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Berlin, desde Potsdamer Platz a Reichstag y su historia en 11, 20 o 6 minutos


En poco más de 11 minutos si decides utilizar el vehículo privado, en alrededor de 20 si optas por completar el recorrido a pie o en alrededor de 6 minutos si alquilas una de las decenas de bicicletas que están puestas a tu disposición por parte del servicio de alquiler de la capital de Alemania. 

Sera el tiempo que emplearas en conocer la practica totalidad de la historia sucedida en el espacio de tiempo que abarca alrededor de 150 años, y que afecta en mayor menor medida a ese espacio de convivencia que de forma más o confusa se denomina Occidente y que compartimos según las fuentes que consultes.

Entre los 500 y 2000 millones de ciudadan@s, cuyas raíces y herencia de alguna manera están vinculadas a los lugares que a continuación me dispongo a enumerar y describir. En unos casos de forma más pormenorizada y en otros poniendo más énfasis en los acontecimientos trágicos que simbolizan diferentes periodos de su historia.

Y que en algún sentido se vuelven a asomar a nuestras vidas últimamente como fantasmas cuyas sombras proliferan y se alargan acaparando toda nuestra atención e inundanos de temor e incertidumbre. Más de algun@ habrá ya intuido a la altura de este parrafo, que cuando menos nos hemos trasladado a Berlin.

Con todo lo que ello representa tanto desde una perspectiva histórica como desde un contexto mucho más próximo en el tiempo. Y es que en ese breve pero intenso recorrido que se inicia la Potsdamer Platz, uno de los lugares más cosmopolitas que se puedan visitar a día de hoy. 

Y finaliza en el parcialmente derruido o reformado (según se contemple) monumento del Reichstag y cuya autoria es de Norman Foster. Una intervención que causó estupor entre la opinión publica, la cual se incremento cuando el artista Christo lo envolvió en 1971 convirtiéndolo en un "regalo". Un edificio institucional y de gran transcedencia histórica y política, no en vano en la actualidad es la sede del parlamento de la Alemania unificada tras el derrumbe del bloque del Este y la caída del muro de Berlín.

El Monumento del genocidio Judío invita a reflexionar sobre nuestros dilemas históricos y contradicciones que vivimos en la actualidad 

Cuya presencia imponente y casi intimidatoria es fácilmente identificable gracias a  su cúpula semitransparente, una de la más fotografiadas solo comparable a la del Panteón de Agripa o a la del Domo de Florencia en Italia o más recientemente a la de la Esfera en Las Vegas.

Y que nos servirá de guia actuando como un faro por lo que sera muy difícil que nos podamos desorientar, entre el maremágnum de turistas que invaden la ciudad en casi cualquier época del año. Algo que en otro tipo de entornos urbanísticos más reducidos puede molestar, pero que en un recorrido relativamente largo y con tantos susceptibles lugares de ser visitados como este se puede asumir.
  

En nuestro caso hemos alcanzado la superficie de una plaza majestuosa a la par que cosmopolita, saliendo por unos de los accesos del suburbano. Un enorme  lugar de actividad en la que confluyen múltiples calles, y cuya composición urbanística en la actualidad. Flanqueada por el edificio Sony Center y por el proyectado por el arquitecto Renzo Piano.


Es asombroso como en un espacio relativamente reducido se puede contemplar buena parte de los hechos más determinantes de la historia de Europa de los últimos 150 años y sus heridas.


Ambos proyectados a finales de la última décadas del Siglo XX, eliminando la mayor parte del muro que dividío la ciudad a lo largo de su segundo periodo. Aunque todavía se conservan algunos tramos que sirven como lienzos de expresión urbana o como expositores de exhibición. Los cuales conparten espacio con obras de arte contemporaneo de artistas de Koontz, di Suvero o Haring.


Poco tiene que ver con la que a finales del Siglo XIX se construyó en las afueras de una ciudad, que se encontraba en plena expansión y que era producto de lo que sería conocido como el milagro aleman. Periodo de bonanza y prosperidad económica que desembocaria en la declaración de la Primera Guerra Mundial a mediados de la segunda decada del Siglo XX.

