Como una pesadilla que piensas que ya nunca mas creerias que volverias a provocarte abruptas iterrupciones de un sueño hasta ese momento habitualmente placido haciendote padecer largas noches de insomio, la irrupción del Covid-19 en nuestras vidas ha modificado nuestra percepción acerca de los vulnerables que podemos llegar a ser.
Ante determinadas circunstancias que consideramos como poco mas o menos que superadas e incluso pertenecientes a un pasado, que por experiencia y medios a nuestro alcance no podiamos ni concebir que remotamente se podria reproducir de nuevo y en todo caso de reeditarse no lo haria con tanta virulencia.
Algo que en Occidente se ha puesto de manifiestamente en duda y entredicho dejando en evidencia la adopción de unas politicas y medidas sanitarias que hasta esta crisis nunca habian sido tan cuestionadas, un espacio donde prevalecia la asistencia sanitaria universal como dogma que garantizaba una asistencia individual y colectiva articulandose una respuesta acorde independientemente de la magnitud del peligro al que nos tuvieramos que enfrentar.
Donde nos jactamos de poder estar asistidos por uno de los sistemas sanitarios mas avanzados y mejor dotados del mundo. Habiendose visto desbordado como consecuencia de que sus usuarios acudieron masivamente debido al estado de psicosis generalizada que se creo en un breve intervalo de tiempo.
Mostrando la carencia de medios e infraestructuras con capacidad suficiente para que se permitieran articular una respuesta equivalente y eficaz frente a una amenaza sanitaria sin precedentes en Europa desde hace decadas. Y que desde que a finales de Febrero se detectaran los primeros casos en la ciudad de Bergamo en Italia convirtiendose en la zona cero desde la que se extendio al resto de Europa.
Algo que en Occidente se ha puesto de manifiestamente en duda y entredicho dejando en evidencia la adopción de unas politicas y medidas sanitarias que hasta esta crisis nunca habian sido tan cuestionadas, un espacio donde prevalecia la asistencia sanitaria universal como dogma que garantizaba una asistencia individual y colectiva articulandose una respuesta acorde independientemente de la magnitud del peligro al que nos tuvieramos que enfrentar.
Donde nos jactamos de poder estar asistidos por uno de los sistemas sanitarios mas avanzados y mejor dotados del mundo. Habiendose visto desbordado como consecuencia de que sus usuarios acudieron masivamente debido al estado de psicosis generalizada que se creo en un breve intervalo de tiempo.
Mostrando la carencia de medios e infraestructuras con capacidad suficiente para que se permitieran articular una respuesta equivalente y eficaz frente a una amenaza sanitaria sin precedentes en Europa desde hace decadas. Y que desde que a finales de Febrero se detectaran los primeros casos en la ciudad de Bergamo en Italia convirtiendose en la zona cero desde la que se extendio al resto de Europa.
Ha puesto en jaque a las diferentes autoridades sanitarias implicadas en su tratamiento y erradicación suponiendo un desafio que se esta abordando desde multiples ambitos. En el caso de la practica arquitectonica la mayoria de la diversidad de propuestas se han decantado por el diseño de soluciones que destacan por su polivalencia y su urgencia constructiva.
Requisitos que ya se pudieron constatar en la construccion de dos hospitales satelites en los alrededores del foco original de la infección en la ciudad de Wuhan en un tiempo record, y cuya puesta en funcionamiento supuso un alivio para un sistema de salud practicamente colapsado por la falta de camas, unidades de cuidados intensivos y respiradores.
Requisitos que ya se pudieron constatar en la construccion de dos hospitales satelites en los alrededores del foco original de la infección en la ciudad de Wuhan en un tiempo record, y cuya puesta en funcionamiento supuso un alivio para un sistema de salud practicamente colapsado por la falta de camas, unidades de cuidados intensivos y respiradores.
CURA es una unidad modular sanitaria y autonoma, cuyo diseño hermertico sella su interior garantizando la inmunidad del personal sanitario y el tratamiento de los pacientes diagnosticados con Covid-19.
Con las que poder garantizar la recuperación satisfactoria de los miles de pacientes que mostraban sintomas relacionados con el Covid-19 principalmente cuadros por insuficiencia respiratoria, y a los que duras penas se podia diagnosticar por falta de unas instalaciones que cumplieran con unos requisitos optimos. Situación extenuante que de forma analoga tambien se estaba viviendo en otras muchas ciudades en Italia entre ellas Milan.
Donde el estudio de arquitectura Carlo Ratti Associati ha propuesto un diseño basado en la utilizacion de contenedores de carga. Una solucion intermedia con las que se pretende cubrir las necesidades sanitarias a corto y medio plazo de una ciudad.
Tan densamente poblada como es la capital Lombarda, a cuya población de casi 1.500.000 de personas hay que sumarle los cientos de miles que conforman su area metroplitana, siendo una de las areas sanitarias mas afectadas del pais por la infección del coronavirus, siendo la primera región donde se decreto el confinamiento.
Concentrandose casi un tercio de los fallecimientos declarados hasta el momento en toda la geografia italiana, una alta tasa de mortalidad debido fundamentalmente a que el conjunto de hospitales que forman su red sanitaria, no disponian de las unidades suficientes equipadas con algo tan basico para luchar contra el Covid-19, como son los respiradores.
RELACIONADO: Green Container International Aid, contenedores de vida
Sobre todo en aquellos casos mas avanzados, donde los sintomas del paciente indican dificultades respiratorias graves, precisando respiración asistida. Por lo que el diseño de de Carlo Ratti se ha centrado en la construcción de una matriz especializada destinada a albergar unidades de cuidados intensivos (UCI).
El diseño de cada capsula se ha contemplado como una unidad autonoma, un espacio hermeticamente sellado que garantice el aislamiento del personal sanitario en su interior y su inmunidad. Donde ademas de disponer de todo el material necesario para tratar la infección, cuenta con un laboratorio donde rastrear y comprobar si el patogeno ha remitido en el organismo del paciente, evitando peligrosos traslados de tejidos con una alta carga virica.
Concentrandose casi un tercio de los fallecimientos declarados hasta el momento en toda la geografia italiana, una alta tasa de mortalidad debido fundamentalmente a que el conjunto de hospitales que forman su red sanitaria, no disponian de las unidades suficientes equipadas con algo tan basico para luchar contra el Covid-19, como son los respiradores.
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Sobre todo en aquellos casos mas avanzados, donde los sintomas del paciente indican dificultades respiratorias graves, precisando respiración asistida. Por lo que el diseño de de Carlo Ratti se ha centrado en la construcción de una matriz especializada destinada a albergar unidades de cuidados intensivos (UCI).
El diseño de cada capsula se ha contemplado como una unidad autonoma, un espacio hermeticamente sellado que garantice el aislamiento del personal sanitario en su interior y su inmunidad. Donde ademas de disponer de todo el material necesario para tratar la infección, cuenta con un laboratorio donde rastrear y comprobar si el patogeno ha remitido en el organismo del paciente, evitando peligrosos traslados de tejidos con una alta carga virica.