La Fondazione Bertini sensibilza sobre la diversidad emocional a traves del arte urbano


Cubriendo en su totalidad la fachada orientada al norte, del edificio que alberga a la Fondazione Bertini en Milán.


Que entre sus muchas areas de actuación social, desarrolla programas de ayuda y tratamiento de personas con desequilibrios emocionales. Conjunto de actividades cuyo enfoque esta basado en tratar de visibilizar esta diversidad de expresiones emocionales.

Alegandolas del relato estigmatizado con el cual se las suele enfatizar, transmitiendo un mensaje que de forma arbitraria y en la mayoria de las ocasiones escasamente fundamentada de lo que son en el fondo estas expresiones emocionales.



Para eso recurre a un abanico de pedagógias entre ellas las estrategias creativas como el mural ejecutado fruto de la colaboración de los artistas urbanos 
Never 2501, Pixel PanchoMartina Merlini, Moneyless y GGT.


Cinco artistas que a pesar de sus matices estilisticos han completado un proyecto cuya simbologia y concepto. Conjugan lo mejor de los cinco estilos, con un propósito altruista con el que se pretende visibilizar una realidad, que por diferentes motivos suele quedar en un plano secundario. 

La Fundación Bertini creada el 13 de diciembre de 2007, da continuidad al trabajo de un editor y empresario italiano en el ámbito del compromiso social, materializando un proyecto que él apoyó firmemente. Su mandato y ámbito de actuación consisten en crear vínculos entre personas en situación de vulnerabilidad y el mundo laboral, tecnológico y empresarial. Desde la formación hasta la inserción laboral, desde la investigación aplicada hasta el desarrollo de herramientas útiles, desde la revitalización de espacios hasta la creación de empresas sociales.

La Fundación ha definido a lo largo de los años su misión mediante una clara línea de actuación e innovación social, tal y como se detalla aquí. Se dirige principalmente a personas con problemas de salud mental, así como a menores en situación de vulnerabilidad, refugiados políticos y personas privadas de libertad, dado que la salud mental y la vulnerabilidad social comparten profundas raíces comunes.