Un pasado del que apenas quedan restos, al menos perceptibles, a no ser que se cite que las bicicletas han vuelto a inundar sus calles, hábito muy común en aquella epoca. Cuando buena parte de la población sustituía el tiro de caballos por la bici o el incipiente tranvia.

El símbolo de la paz representado en una sección antigua del muro de Berlin

Ya de camino a nuestro primer alto en el camino situado en la Brandenburg Gate, repararemos en la presencia de lo que fue el Hotel Kaiserhof. Lugar emblemático aunque poco visitado, conocido por haber sido el lugar de encuentros de los oficiales nazis en el prólogo de la II Guerra Mundial.


Procurando a la vez mirar al suelo de vez en cuando para poder encontrar algunos de los nombres grabados en la acera, que hacen referencia fundamentalmente a luminarias del cine alemán como la Oscarizada Marlene Dietrich. Que aunque de forma modesta supone un homenaje a su singular cinematografia.


Paseo en el que ambos calles de la avenida tendremos la oportunidad algún de tomar refrigerio, a pesar del que el paseo hasta la Brandenburg Gate es relativamente corto. Por lo que es recomendable esperar a ver, los que quizás sean la serie de arcos mas simbólicos del mundo, para después sentarse a almorzar algo.



En tan sólo cuatro paradas y poco más de veinte minutos a pie puedes trasladarte y ser protagonista de diferentes épocas y eventos históricos acaecidos en el viejo continente.


Y es que este iconico monumento construido durante la regencia del monarca prusiano Federico Guillermo II en el Siglo XVIII. Se trata de una construcción Neoclasica que fue concebida con el noble propósito de representar la Paz. Por lo que fue bautizada con la Puerta de la Paz. Título que contrasta con los acontecimientos de los que ha sido testigo mudo.

Caracterizados por numerosas revueltas y algún paseo triunfal como consecuencia de la victoria sobre Napoleón, hecho por el que se modifico la cuadriga que preside el arco central. O Cuando el Los nazis subieron al poder, que usaron la puerta como símbolo de exaltación de sus "principios" arios. 


La puerta sobrevivió a la WWII a pesar de la magnitud de los daños producidos, aún estaba en pie entre las ruinas de Pariser Platz en 1945. Una cabeza de caballo de la cuadriga original sobrevivió, y hoy se conserva en la colección de la Museo de Arte Moderno. Otra andecdota que merece la pena citar es la visita que recibió en plena guerra fría por parte de John Fitzgerald Kennedy en 1963.

A lo largo de buena parte del recorrido no dejaremos de tener presente la silueta del Reichstag

Se cuenta que tras acercarse a saludar a los soldados que estaban sirviendo en el Checkpoint, saltándose el protocolo consiguió llegar a la plaza. Al percatarse los soviéticos de su presencia procedieron a desplegar unas enormes lonas con el propósito de evitar que pudiera mirar al otro lado de los arcos.

Una efimeride que nos acompañará hasta nuestra penúltima parada, un lugar en principio anodino por su uniformidad estetica. Pero cuya percepción se modifica instantáneamente al conocer sus motivaciones, resultando cuando menos peturbador.

Y cuya atmósfera nos puede llegar a conmocionar. Curiosamente se trata de una obra que es fruto de la colaboración del arquitecto Peter Eisenman y el ingeniero Buro Happold, una obra racional que representa la sinrazón y que fue inaugurada en 2005. Sus 2711 bloques o losas situadas a diferentes alturas se proyectan en el espacio de forma monótona constituyendo un lugar de duelo y memoria. Cuya presencia nos recuerda la barbarie a la que fue sometida la comunidad Judia en los campos de extirminio.   


 

No estando exento de controversia debido a que una de las empresas concesionarios, Degussa, fue designada para proveer el material que evitará los actos vandalicos en el conjunto monumental. Resulta que albergaba antecedentes que vinculaba su actividad con las autoridades nazis. Más concretamente con la fabricación  del Zyklon B, el gas que se filtraba en las cámaras de gas.

