La sala de espera de cualquier hospital debido a su función asistencial se caracteriza por ser un lugar neutro, donde los pacientes citados suelen pasar largos ratos sumidos en el tedio e incertidumbre, este estado en el caso de los usuarios infantiles se acentúa.
Para paliar esta desagradable situación el Hospital Great Ormond Street para niños, en Londres, encargo al artista visual Jason Bruges una instalación que amenizaran las estancias de los niños que asisten a su sección de pediatría. Con el titulo de Nature trail, su creador quiso desde un principio que su utilidad excediera lo meramente visual y estético.
La instalación que representa al mundo natural, es un mural digitalizado equipado de sensores que ante la interactividad de los peques, reproducen en sus paneles escenas protagonizadas por animales tanto salvajes como domésticos perfectamente reconocibles, lo que provoca el juego y la curiosidad de los niños que de esta forma permanecen distraidos.
Nature trail, está formada por setenta paneles de LED integrados donde se reproducen las escenas en modo gráfico. Los sensores de movimiento detectan la presencia de visitantes y pacientes, la activación de las pantallas muestran las siluetas de los animales en acción en su propio hábitat.
La idea era diseñar e instalar una obra de arte que distrajera a los pacientes hasta ser atendidos por su facultativo. La inspiración vino al obsevar a los pacientes como trataban de abstraerse leyendo o dibujando. De esta forma Jason traslado esta idea, interpretando las paredes del hospital como un lienzo natural.
La instalación que representa al mundo natural, es un mural digitalizado equipado de sensores que ante la interactividad de los peques, reproducen en sus paneles escenas protagonizadas por animales tanto salvajes como domésticos perfectamente reconocibles, lo que provoca el juego y la curiosidad de los niños que de esta forma permanecen distraidos.
Nature trail, está formada por setenta paneles de LED integrados donde se reproducen las escenas en modo gráfico. Los sensores de movimiento detectan la presencia de visitantes y pacientes, la activación de las pantallas muestran las siluetas de los animales en acción en su propio hábitat.
La idea era diseñar e instalar una obra de arte que distrajera a los pacientes hasta ser atendidos por su facultativo. La inspiración vino al obsevar a los pacientes como trataban de abstraerse leyendo o dibujando. De esta forma Jason traslado esta idea, interpretando las paredes del hospital como un lienzo natural.