Como si de una cápsula del tiempo se tratara todos y cada uno de los retoño de abeto que germinan en un claro del bosque Nordmarka situado en las proximidades de la capital Noruega. En un plazo aproximado de cien años se talaran cumpliendo con su sacrificio con el enunciado de una paradoja, de un mundo donde supuestamente el formato físico del libro ha desaparecido o ha quedado relegado como reliquia conservada en los anaqueles de un museo, se editen hasta cien volúmenes inéditos de otros tantos autores que generosamente hayan realizado la donación de un libro inédito en vida.
Esta metáfora retrofuturista creada a partir de la iniciativa de la artista britanica Katie Paterson y que lleva por nombre Future Library, cuenta con una primera referencia. Aportada por la escritora también de origen ingles Margaret Atwood cuya buena de los argumentos sobre los que cimenta su extensa obra, órbita alrededor de la ciencia ficción y el misterio.
Cuando en 2.114 se comiencen a publicar todos y cada uno de los manuscritos donados, se podran a disposición del publico en general. Custodiados en una sala de la Biblioteca Pública Deichmanske, en el momento de ser editados a una prioricidad de un titulo por temporada, sera momento de comprobar si las todas y cada una de las historias que emergen de sus paginas.
Folios con aire de genero futurista y redactadas una centuria atrás, obedecen a los canones sociales establecidos en esa supuesta sociedad actual, y cuyos autores ya habrán desaparecido al menos físicamente. Pudiendo valorar el grado de aproximación de su legado literario, comparando el futuro imaginado intelectualmente por el escritor con un presente incierto, en una especie de misión arqueologica donde el porvenir ya imaginado pero desconocido permanece vinculado y escondido entre las raíces del bosque.