Ahora, quizas, si es el momento de distraer la atención reponiendo fuerzas antes de finalizar este "breve" pero intenso paseo. Dependiendo del horario puede tocar almorzar o merendar, en todo caso contamos con una amplia oferta con  la que poder satisfacer nuestro apetito. Que va desde la tradicional salchicha con curry y guarnición de patatas conocida como currywurst hasta algo más ligero y dulce como los bretzels o los omnipresentes Berliner Pfannkuche (donuts rellenos de chocolate o caramelo).

Lo suficiente como para afrontar nuestro destino final que se situa en el Reichstag, un edificio de corte neorrenancista que se encuentra emplazado en la Königsplatz o (Plaza de la Republica). Finalizado en su primera versión en 1918 entre sus muchos alicientes cuenta con una biblioteca que alberga más de 260000 volúmenes entre ellos incunables de dramaturgos como Goethe.

Pero lo que más llama la atención es su entereza no habiendo sucumbido a la casi interminable sucesión de bombardeos aliados, los que redujo prácticamente a escombros el distrito de Mitte. Aunque unos años antes en 1933 ya sufrió un aparatoso siniestro, que aunque fue deliberado todavía a día de hoy esta sin esclarecer. Lo que si es un hecho constatado es que el emergente partido Nazi, logro utilizar este incidente para que se emitiera un decreto de urgencia por el que se restringia el régimen de libertades del que gozaba el ciudadano alemán hasta la fecha. Liberado en abril de 1945 todavía conservamos en la retina la polémica y casi mitológica foto de Evguéni Jaldéi, instantánea en la que aparece un soldado soviético alzando la bandera con la hoz y el martillo sobre el edificio del Reichstag.  
  

Scheunenviertel el barrio más bohemio de Mitte en Berlin


Aunque el mítico distrito de Mittel en Berlín se puede visitar prácticamente en una sola jornada si uno se limita ha escoger aquellos lugares que por su transcendencia se consideran los más atractivos turisticamente.


Como por ejemplo la Puerta de Bradenburgo, la conocida como la Isla de los Museos o la iconica cúpula del parlamento Alemán que recibe el nombre de Reichstag. Aparte ofrece otras muchas posibilidades de igual o mayor interés que pueden resultar o igual de sugerentes. Pudiendose organizar futuros viajes cuyas fechas estén localizadas en diferentes estaciones siendo la excusa perfecta para volver las veces que sean necesarias.


Por lo que merece mucho la pena programar varios encuentros con la capital de la gran Alemania que nos permita hacer un recorrido del conjunto de barrios que conforman lo esencial de este majestuoso distrito, cuya mayor parte de su superficie estuvo bajo el amparo y administración de la antigua República Democrática de Alemania. Forma jurídica que cambió tras la caída del muro y posterior reunificacion.


Una etapa más en su historia que tiene su origen en una pequeña aldea cuyos primeros asentamientos eran básicamente comunidades o clanes de lo que era en aquel entonces una ciudad cuya principal actividad era la comercial. Contexto que se alargo hasta bien entrado el siglo XIX y el cual cambio con la llegada de la industrialización, a partir de que se desarrollo vertiginosamente acogiendo a buena parte de las columnas de inmigrantes que se desplazaban del campo a la ciudad. 

Y que siglos más tarde concentra la mayor cantidad de monumentos y lugares de interés de la capital Germána un contraste brutal del que todavía se pueden apreciar algunos restos si uno se sale por un momento de los itinerarios digamos oficiales, y se aleja de lo que podríamos denominar como la almendra central de un distrito que por otra parte no destaca por ser uno de los distritos más densamente poblados, alcanzando apenas los 335000 habitantes.


Que se distribuyen en un total de seis subdistritos que a su vez se dividen en una diversidad de barrios o colonias, cada una con sus propias particularides. Pero si hay alguna zona que merece especial atención es la que reúne algunas de las manzanas más antiguas de la ciudad. Aunque tradicionalmente es relegado a un papel secundario en los numerosos tours, el barrio judío de Scheunenviertel es un lugar que ofrece algunos de los más reveladores lugares que te sorprenderan.

