Se suelen obviar aquellos que por considerarse iniciaticos se tienden a percibir de escasa relevancia o cuando menos secundarios. Ya no digamos de aquellos que por la circunstancia que sea no se llego a materializar, quedando relegados a poco mas o menos que el olvido.
Esbozado en 1968 el volumen de hechuras futuristas (sino distopicas) firmado por un practicamente desconocido y muy joven arquitecto ingles que respondía al nombre de Richard Rogers. Ya nos ponia en antecedentes (no obstante), de que reunía unas cualidades innatas como diseñador que marcaría tendencias en las siguientes decadas.
La Roger House (abajo), se inspira en la Zip-Up (arriba) de Richard Rogers, un proyecto en principio inconcluso
Y es que el autor de la reforma del Centro Pompideu en Paris, la Banquentin House en Londres o la Bodegas Peñafiel en Valladolid. Entre otros muchos notables proyectos gracias a los que en 2007 se le otorgo un merecidisimo Premio Pritzer. El cual reconocía su enorme aportación a la practica arquitectónica.
Cuando coincidiendo con su finalización de su formación universitaria en Yale, etapa en la que conoció a otro icono de la arquitectura contemporanea como es Norman Foster. Daba a conocer su diseño de Zip-Up House, una propuesta que desafiaba los sentidos y la ortodoxia imperante.
Se trata de uno de los primeros proyectos de Richard Rogers, que poco tiempo después se reformularia como residencia en la que habitarian de forma permanente sus padres, la cual él propio Rogers describe como un tubo transparente con sólidos muros divisorios.
Se trata de un concepto residencial innovador que establece un estándar para una vida sostenible y eficiente. Pretendia ser una respuesta a una arquitectura doméstica anodina. En este contexto la Zip-Up House y su desarrollo posterior, el Zip-Up 2.
Representaron la primera exploración especulativa de Rogers en cuanto a las posibilidades de la vivienda moderna. Aunque nunca fueron construidos, estos proyectos sirvieron de modelo para la casa que Rogers construyó para sus padres en Wimbledon.
Completamente prefabricada, la Zip-Up House permite una construcción rápida y económica con excelente eficiencia energética. Los componentes se transportan y ensamblan fácilmente en el sitio, y su diseño modular facilita la expansión mediante la adición de módulos. El interior, al carecer de paredes estructurales fijas, puede adaptarse a las necesidades de los ocupantes, promoviendo la personalización y reconfiguración del espacio.