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The Battlelines Redrawn, paisajes de guerra


El inexorable paso del tiempo suele ser el responsable de la desaparición de cualquier tipo de huella. Que se haya podido producir debido algún acontecimiento que se haya podido producir en un determinado momento. 

Modificando el territorio y su paisaje. El proyecto The Battlelines Redrawn es una iniciativa en la que participan geógrafos, historiadores y artistas, cuyo propósito es analizar desde diferentes ámbitos. Como afecta sobre el territorio acontecimientos tan trascendentales como la I Primera Guerra Mundial.

Quizás el ultimo gran conflicto armado cuyas operaciones tuvieron como escenarios campos de batalla. Donde debido a la aplicación de la tecnología a la industria militar, se produjo importantes transformaciones directamente sobre el entorno, perdurando en el tiempo hasta la actualidad.


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Es asombroso observar como como las presiones producidas sobre el territorio por la guerra, se integran en el paisaje formando parte de su identidad



Future Library, un bosque de libros centenarios


Como si de una cápsula del tiempo se tratara todos y cada uno de los retoño de abeto que germinan en un claro del bosque Nordmarka situado en las proximidades de la capital Noruega. En un plazo  aproximado de cien años se talaran cumpliendo con su sacrificio con el enunciado de una paradoja, de un mundo donde supuestamente el formato físico del libro ha desaparecido o ha quedado relegado como reliquia conservada en los anaqueles de un museo, se editen hasta cien volúmenes inéditos de otros tantos autores que generosamente hayan realizado la donación de un libro inédito en vida.  

Esta metáfora retrofuturista creada a partir de la iniciativa de la artista britanica   Katie Paterson y que lleva por nombre Future Library, cuenta con una primera referencia. Aportada por la escritora también de origen ingles Margaret Atwood cuya buena de los argumentos sobre los que cimenta su extensa obra, órbita alrededor de la ciencia ficción y el misterio.

Cuando en 2.114 se comiencen a publicar todos y cada uno de los manuscritos donados, se podran a disposición del publico en general. Custodiados en una sala de la Biblioteca Pública Deichmanske, en el momento de ser editados a una prioricidad de un titulo por temporada, sera momento de comprobar si las todas y cada una de las historias que emergen de sus paginas. 

Folios con aire de genero futurista y redactadas una centuria atrás, obedecen a los canones sociales establecidos en esa supuesta sociedad actual, y cuyos autores ya habrán desaparecido al menos físicamente. Pudiendo valorar el grado de aproximación de su legado literario, comparando el futuro imaginado intelectualmente por el escritor con un presente incierto, en una especie de misión arqueologica donde el porvenir ya imaginado pero desconocido permanece vinculado y escondido entre las raíces del bosque.

Ella y Pitr - Anamorphic, marcós a través de los que recuperar la memoria


Como resultado de un viaje a localidad de Saint Etienne. Capital del departamento del Loira situada en el sureste de Francia y conocida por su industria armamentística.

La pareja artística conformada por Ella y Pitr, tras explorar muchos de sus recónditos lugares y descubrir algunos de sus muchos tesoros. Se percataron de que muchos de los edificios de su parque inmobiliario, se encontraban en un estado de conservación y deterioro estructural en muchos casos ruinoso.

Con el propósito de recuperar parte de su memoria y esplendor perdidos, realizaron una serie de intervenciones in-situ, que bajo la denominación sui-generis de Anamorphic (anamórfica). Tenia como propósito abrir mediante un filtro una puerta temporal que mostrara como era el edificio antaño.


Esta técnica utilizada a menudo en el cine creando la ilusión de amplitud en la imagen. La reinventan Ella y Pitr seleccionando un fragmento en el que aplican una combinacion de óptica 3D y composición tradicional, modificando la perspectiva de lo que se percibe.


Dando como resultado una versión actualizada de lo que pudo ser el origen del edificio en el momento de ser construido. Añadiendo elementos que hacen referencia al contexto social de la época, permitiéndonos de forma furtiva mirar a través de un marco, y constatar como vivían en ese mismo lugar nuestros antepasados.


Los artistas completaron este proyecto como parte de una campaña para el Centro Dramático Nacional de St Etienne, eligiendo lugares a los que llaman "partes olvidadas de la ciudad". Creando composiciones qué actuan cómo fragmentos de memoria que tanto subjetivamente como en términos colectivos nos invita a mirarnos a nosotros mismos y los espacios que habitamos.


Los restos de un avión sirven para homenajear a sus victimas


Este año se cumplen los 25 años desde que un avión de la compañía francesa UTA, se precipitara estrellándose contra las dunas del Sahara en la región del Tenere en Niger. Como consecuencia perecieron 170 personas y la totalidad del personal del avión.

Después de mas de dos décadas una delegación de la asociación de victimas tras un arduo trabajo de localización del resto de familiares, (muchos residentes países Africanos). Se trasladaron a la zona cero de la catástrofe, al punto exacto del árido desierto donde el aparato estallo consecuencia de un acto terrorista, con el propósito de rendirles un homenaje. 