Uno de los muchos rincones donde de forma informal se puede percibir la intensa vida de este barrio

A partir de los tratar de comprender y poner en contexto algunos de los pasajes más determinantes a la par que peturbadores de la historia relativamente reciente de Occidente. Y es que este barrio del que sólo quedó  en pie la Sinagoga Heidereutergasse, tras los bombardeos aliados durante la WWII que liberaron la ciudad. Un templo en el que todavia se pueden constatar en sus muros los numerosos agujeros de bala que salpican su fachada. 

Y que tras remodelarse recibió el sobrenombre de la Sinagoga Nueva, y de cuya estampa destaca su cúpula principal. La cual se puede ver desde los restos de la mayor necropilis hebrea que había en la ciudad, camposanto del que apenas unas pocas lápidas, las pocas que se pudieron recuperar tras ser arrasado en los primeros días de la gran cotienda.

Asi como una estatua colectiva que rinde homenaje a las decenas de miles de víctimas que fueron de portadas desde el gueto instalado allí, siendo trasladadas a los diferentes campos de concentracion repartidos tanto dentro de Alemania como las que fueron construidas en los países limitrofes. Donde la inmensa mayoría de ellos perecieron.


Perderse entre sus calles es retroceder en el tiempo pudiendo contemplar la historia de Occidente del último siglo.

El extraño e impronunciable nombre de Scheunenviertel, por cierto, se remonta a siglos atrás a los días en que el barrio estaba ubicado fuera de las murallas de la ciudad; siendo el hogar de una gran cantidad de graneros que almacenaban el heno y la paja necesarios con los que se abastecian a el mercado de ganado cercano en Alexanderplatz. Siendo el principal producto sobre el que giraba la economía de la región sobre la que crecía la ciudad.


Entre los muchos referentes que atestiguan de la presencia de la comunidad judía en el distito destaca los conocidos como Cobblestone o adoquines de cobre. Y que no son otra cosa que un motivo de duelo que grabados con los nombres de las víctimas judias forman parte del pavimento regular. Siendo una iniciativa que tras originarse en sus calles se ha exportado a otras muchas ciudades.

Para los más despistados especificar que su nombre en alemán es Stolpersteine siendo obra del artista Gunter Demnig, abundan en la zona de la calle Auguststr. 24. En los alrededores se puede aprovechar para entrar algunas de las muchas galerías de arte que comenzaron a instalarse en el distrito coincidiendo con el cambio de siglo y que tras un comienzo dubitativo han logrado que a su alrededor se genere una rica actividad cultural.

Adoquines dorados en homenaje a las víctimas de la comunidad Judía residente en Berlín 


En otro contexto un buen lugar para comenzar a explorar el Scheunenviertel es en el ricamente ornamentado Hackescher Markt S-Bahn, un pintoresco lugar que se ha convertido en un espacio comun donde se reúnen los vecinos, siendo un de las escasas estaciones de tren (de la epoca del vapor) que aún conservan su estructura original y ladrillo rojo de sus paredes. 


Al otro lado de la calle se alza la ornamentada fachada del Hackesche Höfe, el más grande y famoso de los complejos de patios comunales, de los muchos que había en el Berlín de entreguerras. Y en los que en la actualidad ya apenas quedan residentes, habiéndose reformado la mayoría de los apartamentos en el transcurso de las últimas dos decadas. Se trata de viviendas comunales que estaban interconectadas por galerías siendo uno de los primeros proyectos de esta índole datando su construcción de la época de Weilmar.

Después de haber conocido dos patios traseros, caminamos por Rosenthaler Straße e inmediatamente en el lado izquierdo vemos el Rosenhöfe. Un pequeño oasis en el que parar en el recorrido que ofrece una amplia gastronomía y pequeñas tiendas. A través de Rosenhöfe serpenteamos hasta otra salida en Sophienstraße. Ahora seguimos caminando hacia el norte y visitamos el hermoso Sophie-Gips Höf en el lado derecho, en el patio central uno de los cafés Cynthia Barcom más conocidos te espera para deleitarte con su selección de dulces.


