años sesenta del siglo pasado por los fundadores del estudio de arquitectura SANAA.

Y es que sería un ejercicio vanal omitir las propuestas encarnadas por el tandem de Arquitectos formados por Ryūe NishizawaKazuyo Sejima. Que ya sean en conjunto o en etapas en las que por separado influyeron de forma determinante en como se contempla y se percibe la arquiectura contemporánea japonesa tanto en el interior como en el exterior del pais.


Mientras que tal vez estamos acostumbrados a ver la casa japonesa como algo que mira hacia adentro. En muchos sentidos la contingencia de la vegetación se suma a la naturaleza frágil convirtiendo los proyectos de SANAA en un paisaje habitable. 

    
Y que desde aquí vamos a tratar de contextualizar describiendo tres proyectos de su primera etapa, en los que sin embargo se pueden ya constatar en que fundamentos se basarán la mayor parte de los encargos que acometerian en décadas sucesivas y los cuales se diferenciarian básicamente en la embergadura y el uso del  edificio y su distribución espacial.

En el caso de las tres casas que se las conoce por el escueto nombre de Casa S, Casa M, y Casa Moriyama. Aunque se puedan conceptual como diseños iniciaticos y por lo tanto sean susceptibles de ser percibidos como ser al fin al cabo como intentos que no dejan de adolecer de cierta humildad, tanto por la magnitud de su ejecución.

Como por ser viviendas de carácter residencial y unifamiliares que destacan por su simplicidad en sus formas como por estar construidas priorizando el principal punto en el decálogo de la praxis que han aplicado este dúo de arquitectos con sede en Tokio. Y que básicamente se basa en la funcionalidad y polivalencia de los espacios susceptibles de ser habitados.

Vista de la fachada alargada de la Casa M marcando un fuerte contraste con las de su entorno mas proximo

Narrativa cuyo rendimiento se ha aplicado desde que en 1996 finalizarán las obras de la Casa S. Vivienda construida en poco más o menos de un año y en la que desafia al modelo tradicional envolviendo el único volumen de corte cuadricular con una cubierta de policarbonato.

Material inusual y que determina el comportamiento hacia una construcción que puede resultar ajena e incluso intimidante. Pero que en conjunto establece una comunicación con el exterior en la que destaca la discreción y el facilitar a sus residentes, un lugar intimo en el que poder relacionarse en un lugar intimo aislandose del mundanal ruido.


Emplazada en un distrito en expansión de la ciudad de Okayama. La vida dentro de la casa se vetebra  alrededor de esta cubo situado en el centro actuando como nexo o hub, desde el que parte un corredor cuya amplitud y situación facilita la ventilación  natural de las diferentes instancias que se reparten en dos alturas.


Merecedores del premio Pritzker otorgado a Kazuyo Sejima en 2010 por su contribución a la renovación de la ortodoxa arquitectura japonesa. El estudio SANAA comtempla el espacio habitable como un lugar común en el que la función crea paisajes interiores.


Su sucesora natural la Casa M aplican el mismo patrón salvo por alguna licencia estética que se evidencia en la fachada exterior cuyo planteamiento obedece a un intento, por integrar este encargo realizado por una pareja joven la cual se había afincado en un barrio de Tokio. 

En una parcela longitudinal por lo que la figura que emplean es un rectángulo de aspecto sobrio, que se extiende a lo largo de la acera al borde de la calle, situada en el céntrico barrio Shibuya. Las motivaciones del diseño de la casa obedecen al deseo de crear un hogar en el que la luz en el interior conforme un paisaje propio y diferenciado del que hay en la calle.

Finalizada en 1997 su construcción planteaba la necesidad de ampliar la superficie habitable, a pesar de que contaban con una parcela de dimensiones reducidas, por lo que excavaron en el terreno. El reto para los arquitectos era incorporar el exterior al interior de la casa y al mismo tiempo, maximizar el espacio útil del sitio de acuerdo a los requisitos específicos del cliente mencionados anteriormente. 

