Uno de los sucesos mas relevantes que ocuparon informativamente buena parte de 2.014. Fueron los conflictos raciales producidos por el asesinato de un ciudadano George Floyd a manos de la policía del condado de Ferguson.
Consecuencias que se han extendido entrado 2.015 y ha supuesto que se reabra un debate en torno al ejercicio de los derechos civiles en los Estados Unidos. Situación cuyo contexto socio-politico lejos de haberse superado esta más presente que nunca afectando a amplias capas de una sociedad cada vez más diversa en términos raciales.
Entre otras cosas a que fundamentalmente se ha experimentado un incremento muy notable de la población de origen inmigrante, fenómeno demográfico único y volatil en occidente que ha provocado que aún se vuelva más complejo un ecosistema en el cual las relaciones entre las diferentes comunidades minoritarias ya arrastraba asignaturas pendientes.
Esta tensión no resuelta aunque contaba con numerosos episodios más o menos recientes finalmente ha estallado coincidiendo con un año electoral que se caracteriza por la polarización entre las dos fuerzas políticas mayoritarias. Teniendo por otra parte una respuesta de carácter creativo, quizás una de las más sugerentes y elocuentes ha sido la que nos ha ofrecido los miembros del colectivo creativo MIC.
Compuesta por un conjunto de actuaciones contundentes que nacen de la inmediatez de unas intervenciones en las que el protagonista es la necesidad de darle un enfoque humanista cuya manifestación artística y estética busca el compromiso y solidaridad con las víctimas de los perjuicios raciales.
Las manos en blanco y negro simbolizan la unidad frente a la injusticia de las minorías afectadas. Y un intento por reflejar el descontento buena parte de las comunidades que han contribuido a los fundamentos y grandeza de los Estados Unidos.
Cuyo mensaje tiene como escenario el espacio publico y su rendimiento narrativo. Para eso se trasladaron al epicentro del conflicto siendo testigos de las movilizaciones protagonizada y convocadas por las organizaciones en defensa de los derechos civiles y algunas de sus jornadas mas incruentas, realizando fotos de las manos de muchos de los ciudadanos que participaron en las protestas.
De las que poco después reprodujeron en papel una selección de ellas, que pegadas de forma sucesiva en diferentes puntos de la ciudad. Pretenden transmitir el espíritu de solidaridad y hermandad hacia los miembros que conforman las diferentes minorías que componen el mosaico humano del estado y por extensión del país.
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