Baby Guerrilla, Más allá de los límites, tanto dentro como fuera de nosotros

En la era post-pandemia se están produciendo numerosos cambios en una diversidad de ámbitos creativos incluida la practica urbana, un campo que antes de que nos confinaran debido al Covid-19 se encontraba en plena eclosión mostrándose como un movimiento muy dinámico debido a que un buen número de artistas urbanos habían contribuido. 

Cada uno desde su propia esfera individual ha enriquecer un movimiento que estaba dejando atrás un primer periodo de estigmatizacion en el que sus autores y sus intervenciones habían sido tildadas en buena parte de los casos de actos vandalicos, por lo que en muchos de estos creadores habían sido víctimas poco más o menos de un proceso inquisitorial.

Y que cuando ya han pasado casi cuatro años desde que nos instalaramos en eso que se ha dado en llamar como "la nueva normalidad", ha supuesto que cada vez más estudios hayan hecho suya la frase haciendo un ejercicio de "adaptacion". Teniendo que aceptar encargos más formales y pertenecientes a un estilo más formal y accesible para el gran publico.

Por lo que cada vez se constata que se esta volviendo ha un contexto en el que se percibe un retorno al muralismo en el sentido más clasico, al menos en un sentido estético y visual. Porque habría que matizar que el empleo de materiales salvo excepciones son totalmente diferentes a los que empleaban en el muralismo más ortodoxo.

Retorno que tiene muchos aspectos positivos, como por ejemplo que está suponiendo que proliferan los certámenes y muestras de arte urbano. Fenómeno que da como resultado que cada vez más ciudades se engalenen con una colección de majestuosos murales. Los cuales embellecen cada vez más calles y plazas recuperando un paisaje urbano que se mostraba anodido e insulso hasta ese momento.

Murales cuyos motivos figurativos hacen alusión en la mayoría a narrativas domésticas cono los que una buena parte del público en general se pueden identificar. Otro de los referentes son retratos, casi siempre de grandes dimensiones con los que se humanizan las ciudades creando un vínculo entre los ciudadanos y el espacio publico con el que se relacionan.

Realizados en su mayoría a gran escala en ocasiones recurre a motivos o  colores llamativos con los que crea contrastes muy bizarros


Tendencia que por otra parte supone una merma en los mecanismos intelectuales del artista y que se provoca que se empobrezca la experiencia creativa, pues el autor ya no es contratado tanto en función de su identidad expresiva. Sino por el deseo expreso de que se ejecute un proyecto que previamente ha sido consensuado entre las partes.

Aunque evidentemente se trata de una situación pasajera que irá remitiendo pudiéndose retornar a un entorno, en el que la creatividad del autor finalmente puede hacer prevalecer su criterio. Esto sucederá sí siguen aflorando nuevas y prometedoras firmas como la de la australiana artista aunque trabaja bajo el seudónimo de Baby Guerrilla.

Que es sobre todo a raíz de finalizar el episodio pandemico, cuando ha mostrado sus buenos propósitos y grandes influencias como la de la fototografa conceptual Natsumi Hayashi de cuyas escenas protagonizadas por personas anónimas levitan en situacion tan inesperadas, como inusuales y cotidianas.



Se percibe un elemento performativo en sus retratos que nos interroga sobre nuestros anhelos y de como nos influyen en la formación de nuestra identidad como individuos.


Y de cuya inquietante percepción de la realidad ya os he hicimos un sintético resumen que podéis recuperar AQUI. En el caso de Baby Guerrilla sus personajes aunque siguen adoptando esa expression liviana, con los crea atmósferas etereas y frágiles a la vez. Con las que transmite una sensación de movimiento e ingravidez.

No recurre a la manipulacion fotográfica que hace Hayashi, con los que logra que la imagen obtenida se ajuste la velocidad del obturador de su cámara. Con la ofrece un relato que desafia a las convenciones sociales. Sino que recurre un proceso en el que la representación no tiene porqué obedecer a una situación necesariamente real.

Sino que la autora que vive en la actualidad en la localidad de Naarm Melbourne en Australia. Comtempla el espacio publico como un lugar en el que coloca su pegatina a gran escala de personas anónimas que conviven con el resto de los elementos del mobiliario público creando un testimonio en el interacciones sociales están omnipresentes.

Los personajes que pueblan los murales de Baby Guerrila del deseos de volar

Baby Guerrilla qué desde que era pequeña ya era consciente de que emplear su tiempo trabajando en algún ambito creativo, es licenciada por el Victorian College of the Arts de la Universidad de Melbourne.  En la que se matriculo en la facultad de arte especializándose en pintura al  óleo, siendo el estilo en el que ella se siente más realizada como artista. 

Siendo una técnica que ha incorporado con más o menos habilidad a sus intervenciones en el espacio publico, y que se pueden apreciar en mayor medida en buena parte de sus actuaciones. Añadiéndose en obras como las que forman parte de su primera etapa y de las que todavía quedan en Melbourne y alrededores.


Sobre la constante visual de representar a personas en una especie de nebulosa, flotando, como si estuvieran instalandas en una especie de estado próximo al sueño profundo.  Definitivamente no obedece esta forma de abordar la obra a ninguna narración singular. Eso no quiere decir que se una opción casual o inocua, aunque en principio puedan parecer obras presididas por una atmósfera lírica toda interpretación es válida. 


Los cuerpos flotantes de Baby Guerrilla presentan una sinergia commovedora, a través de las que crea imágenes tan fugaces como etéreas que capturan un recuerdo lejano, un reflejo o una emoción pasajera. 


En el caso de la propuesta de Baby Guerrilla sus obras se nutren de a menudo, de los instintos más primarios que afloran en lo más profundo del subconsciente humano. Y que aunque suelen pasar desapercibidas en las mayoría de las ocasiones, se acaban materializando por mecanismos inesperados revelando facetas de nuestra conducta y esencia como seres humanos.


Aunque paralelamente ya estaba tanteando y explorando el rendimiento expresivo que le ofrecia el arte urbano. Fue durante su periodo formativo cuando se percató de que el dibujo se podía escenificar en el ámbito público sacándolo del a veces académico y excesivamente intelectual circuito de las galerias.


Para ella como artista la expresión urbana es un camino a través del que conquistar el espacio publico, muchas veces contemplado como un lugar simplemente productivo en términos economicos. Como una incubadora activista en terminos de ideas más allá del bombardeo constante de la publicidad al que estamos sometidas.


Otra de la facetas a destacar de esta artista multi-disciplinar es su colaboración como creadora activista en una diversidad de causas. La ultima de estas colaboraciones altruistas ha sido con motivo de una invitación que recibió por parte de la asociación Eppinin que forma parte de una comunidad de apoyo mutuo y solidario que trabaja con los más desfavorecido llamada Whittlesea Community Connections y que opera en la localidad de Whittlesea situada en la costa. Para la que realizó el mural que hay encabezando este parrafo.


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