De carácter itinerante y efímera la instalación performance The Blue Tree refleja los estados ambiguos entre lo artificial y natural. Un dilema que definen a las sociedades contemporáneas.
En una de las ultima ocasiones que se realizo la intervención fue con motivo de la celebración de la Bienal de Arte en 2.011 que tuvo por escenario la ciudad canadiense de Vancouver. Konstantin eligió una hilera de arboles situada en uno de los muchos paseos que definen, causando autentica hilaridad entre sus habitantes.
Los arboles se muestran como dispositivos autónomos con capacidad para modificar su identidad, en función de las propiedades del lugar. Vestidos de azul mate parecen elementos extraídos de un relato infantil sugiriendo al espectador una interpretación surrealista del paisaje con el que habitualente se relaciona.
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