En un acto de catarsis colectiva contruyeron un monolito creado por Guillaume Denoix de Saint-Marc, uno de los familiares de una las victimas. La escultura que se puedes observar desde Google earth, se compone de 170 espejos uno por cada uno de los pasajeros que viajaba aquel día en el avión.

Diseminados, los espejos se alterna con piedras formando un circulo que rodea los restos que tras mas de dos décadas todavía se encontraban en el lugar de los hechos. Y de los que sobresale la cola del avión referente visual del conjunto monumental.

Cada una de las víctimas están representados de forma individual a través de los 170 espejos rotos que forman la forma radial del monumento. En el centro un ala de avión en posición vertical que parece brotar de la arena. Una placa adosada al fuselaje de la cola, tallada con cada uno de los nombres de los difuntos, su edad y país de origen completa el emplazamiento.


Maia Urstad - Wall of Sound


Compuesta por filas apiladas formadas por ciento treinta de reproductores estéreo de cassettes la artista Maia Urstad, reproduce un muro de sonido físico en donde utilizando elementos vintage ofrece al expectador una experiencia sensitiva a través de la que evocar sus recuerdos del pasado.

La instalación Wall of Sound explora a través de accidentes tecnologicos aspectos emotivos del individuo, mediante la activación de sus recuerdos. Inspirada por los muros de piedra que forman del paisaje de su país natal Noruega. WOS emite una pieza que combina efectos sonoros, fragmentos de código morse y emisiones vía satélite.

Los equipos estéreos en la instalación tienen una doble función, visual y conceptual. En un nivel auditivo el sonido complementa la instalación estética vinculando su presencia en su contexto. Por otra parte también refleja cuestiones relacionadas con el desarrollo técnico y nuestra cultura de consumo.

Maia Urstad es un artista que trabaja en la intersección del arte visual y de audio. En los años ochenta, su medio artístico migró hacia la experimentación sonora, y desde 1987 ha trabajado con sonido en varios proyectos de arte, instalaciones especificas, teatro y cine. Su trabajo consiste en la integración de sonido en lugares específicos. Proyectos recientes incluyen instalaciones y performances sonoras exteriores e interiores en la que emplea elementos de tecnología de consumo masivo a partir de los que crea propuestas escultóricos sonoras.


House of 33 years, tres casas en una


La arquitectura no son solo aspectos técnicos o funcionales, la presencia de un edificio también el tender vinculos emocionales. El habitarlo, el decorarlo supone establecer una relación con las personas que residen en el con los diferentes elementos que lo componen.

House of 33 years es un proyecto realizado por los arquitectos Megumi Matsubara  trabajó junto Hiroi Ariyama. Encargado por una pareja de ancianos que tras 33 años decide volver a la localidad de Nara en Japon, donde se conocieron de jóvenes.

Deciden trasladar secciones de sus don anteriores residencias ubicadas originalmente en las ciudades de Sendai y Aomori. La casa montada en una parcela adyacente a un templo budista. Parte de un esquema compuesto modular protegido por un pabellón que diferencia el interior del exterior.

Una disposición en capas compuesta por paneles de vidrio y productos de madera, en el interior crean diferentes perspectivas visuales dependiendo  del ángulo dónde te encuentres. La casa consta de varios pabellones y habitaciones fabricadas en madera que sobresalen bajo una gran estructura de acero. La relación entre los elementos individuales define el carácter de la casa como un todo.

La casa de 33 años es una casa de un coleccionista que recoge recuerdos, cuya memoria y futuro existen simultáneamente en el mismo espacio. Al enmarcar vistas a través de diferentes áreas, las imágenes se producen continuamente por el movimiento de los habitantes. Cada imagen se le da su propio espacio superponiendose como múltiples adiciones a la casa para actualizar los recuerdos de la familia.


Mark Drew, nostalgia musical a través del diseño


A pesar de vivir inmersos en plena digital gracias a la que la practica totalidad de los contenidos que produce la industria del entretenimiento, son distribuidos aplicando un algoritmo basados en ceros y unos. Estamos asistiendo a un revival de viejos formatos como el vinilo, un mercado que fundamentalmente  que se nuestra de reediciones míticas de la música contemporánea y que esta experimentado un gran auge.

Este fenómeno retro también tiene su versión artística. Mark Drew con oficina en Tokyo ha querido realizar su particular aportación sumandote a esta corriente vintage, que consiste en utilizar la iconografía Pop para realizar un viaje temporal, que correlacione episodios de nuestra historia actualizando a través de manifestaciones artísticas actuales. 

Mark ha elegido para realizar su homenaje a la música que escuchaba en la década de los 80´s, de la que es un autentico fan, las conocidas como costuras o filetes laterales de loa míticos cassettes de cinta analógica, donde figuraba aparte del nombre del autor y titulo de la obra, por las que el consumidor identificaba la tipografía original, la editora discografica y el numero de serie del producto.

Para eso Mark recurre a diferentes técnicas artísticas a través de las que reproduce en cuadros, diseño web, laminas, murales, instalaciones e incluso camisetas, algunos de sus músicos y grupos favoritos. En general viendo las obras de Mark se tiene la sensación de que la parte gráfica de la música, con la era digital ha perdido su protagonismo, beneficiándose de otras áreas del como el marketing o la promoción.