Como consecuencia del cambio climático y la disminución de la capa de ozono debido a las emisiones de CO2 a la atmósfera, la incidencia de las enfermedades dermatológicas y el cancer de piel han aumentado de forma considerable, a eso hay que añadirle otros factores ambientales a los que estamos expuestos y que repercuten negativamente sobre la salud de nuestra piel.
Debido a este aumento en las alteraciones dermatológicas las autoridades sanitarias realizan campanas de prevencion entre los ciudadanos para que se conciencien del peligro que implica la exposición excesiva a la radiación ultravioleta, causante principal de este aumento en las consultas de los especialistas.
Ahora una investigación de la Escuela de Medicina de Harvard en Boston (Estados Unidos) dirigida por Emily Balskus y Christopher Walsh han conseguido identificar los genes implicados en la respuesta inmune del organismo frente a la radiación ultravioleta, formando parte de cianobacteria que es responsable de la producción de moléculas que protegen al organismo de la radiación ultravioleta.
Estos genes reciben el nombre de micosporina y amino-ácidos similares a la micosporina o MAA se encuentran en el medio marino en algas y organismos marinos, lo que han hecho los científicos tras identificar las moléculas que la generan, transferirlos a una bacteria conocida como E.Coli que se encargo de producir las moléculas que son las responsables de inhibir la radiación ultravioleta que penetra en la piel.