Es por eso que una de las estrategias más importantes del proyecto consiste en horadar en la superficie hasta sumar la altura que precisaban. Al estar la casa parcialmente soterrada se añadieron tres corredores cuya función era actuar como tragaluces proporcionando la iluminación natural suficiente en el interior.

Distribución fragmentada en el interior de los patios interconectados de la Casa Moriyama

Continuando con la percepción de espacios abiertos y agradables en un parcela relativamente pequeña, requisitos de área y volumen de vivienda. Es interesante notar la decisión de liberar el piso inferior de columnas u otros elementos estructurales verticales que soportan el piso superior, a través del uso de vigas de acero que recorren la profundidad de campo, para apoyar estructuralmente los volumenes compuestos por el dormitorio principal, el garaje y habitación de invitados, como si fueran puentes, cuyos soportes se encuentran en los extremos del edificio.




En el caso de la Casa Moriyama estamos ante uno de los primeros encargos por uno de los artífices del estudio SANAA, el arquitecto Ryūe Nishizawa. Una construcción en el concepto estructural que resulta más elaborada que en la trayectoria observada en los trabajos compartidos con la arquitecta Kazuyo Sejima.

Entregada a sus promotores en 2005 se trataba de un edificio dividido en dos alturas y y cinco apartamentos destinado al alquiler en una zona madura urbanisticamente y densamente poblada como es el distrito Otha-Ku. Cuyo paisaje urbanistico está dominado por construcciones que no superan las dos alturas.

Lo que primero llama la atención es su fachada inmaculada y perforada por grandes aberturas rectangulares que aparte de fijar la luz del exterior en un gran patio central enmarca el entorno con el que se relaciona. Con casi trescientos metros de superficie los inquilinos disponen de patios y jardines compartidos, en los que desarrollan sus vidas convirtiéndolos en lugares casuales de encuentro y en los que visualmente las formas cúbicas se presentan como un elemento omnipresente configurando la naturaleza del espacio habitable.

Patti Smith, buscando un refugio al lado del Oceano


Mientras mantenía surrealistas conversaciónes con cowboys y hacia viajes a lo más profundo de la selva amazónica buscando un poco de redención en una prisión abandonada en Isla del Diablo en la Guayana Francesa, donde creyo ver en un claro de la jungla el espíritu de Papillion columpiandose en una diana.  

Todavía una anónima Patti Smith soñaba con abrir su propio cafeteria en Greenwich VillageA ser posible en las proximidades de su añorado Cafe Ino en el West Village, un local de lo más bohemio en Bedford Street via aledaña a Becker Street que se ha convertido en lugar de peregrinación para los muchos fans de la autora de Because the night y que se encuentra cerrado desde 2013, dirigiendose como alternativa al Café Dante.

Local, el Ino, que la trovadora de pelo platino frecuento durante décadas y de cuyo mobiliario se llevó como recuerdo la silla. Donde de forma maratoniana escribía durante horas mientras tomaba una taza de café tras otra ensimismada, observando como discurría la vida más cotidiana al otro lado de la luna del bar. Unas veces de forma pausada, y otras, la mayoría bajo el pulso de la aceleración que marcaba el estrés que se percibía en el exterior.

Actividad que alternaba con su otra gran afición que es la de escribir, recogiendo notas, redactando esbozos de letras para futuras canciones, o simplemente atrapando recuerdos de sus numerosos viajes por medio mundo acompañada de algún libro como: el casi enciclopédico 2667 de Roberto Bolaño o la obra debut un Murakami que releia una y otra vez mientras visitaba Kioto y Tokyo de forma compulsiva.

