Este año se cumplen los 25 años desde que un avión de la compañía francesa UTA, se precipitara estrellándose contra las dunas del Sahara en la región del Tenere en Niger. Como consecuencia perecieron 170 personas y la totalidad del personal del avión.
Después de mas de dos décadas una delegación de la asociación de victimas tras un arduo trabajo de localización del resto de familiares, (muchos residentes países Africanos). Se trasladaron a la zona cero de la catástrofe, al punto exacto del árido desierto donde el aparato estallo consecuencia de un acto terrorista, con el propósito de rendirles un homenaje.
En un acto de catarsis colectiva contruyeron un monolito creado por Guillaume Denoix de Saint-Marc, uno de los familiares de una las victimas. La escultura que se puedes observar desde Google earth, se compone de 170 espejos uno por cada uno de los pasajeros que viajaba aquel día en el avión.
Diseminados, los espejos se alterna con piedras formando un circulo que rodea los restos que tras mas de dos décadas todavía se encontraban en el lugar de los hechos. Y de los que sobresale la cola del avión referente visual del conjunto monumental.
Cada una de las víctimas están representados de forma individual a través de los 170 espejos rotos que forman la forma radial del monumento. En el centro un ala de avión en posición vertical que parece brotar de la arena. Una placa adosada al fuselaje de la cola, tallada con cada uno de los nombres de los difuntos, su edad y país de origen completa el emplazamiento.