Josef Koudelka, el retrato humano de una Primavera revolucionaria que marco su vida


Dicen los expertos que para tomar una buena fotografía tan solo tienes que poseer los conocimientos tecnicos precisos con los que capturar ese momento casi magico que representa poder filtrar la luz a traves de un objetivo, pero que para que sea perdurable ese momento en el tiempo tienes que encontrarte en el lugar oportuno, en el momento que sucede el acontecimiento fotografiado.

Pero que para poder realizar una fotografia  que trascienda y perdurable en el tiempo, quedando impresa en millones de retinas a lo largo de diferentes generaciones con todo lo que eso implica.

Que tienes que haber tenido la oportunidad de encontrarte en ese mismo sitio con anterioridad a los hechos que estas describiendo, tienes que poder ser testigo de la sucesión de hechos que se estan produciendo en ese mismo instante. Por lo tanto se tienen que producir una combimación de factores que propicien que una imagen se convierta en iconica.


LA FOTOGRAFIA COMO ICONO DE UNA EPOCA

 
Uno de esos fotografos afortunados que pudieron ser describir un hito historico que contriburia a concienciar al resto del mundo, sobre las consecuencias socio-politicas de vivir bajo un sistema idiologico y economico que no se desea y con el que no te sientes identificado.

Fue el fotografo checoslovaco Josef Koudelka, alguien que aprendio el oficio influenciado por un amigo panadero, y que acabando de regresar de completar un viaje en el que habia realizado un reportaje fotografico de diferentes comunidades gitanas del centro de Europa.

Se topo de bruces con las primeras unidades acorazadas que bajo el mando del Pacto de Varsovia, fueron enviadas para sofocar las protestas de un país que a través de los acontecimientos que se produjeron en el transcurso de lo que se denomino como la Primavera de Praga.

Serie de manifestaciones y actos de caracter socio-politico cuyo objetivo eran destabilizar y derribar el regimen comunista, un conjunto de efemerides que fueron reflejadas por Josef Koudelka a lo largo de la primera parte de 1968, cientos de imagenes realizadas casi de forma clandestina y en blanco y negro.

Formato (el blanco y negro) del que Koudelka siempre se ha considerado un devoto practicante, y que tras mil impedimentos finalmente pudieron ser distribuidas a través de la agencia Magnum, pudiendo ser vistas por decenas de millones de lectores.

Gracias a que fueron publicadas por multitud de publicaciones sobre todo rotativas pertenecientes a paises Occidentales. Imagenes cargadas de elocuencia a través de las que se mostraba una realidad social e institucional  a la que debido a la censura ejercida por las autoridades era de muy difícil acceso para la opinion publica.


ACONTECIMIENTOS FOTOGRAFICOS QUE REFLEJAN UNA EPOCA EN TRANSICIÓN

Un puñado de fotografías que debido a la situación de inseguridad juridixa y de los hechos que reflejaban se publicaron firmadas bajo seudónimo mas concretamente con las escuetas siglas P.P., por temor a recibir represalias por parte de las autoridades represivas del estado, cuyas consecuencias se podrían extender al resto de la familia de Josef.

Y cuya verdadera autoría no se revelo hasta que fue derribado el muro de Berllin veinte años después, tiempo en cuyo transcurso Kuodeika entro a formar parte de la agencia Mgnum gracias a la mediación de una amiga historiadora.

La cual le envio una muestra al tambien fotografo Elliott Erwitt, que inmeditamente supo darse cuenta de la calidad del trabajo que tenia entre las manos, iniciando los tramites no solo para que se publicaran el material contenido en las decenas de carretes de fotos recibidos.

Sino para que su autor obtuviera el visado con el que pudiera trasladarse desde su país natal, a una primera residencia establecida en Londres, breve escala que  posteriormente le llevaría a Francia donde se le concedió la nacionaldad francesa, suponiendo un punto de inflexión en su vida.

A partir del que se convirtió en un trotamundos, condición que le permitio recorrer varias veces el mundo, un viaje en el que según ha confesado el ganador de la Robert Capa Gold Medal Award, siempre trato a través de su trabajo como fotografo el poder ser testigo de lo que sucedía a su alrededoraplicando un enfoque en el que la experiencia sobre el terreno y los elementos que lo conforman, es fundamental si se quiere hacer una analisis visual lo mas fiel y coherente a la realidad que se esta observando y retratando.
  
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En la trayectoria de todo gran fotografo existe un acontecimiento que de alguna forma marca el resto de su vida profesional, en el caso de Josef Koudelka la Primavera de Praga del 68 supuso un acontecimiento que no solo le permitio adquirir la experiencia como fotografo de la que carecia, sino de desarrollar una identidad visual que le ha acompañado el resto de su vida.


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