En el que de forma muy ceremonial rendia tributo ante los mauseleos de escritores malditos japoneses como Mishima, o Dazai o del director de cine Akira KurosawaO se iba a Tanger a buscar los restos de otra generación maldita como fue la que reunierón a los autores de los Beat, entrevistando a su último superviviente el celebre escritor del Cielo Protector posteriormente adaptada al cine Paul Bowles, que entre pregunta y pregunta le contaba mil anécdotas de otros coetaneos suyos.

Y admirados por ella como Jean Genet del que posteriormente visito el sitio de su última morada muy cerca de alli. Y de William Burroughs, por el que finalizó su viaje en la ciudad mexicana de Veracruz. Tras hacer una primera escala en México D.F. para dejarse deslumbrar por el legado de la artista Frida Khalo, el cual tuvo la oportunidad de descubrir entre las paredes de la Casa Azul

Fachada principal del Café Ino, donde se escapaba cada vez que tenía un momento libre

Porque según afirmaba William, allí y debido a su altitud y a su patrón de temperaturas se cultivaba el mejor café del mundo, algo que tuvo de comprobar in situ la propia cantautora mientras caminaba por calles sin asfaltar. Viajes de lo que regresaba a su apartamento en la gran manzana, un lugar donde formo una familia junto a su pareja Fred Smith conocido como Sonic, al cual conoció en Detroit antes de que formará parte de los legendarios MC5.


Un espacio de convivencia donde paso buena parte de su primera etapa vital en la ciudad de los rascacielos y donde recibía a la mayoría de sus vistas y amigos más íntimos como el fotógrafo Robert Mapplethorpe. Del que fue una de sus principales musas, posando para el fotógrafo en numerosas ocasiones en diferentes contextos y puntos de la ciudad. 

Una vivienda que situada entre los distritos del Soho y Chinatown, que la permitía estar comunicada con la vibrante escena que se cocio a lo largo de más de tres decadas, convirtiéndola en el principal ente creador del mundo. Tabiques donde se encerraba cuando finalizaba alguna de sus numerosas giras para aparte de reponer y pasar tiempo en un entorno familiar y acogedor.


Artista polifacética y seminal donde las alla, Patti Smith, además viajo por medio mundo reuniendo recuerdos y souvenirs, los cuales revelan aspectos de su fuerte personalidad y de su compromiso con la vida. 


Devorar las muchas series policíacas protagonizadas por detectives descreidos. Una de las escasas aficiones que se conoce de la autora de Gloria, y que ya forma parte de su extensa discografia que abarca casi cinco decadas. Período en el que escribe algunos de los más significativos libros de su generacion, títulos como como Babel, Eramos unos niños o su libro de memorias M Train. Y viaja a Islandia donde entrevista poco antes de morir al ajedrecista Bobby Fischer. Un período muy fructífero que sin embargo decide dar por concluido cuando con el cambio de siglo en una de las escasas excursiónes que realiza a una de las zonas costeras con las que cuenta la ciudad.

Descubre tras recorrer la práctica totalidad de la playa del distrito de Rockaway en Queens, Situada al final, en uno de los extremos al lado de las vías del ferrocarril, mientras alza la vista y ve la estela que deja uno de los vuelos que ha despegado del aeropuerto JFK, cuyas instalaciones se encuentran ubicadas en este área de Queens. Parcialmente oculta entre la maleza, una casa de madera rústica que inundada por la maleza y las malas hierbas se levanta sobre dos alturas.

Aspecto ruinoso que lejos de disuadirla la seduce hasta el extremo de que convierte la presencia de la casa en algo más que un desafio, un nuevo proyecto de vida que apenas puede compartir con su pareja. Pues fallece al poco de reunir los pocos más de sesenta mil dolares que necesita para evitar ser víctima de una hipoteca y poder reformar tanto la parcela exterior como las estancias del interior.

