La escultura Sophie Ryder cuyo trabajo es conocido por sus series de esculturas en bronce donde realiza reproduciones de animales silvestres adoptando posiciones humanas.
En la serie de instalaciones tituladas The Eye y The Big Smile sustituye los volúmenes y la solidez del bronce por un formato unidimensional. Estandartes realizados en papel representan la visión y la comunicación humana.
Ubicadas en un paisajes rural su presencia se convierten en los sentidos que sirven de altavoz vigilando la integridad y conservación del medio natural.
Sophie Ryder nació en Londres, Inglaterra, en 1963. Sus trabajos recuerdan más a una musa prerrafaelita que a una prolífica constructora de imágenes potentes. Las miradas engañan, por supuesto, y en su caso la evidencia de su dura profesión nace en la punta de sus dedos. Estos se han vuelto tan desgastados por los materiales que utiliza que virtualmente ha perdido la capacidad de hacer huellas dactilares.
Ubicadas en diferentes localizaciones del Parque Escultural de Yorkshire en el Reino Unido. En cuyas instalaciones se puede visitar buena parte de su obra en la que su autora indaga en los elementos que nos vinculan con nuestro entorno natural, subrayando aquellos aspectos que facilita nuestra relación y comprensión del mismo.
El compromiso lo es todo, y uno ve la misma cualidad aplicada a todo lo demás que hace en el manejo de la vida diaria dentro de su hogar. La única manera en que puede mantener un equilibrio saludable es tener un enfoque muy disciplinado de su trabajo, y trabajar solo con aquellos que entregan un nivel equivalente de compromiso. Sin embargo, Sophie no es una prima donna. Gran parte de su trabajo expresa su deseo de preservar su propia 'alegría de vivir' a toda costa, despertando la nuestra en el proceso.
_edit_188822180547080.png)
_edit_8099193296908.jpg)