Bohemio y onírico el barrio de Scheunenviertel en el distrito de Mitte se ha convertido en un refugio y en el secreto mejor guardado de la capital berlinesa.


Y que ahora invitan a tomarse algo en uno de los muchos cafés típicos del ScheunenviertelEn los meses más cálidos, los lugareños y turistas se agolpan alrededor de las mesas que se derraman hasta una plaza libre de automóviles donde los artistas callejeros han creado la atmósfera de una alegre plaza italiana, mientras que en un lado un mercado de agricultores se instala todos los jueves y sábados.



Uno de los lugares más curiosos que te puedes encontrar al adentrarse entre sus calles es el teatro de marionetas Firlefanz situado en el número 10 de la calle Sophienstr. Si programas tu viaje en las proximidades de la navidad, no dejes de acercarte al mercado tradicional que se despliega en el centro del barrio, uno de los más especiales y no excesivamente masivos de la ciudad. 




Para tener una idea de cómo se veía gran parte del Scheunenviertel antes de la caída del Muro de Berlín, situarse al lado en el patio de la organización sin fines de lucro Casa Schwarzenberg, un espacio sin renovar y sin pretensiones donde el arte y la creatividad se respira en todo momento. Donde se pueden ver intervenciones de arte callejero.

Berlín es famoso por muchas cosas, pero fundamentalmente por su cultura “alternativa”, algo que es difícil de ver en casi ningún otro lugar del mundo (al menos en la cantidad y calidad que ofrece la capital de Alemania). Ahora, una cosas es que te lo cuenten y otra meterte de lleno en ella. Esto es lo que se puede conseguir entrando en este pequeño callejón que sale de la muy transitada calle Roshentaler. El contraste es sencillamente apabullante; sales de una de las zonas más comerciales de Berlín para entrar en una de las más underground. Decorada con centenares de graffitis. Pero al adentrarse en este callejón te das de bruces con algunas tiendas, un bar y, sobre todo, una exposición callejera que bajo el nombre Dead Chickens está compuesta por los famosos Animatronics.



Urban Nation, exposiciónes de arte urbano en un edificio berlines del siglo XIX



Los usos que puede recibir un mismo espacio pueden variar mucho en función de la época y el contexto en el que nos encontramos. De hecho en NQ ya hemos ofrecido unos cuantos ejemplos, de cómo un mismo edificio puede a lo largo de un intervalo de tiempo, de por ejemplo siglos.


De pasar de albergar el mobiliario propio de un templo leturgico, ha convertirse en una biblioteca, o de convertirse en una tranquila residencia familiar o incluso en un lugar recuperado donde cientos de jóvenes pasan sus momentos de ocio y tiempo libre practicando deportes urbanos como el Skateboard. Sólo por citar tres ejemplos, de los muchos que relacionados con el aprovechamiento y reciclaje de arquitecturas en desuso o directamente abandonadas se pueden encontrar entre nuestras paginas.


Pero si me llama algo poderosamente del edificio que alberga desde mediados de la década pasada las instalaciones y actividades de la institución Urban Nation en Berlin. Un museo destinado principalmente a organizar y programar actividades dedicadas al arte urbano, además de contemplar y tocar una diversidad de temas sociales, mostrando especial atención a todo aquello que tiene que ver con las nuevas formas de interacción social en el espacio publico.

Un conjunto de propuestas que han ido evolucionando incorporando las más ariesgadas tendencias y vanguardias expresivas. Lo que demuestra que los espacios a pesar de lo se pudiera pensar, muestran una gran versatilidad pudiendo evoluciónar y adaptarse a una gran variedad de escenarios posibles, modificando el fondo y la forma el predicado y el significado simbólico del mismo.

No solamente de la función para el que en principio fue construido, sino incluso su valor, status y percepción social. Sin ir mas lejos las cuatro alturas este edificio esquinado que los responsables de la Foundation Berliner Leben, transformaron tras un arduo trabajo de reforma en las salas de uno de los lugares más dinámicos en términos culturales que ha alumbrado la capital berlinesa en lo que llevamos de milenio.