Patti Smith posando en su apartamento de Manhattan para Robert Mapplethorpe

Una labor casi artesanal que su inquilina percibe como un ritual al que dedica sus cada vez más horas libres, acompañada de sus tres gatos que mantiene y cuida como si fueran sus propios hijos. Inundando todos y cada uno de sus rincones con los mil y un recuerdos que ha ido recopilando a lo largo de una vida marcada por la luminosidad, la curiosidad y la intensidad.

Recuerdos donde su actividad profesional dentro de la escena musical, ámbito en la que se la puede considerar una pionera. Habiendo sido su figura determinante en algunos momentos clave de la historia de la cultura Pop contemporanea, como no podía ser de otra manera tenía que tener un lugar privilegiado. Aunque para ser justos y precisos hay que acotar que entre todos esos efluvios nacidos de la memoria, cabe destacar los relacionados con la existencia del club Continental Drift Club.

Formado por un selecto y escogido número de socios, un círculo en el que ella ocupaba el puesto 23. Y que mientras estuvo operativo honro honores y memoria a una eminencia de la geologia que respondía al nombre Alfred Wegner. Siendo conocido principalmente por sus estudios relacionados con el cambio climatico. Sus fervientes devotos se reunía de forma itinerante siguiendo un patrón de citas más o menos regular hasta su desaparicion.


Un destartalado bungalow junto al mar en Far Rockaway, lo transforma Patti Smith en su refugio a donde se dirige desde el próximo Manhattan casi siempre en tren siendo testigo de como cambia el paisaje.


Recuerdos que estuvieron en franco peligro de desaparecer cuando un aciago día de 2013, el huracan Sandy prácticamente asoló toda las costa noreste de los Estados Unidos, siendo una de las áreas más afectadas el distrito de Rockway. Episodio que por fortuna pillo a la autora de Horses lo suficientemente lejos de su propiedad por lo que los daños, aunque cuantiosos no dejaron de ser prácticamente materiales.


Pues los felinos debido a su instinto y a aún pronuciado sentido común lograron en el momento, instate antes de poder perecer ahogados guarecerse en un porche de otra vivienda. Tras huir a través del cristal roto de una ventana situada en la parte posterior, estando protegidos hasta que retornaron en el momento que intuyeron que el temporal mostraba claros signos de debilidad buscando sin duda la presencia de su dueña y comida pues se encontraban hambrientos y desnutridos.




Cuando tras varios intentos infructuosos Patti Smith logró regresar y cruzar de nuevo el umbral de la puerta que batiendo a bandazos la recibió, contemplando el desorden que se tendía a sus pies. Un suceso que en vez de hacerla recapacitar sobre la conveniencia de buscar un lugar más habitable y sobre seguro donde residir, provocando su mudanza más o menos inmediata.

Provocó para asombro de una mayoría de miembros pertenecientes a su círculo de amigos más próximo el efecto contrario. Abriendo un proceso de reconstrucción, experiencia que por una parte la dejó extausta, pero que en términos generales supuso que su vínculo con los cimientos de la casa y de lo que representaban se fortalecieran aún más y su frágil arquitectura. Reconstruyendola hasta convertirla según sus propias palabras y siendo testigos sus gatos en su Álamo particular.

Heather Benning - Dollhouse, el paisaje y su memoria después del incendio



La memoria cuando es nutrida por los caminos de la nostalgia, en buena parte de las ocasiones está detonada por recuerdos vividos. Los cuales recrean momentos felices, o en sentido contrario esta alimentada por recuerdos que se convierten en válvulas de escape "emocionales", y que sirven para enmascarar situaciones cuando menos incómodas o desagradables.


Ese tipo de memoria suele provocar que nos instalemos en una especie de limbo que se retroalimenta una y otra vez de los mismos pasajes que creemos ciegamente que nos han colmado de múltiples satisfacciones. Generendo cantidades ingentes de dopamina, inundando de esta molécula nuestras la principales areas de nuestro cerebro. Algo que provoca un efecto instantáneo en nuestra conducta hacia los demas.

