Tellas and 2bleene - Front Mare, una minas milenarias convertidas en un centro creativo-social en Cerdeña


Por convención cuando oímos hablar, o nos describen de una localidad que se asoma al mar inmediatamente imaginamos una villa pesquera o en todo caso un lugar turístico cuya costa está urbanizada para que cuando el período de veraneo comienza se pueble con miles de turistas.

Que se acercan a sus playas para disfrutar de las olas y del sol. Pero no siempre tiene porqué ser asi. De hecho uno de los factores que determinaban que hace siglos que una comunidad se decidiera a crear un asentamiento en un determinado lugar.

Puede llamar la atención pero tiene que ver muy poco con el potencial de los caladeros y reservas de pesca que haya en las proximidades de la costa, sino que estaría vinculado con otro tipo de recursos. Pues como es razonable y obvio que cuando los miembros de una comunidad que decide instalarse en las proximidades de la costa. 

Ya da por hecho que va a encontrar una diversidad de especies candidatas para la pesca, capturas que de forma más o menos abundante van a garantizar que se cubren las necesidades nutritivas del conjunto de los miembros de la comunidad. Por lo que en buena parte de las ocasiones la razón por la se creaba en una localización concreta un emplazamiento estable. Tenía más bien con cuestiones de índole geo-estratégicas.

Cuestiones que tienen más bien que ver con las ventajas y propiedades geograficas del lugar en si, las que por su singularidad garantizaban el dominio y vigilancia del núcleo habitable, así como la seguridad del perímetro que comparten todos y cada uno de los individuos que forman parte del mismo.   

Aunque no siempre la decisión de explotar y tratar de prosperar en un sitio a orillas del mar tiene porqué obedecer a razones más o menos coherentes y evidentes, que tienen que ver con la tasa de rendimiento de ese sitio. Sino que puede presentar otro tipo de mecanismos e intereses que han propiciado que aflore una expectativa sobre el territorio en el que se construyen las primeras casas. 

Vista panorámica de la villa de Argenteira que en la actualidad cuenta con poco más de 70 habitantes

En el caso de la localidad italiana de Argentiera, situada en la vertiente nor-oeste de la isla de Cerdeña, bordeando una pequeña bahia, estas motivaciones se resumen tanto por el conjunto de las razones expuestas anteriormente. Como por alicientes que se descubrieron hace uno 2000 años cuando las legiones romanas arrivaron en sus costas.

Y que descubrieron casi por casualidad que en el interior de las colinas que rodeaba la ensenada habia cuantiosas reservas de carbón. Un mineral que aunque ya había sido localizado en otras áreas en la comuna de Sassari, aunque en menos cantidades. Acontecimiento que en un breve plazo de tiempo supondría que se pusiera en marcha un plan a través del que se procedería ha extraer el mineral, evento que dio como resultado que la precaria economia local creciera de forma notable.



Lo que implicó que se pasará de unos pocos aldeanos. Los cuales se dedicaban principalmente a las labores propias de la actividad pesquera, se multiplicarán de forma sustancial en un par de décadas. Progreso que se tradujo en que el paisaje tanto humano como económico de la comarca entrará en un periodo de desarrollo y prosperidad relativa.


Con el objetivo de devolver a la comunidad y a los visitantes, una zona en estado de abandono. Se abordo la recuperación de una viejas minas de carbón transformándolos en un lugar abierto, participativo e inclusivo.


Por la que se contemplo iniciar una serie de actuaciones encaminadas ha crear una serie de instalaciones de ámbito industrial en cuyas naves, se pudieran procesar y almacenar las decenas de miles de toneladas de carbón, las que producto de las continuas explosiones controladas de dinamita. Y las interminables jornadas protagonizadas por los cientos de mineros que rebozados en hollín picaban la dura beta arañando hasta la última arista de mineral.

Estructuras que finalizado el plazo de actividad minera y constatar definitivamente el agotamiento a lo largo de los muchos kilómetros, con los que se transformo una montaña sólida en una red de corredores sostenidos y apuntalados con vigas de madera. Cayeron primero en el desuso y posteriormente en el más absoluto abandono.

Debido a que la población había experimento un drástico descenso en su censo debido al efecto botella que había provocado la estampida de la mayoría de las familias que hasta recientemente habían recibido los ingresos emitidos por la compañía minera. Y que de un día para otro comprendieron que ante la falta de alternativas, no les quedaba otra salida que hacer las maletas y buscar un nuevo destino más alentador.

Estado de las minas poco antes de finalizar las tareas de limpieza y proceder a su reforma

El efecto inmediato de este cese de actividades fue que el complejo minero-industrial entro en un periodo de deterioro paulatino que lo acabó convirtiendo en una ruina. Decadencia que parecía que iba ha sepultar un legado de cientos de años bajo las miles de piedras desprendidas a lo largo de los siglos.

Pero que finalmente se ha revertido debido a la iniciativa MAR - Miniera ARgentiera. Un proyecto socio-politico abierto que se ha caracterizado por la participación activa de diferentes entidades y asociaciones. Que trabajando desde diferentes ambitos, han regenerado en su practica totalidad las ruinosas instalaciones.

Emprendiendo una serie de actuaciones que coordinadas por la agencia Landworks, se han caracterizado por abordar un espacio en desuso para tras reformarlo destinarlo a uso público de diversa indole. Pero priorizando y poniendo el acento en tratar de conservar al máximo y en la medida de lo posible su herencia minera.


En el proyecto Front Mare destacan los tonos agua marina inspirados por las aguas tranquilas del mar y el omnipresente ocre óxido, un homenaje a la intensa actividad minera que se ejerció en la region. La obra de gran magnitud actua como una conexión creativa entre el mar, la tierra y el cielo de Argenteira.


Por un lado, destacan las características figuras arquitectónicas de los antiguos almacenes en los que se acumulaban materiales mineros, mientras que por el otro, esboza los límites de las canchas de baloncesto y voleibol enfatizando el papel del juego como comunidad central y actividad social. Inaugurado en 2023,  hace poco mas de seis meses. Lo que quizás sea, lo más destacado en términos estéticos al menos sea la colosal intervención ejecutada por el dúo de artistas Tellas and 2bleene. Dos viejos conocidos de la escena urbana en Italia, y que con Front Mare.


Que han firmado un nuevo trabajo colaborativo de los muchos encargos que tienen en su cartera, proyectos con los que han conseguido crearse una identidad creativa que les ha permitido completar trabajos en una diversidad de ciudades. Tanto en el interior de las fronteras italianas como en festivales de arte urbano que abarcan los cinco continentes.




Aunque como en muchas otras ocasiones Front Mare contiene patrones similares a los de murales precedentes realizados recientemente, como son la aplicación de una óptica visual donde los motivos se representan a gran escala acaparando la práctica totalidad de los espacios comunes. Si se observa un matiz a destacar que en Front Mare, se rompe con la verticalidad.

Añadiendo a la superficie horizaontal en la que el pavimento se gestiona de forma integral, añadiéndole una narrativa en que los motivos lúdicos alusivos al paisaje y al mar que lo rodean, comparten espacio con otros motivos más funcionales. Obteniéndose un espacio dinámico en que sus usuarios se pueden sentir cómodos estableciendo un dialogo con su entorno natural y su rica herencia tanto natural como minera.




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