Con los que nos mostrámos mucho más afables y cercanos, así como proclives hacer actividades juntos. Conductas empatica que en otros tipos de contextos ni nos planteariamos. Este específico tipo de recuerdo puede aflorar en las situaciones más inesperadas, pasando en la mayoría de las ocasiones desapercibidos, por lo que en rara vez deja en nuestro interior un sustrato.


Lo suficientemente apreciable como para poder conciencia del mismo, estado que impide que el sujeto establezca una causa del porqué esa sensación de felicidad y bienestar. Esos recuerdos por lo general nos suelen remitir a momentos únicos e irrepetibles que pueden evocar eventos puntuales como pueden ser por ejemplo un viaje, un encuentro especial, un concierto muy esperado episodios que en todo se desarrollaron según lo deseado.

O cosas que aparentemente son mucho más triviales como un desayuno por la mañana, o compartir tus pequeños momentos de tiempo y ocio con tu mascota. Sirviéndose de los mismos parámetros la arquitectura puede contribuir a que en un momento determinado de tu vida, en el que por la razón que sea te encuentras animicamente en horas bajas.

Provoque una reacción dentro de ti que suponga todo un revulsivo desde un punto de vista emocional y personal. Y si ese encuentro con la práctica arquitectonica, te permite retrotaerte y reconocer de alguna forma aquel espacio que compartistes con alguno de tus allegados más cercanos o amigos más intimos.

La fachada de flexiglas ofrecía protección a la vez que establecía un diálogo visual con su interior

Producirá emociones que suelen estar fuertemente vinculadas a tus primeros años y aquellos lugares que te vieron crecer y madurar como persona. Como demuestra la artista Heather Benning y quizás la que se pueda considerar su intervención más notable, a la par de que la de mayor embergadura. Pero comencemos con el detonante que se tiene que producir para que la artista comience a pergueñar un primer esbozo de Dollhouse (o casa de muñecas).

Hecho que habría que situar coincidiendo cuando se encuentra de visita en la localidad de Sinclair, perteneciente a Manitoba. Un enclave eminentemente rural situado en las llanuras del centro de Canada, Ella se encontraba residiendo en esos momentos en el estado contiguo de Alberta, más concretamente en Saskatchewan, donde estaba realizando una residencia gracias a una beca.

Cuando se topo por casualidad con la historia de una saga familiar, de la cual contaban los lugareños que había sido abandonada a principios de la década de los años 60´s del siglo pasado. Pese a que había permanecido casi cincuenta años sin habitar, aún conservaba en lo esencial las remiscencias que permitían al visitante hacerse una idea pormenorizada de los usos y costumbres con las que convivían sus antiguos residentes.


En esencia el proyecto cuya duración abarcó poco más de seis años se propuso explorar los fuertes efectos emocionales de los vínculos que desarrollamos con el entorno.


Lo que propicio que Heather tras restaurar algunas piezas del mobiliario original y recuperar algunas otras en alguno de los muchos colmados que hay en los alrededores, restaurar las diferentes estancias del edificio principal. Curiosamente el preambulo consistió en dejar al descubierto tanto los dormitorios como los lugares comunes situados en la plaza inferior de la vivienda.


Para eso tuvo que derribar la fachada principal de la vivienda, con eso la artista pretendía establecer una comunicación con todo lo había dentro y el público que se acercara a mirar en su interior. Información con la que podrían crearse una imagen más o menos detallada de las condiciones en las que sus legitimos moradores vivian. Y lo que era lo más importante para la artista.

El documental registra en siete minutos la pérdida de una vivienda que se mantuvo en pie durante casi cinco decadas

Cuyo deseo era que el espectador tuviera la capacidad para crear su propia narrativa, y su particular versión de los hechos sobre la pautas cotidianas de convivencia que podían suceder en aquel entorno y sus alrededores antaño. Pero sobre todo en el interior de la vivienda. Por eso la arista por una parte sustituye la pared y su puerta principal, por un gran ventanal que abarca todo el perímetro de la viviendad.


Para que puedas imaginar todas y cada una de las escenas domésticas a través de los que su moradores se relacionan de forma cotidiana. En el fondo daba una segunda oportunidad a la casa a través de las miradas y congeturas de sus visitantes casuales. Convirtiendo los restos de aquel hogar habitado antaño en un set cinematográfico improvisado. En el que tras desvelarse lo que sucede en el interior, gracias a que la barrera opaca de la pared se vuelve traslúcida permitiendo acceder de forma deliberada a lo que podía estar sucediendo dentro.


Dollhouse reune en sus diferentes fases creativas, un proceso que representa una experiencia en la que un prematuro abandono, y una efímera rehabilitación, se consuman en un final  epico y dramtico, por el que finalmente se rompe el vínculo entre el objeto y el paisaje y su memoria. 
  


Permitiendo al intruso penetrar en la intimidad de la casa y elaborar su propia versión de los hechos, en lo que podría ser el arranque, a partir del que elaborar su propio guión, cuya "redacción" reflejara lo que allí, entre esas cuatro paredes podría estar sucediendo. Creando un relato más o menos fiel y cómplice en todo caso, el cual independientemente de su motivación y desenlace pudiera ser finalmente compartido con el resto de los visitantes a través de capítulos encadenados.

Los cuales en un momento determinado arderian entre el pasto de las llamas, en en ritual donde el fuego haría de todas esas historias imaginadas un acto de purificación comunitario. Suceso que de alguna forma se produjo cuando en 2013  Heather se puso en contacto con el documentalista Chad Galloway para sacar adelante un proyecto que en imágenes consistiría en filmar como se consumiría la casa pasto de las llamas, 

Una propiedad que había soportado todos los avatares y rigores climatologicos, y que por razones que hasta hoy presente se desconocen fue precipitadamente dejada atrás por sus legítimos inquilinos. Y por lo tanto despojada de su propia historia y memoria, dejando un espacio familiar acogedor hasta ese preciso instante, en uno huérfano y que tras esperar largo tiempo no tuvo más remedio que sucumbir ante el fuego.



Grabado con un formato accesible, el realizador mantiene el pulso y la habilidad en todo el rodaje. Pues debido a que contaba con un plazo de tiempo muy limitado, condicionado por lo que durará en consumirse la casa pasto de las llamas. A lo que haya que que se rueda en su mayor parte a lo largo de una sola noche. Por lo que el enfoque principal era, darle más énfasis al hecho dramatico que estaba sucediendo frente a la camara.

Cuyo emplazamiento se fija con el único propósito de documentar lo más fiel un episodio que por mucho que haya sido planificado con anterioridad, no deja de ser por eso dramático e imprevisible. El incendio a medida que envuelve la casa por completo, refleja una pérdida irreparable, lo que lleva al espectador a considerar el dolor único de perder algo con tanto arraigo como puede ser tu hogar. Esto es quizás particularmente conmovedor en un momento en que estamos perdiendo cada vez más nuestros lugares de origen debido a fenómeno políticos-sociales consecuencia de la globalizacion y los efectos del cambio climático. Que está propiciando el desplazamiento de decenas de millones de personas en todo el mundo.


Frank Lloyd Wright y su bautismo como arquitecto en Chicago


Hay biográficos de Wright que dicen que el aprendió su oficio como arquitecto caminando, de hecho no finalizo la carrera de arquitectura en la universidad. Fue durante los tres primeros días de instancia en Chicago, durante los que estuvo vagabundeando por las calles de una ciudad.
 

Cuyo estado el definió como las calles pertenecientes a una ciudad de barrios mugrientos y atestados de gente que buscaba una oportunidad nada mas finalizada la guerra de secesión, cuando definio su estilo como arquitecto y el de todo un barrio.  Quizás por eso su primera residencia en la ciudad fue en el recien construido distrito de Oak Park.

La zona que acabo con el tiempo siendo la mas pudiente de la ciudad y donde finalmente se establecio construyo su residencia y la de su madre, muy cerca por cierto de la casa familiar del celebre escritor Heningway. Área que se caracteriza por sus numerosas zonas verdes, y donde Wright realizo sus primeros encargos recibiendo el nombre de
 las casas de la pradera.

Encargos que diseñaba un desconocido arquitecto de forma casi furtiva para clientes en el primer y único estudio de cuya plantilla formo parte, hasta que se descubrió su digamos deslealtad corporativa. Montando su propio estudio de arquitectura cuya primera sede estuvo adosada prácticamente a su hogar.



CHICAGO UNA CIUDAD CONSTRUIDA A LA SOMBRA  DE WRIGTH
 
Y desde cuyo despacho compagino su intensa labor como arquitecto con su no menos sugerente y por momentos estresante vida social, convirtiendose en el protagonista sino anfitrión de toda fiesta que se celebrara en una ciudad en plena expansión. 

En cuanto a su incipiente carrera profesional contamos con numerosas muestras, sobre todo en la ciudad de Chicago y su área metropolitana, donde construiría algunos de sus mas emblemáticos edificios. En cuyos bocetos ya se vislumbraban muchas de las caracteristicas, virtudes y defectos. 

Que contribuyeron a crear una identidad única dentro del universo de la arquitectura hasta convertirlo en poco mas que un mito, teniendo su epicentro en el entorno de su lugar de residencia, donde construyo todo tipo de viviendas asi como una diversidad de equipamientos.


TECHOS BAJOS Y VENTANAS DISCRETAS PARA VER EL MUNDO

Desde templos litúrgicos como la Unitarian Universalist church en el mismo Oak Park, hasta equipamientos culturales como el Charnley-Persky House Museum, toda una amplia gama de propuestas que indican la versatilidad de un joven arquitecto.

Que la carencia de formación la suplio con mucho entusiasmo y largas horas de dedicación a su profesión, y que tuvo su máxima cota creativa en sus diseños de casas residenciales de las que inundo buena parte de la ciudad.

Aunque quizás las mas relevantes aparte de su propia vivienda sean la Emil Bach House, situada en  North Sheridan Road, y sobre todo la Robie House, cuya visita es la mas demandada por los turistas que contratan alguno de los varios tours especializados.

En la figura y obra de Wright, y es que esta casa emplazada en South Woodlawn Avenue, reune la mayor parte de las características por las que la arquitectura de Wright es reconocida y por la que todavía sigue siendo objeto de estudio.

Una casa cuyo volumen se asienta sobre el terreno en apariencia parcialmente hundida con el fin de satisfacer los deseos del propietario, que pensaba que así lograba un grado de intimidad literalmente mas elevado. Definida por muchos como un bunker debido a su horizontalidad y a su serie de ventanas alineadas en fila.

Presente en la fachada principal de muchas de las viviendas de su primera época, y que sorprenden al visitante cuando ya en su interior se percata independientemente de lo alto que sea. De lo bajo que están los techos no superando en el mejor de los casos los 2,10 de altura.

En este caso los techos bajos son un estandar en los diseños de Wright, salvada in extremis de su demolición la casa finalmente tras albergar durante un tiempo al seminario universitario fue declarada por la Unesco como patrimonio inmaterial de la humanidad, convirtiéndose en lugar de peregrinación para los miles de devotos que se acercan a Chicago a contemplar parte de su legado.
  
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El considerado por muchos como el máximo exponente de la arquitectura del Siglo  XX,  Frank Lloyd Wright desarrollo buena parte de su obra en la ciudad de Chicago, donde se conservan la mayoría de los edificios que realizo y que definen su identidad como arquitecto.