Situado entre los números 7 y 10 de la calle Bülowstrasse. Era cuando se construyó a lo largo del siglo XIX, uno de los palacetes más obstentosos de la gran capital Berlinesa, la cual vivía instalada en uno de sus periodos más boyantes y prósperos de su historiaa. Perteneciente como muchos otros casos al catálogo inmobiliario protegido elaborado por la capital, por lo que ha recibido la consideración de monumento protegido.

En The Urban Nation la fachada exterior también forma parte del espacio expositivo

Una de las propiedades por lo tanto más codiciadas y deseadas por los berlineses de la epoca, los cuales gozaban de unos cuantiosos ingresos con los adquirían hermosos edificios con magníficas fachadas. Mansiones que pertenecían a una corriente conocida como Gründerzeit, un sub-estilo arquitectónico que abarcó buena parte del periodo Wilhelminiano el cual comprendio el último cuarto del siglo XIX.

Siendo el estilo que predomino entre la acaudalada clase alta que protagonizó el resurgimiento del Imperio alemán, periodo que se inicia en 1871, conocido también con la denominación de Wilhelminiano . El cual se alarga hasta entrado 1914, año fatídico en el que se inició la Primera Guerra Mundial. Periodo que se caracteriza por un aguge de la industrialización en Alemania lo que produce unos elevados ingresos economicos, sobretodo entre sus elites.



Incremento en la riqueza que rápidamente se materializa en la construcción de obstentosas villas que como ya hemos dicho reciben el nombre de Gründerzeit (cuya traducción literal seria, construcción exhuberante). Edificaciones que destacan por sus lujosas decoraciones de estuco en la fachada, siendo otro de los rasgos que la definen los típicos ventanales, propiedades estéticas que siempre se pueden encontrar en casas del período guillerminiano.


Situado en las proximidades del centro de Berlin, desde que se abrió a mediados de la década pasada The Museum Nation se ha convertido en el altavoz creativo desde el cual las más vanguardistas expresiones urbanas se han proyectado al resto de la ciudad.


Y que en el edificio de la Museum Urban se han conservado proporcionando luz a obras de artistas iconicas comó Obey, Axel Void, Borondo o Faith 47. Una pequeña muestra de los cientos de artistas que forman parte de su nutrida colección, compartiendo el espacio con adornos geométricos o florales situados en los marcos de la ventana, y que adquieren numerosas formas, combinación que lejos de producir un contraste exagerado realza una colección donde el Arte Urbano más cosmopolita de los últimos treinta años.  Asi como las impresionantes columnas, que se pueden admirar a la derecha e izquierda de las ventanas, indicando inmediatamente que la casa fue construida durante la epoca Wilhelminiana, enfatizando particularmente las ventanas que parece formar parte de la colección.


Hay frontones puntiagudos para admirar en el piso inferior, donde se pueden ver arcos de medio punto, que maravillosamente ornamentados subrayan la belleza de este singular edificio. Que en total cuenta con una superficie de alrededor de mil quinientos metros cuadrados, la mayoría de los que desde 2013, se han dedicado principalmente a acercar al público en general a numerosos artistas urbano, que han sido invitados a Berlín para diseñar murales en diferentes lugares y así hacer que el arte en el espacio urbano sea accesible para el gran publico.



Uno de las primeras iniciativas fue el programa ONE WALL que en sus inicios se convirtió en una excelente plataforma para mostrar a toda una selección de autores que pertenecientes a una excitante escena local. Habian heredado lo mejor de una tradición como la pintura mural o el muralismo que ya estaba presente en toda la ciudad, creando un relato común que había servido para hermanar las dos partes en las que tradicionalmente la ciudad había estado dividida hasta su reunificacion tras la caída del muro de Ḅerlin.

Una de las salas destinadas a la colección permanente del museo

Como durante la época que se construyó originalmente el edificio, aunque teniendo en cuenta las circunstancias y contextos de los 150 años transcurridos desde que se finalizo. Las cuestiones sociales siempre fueron un argumento, a la hora de selecciónar tanto la decoración como las características de los artistas que en principio pasarian a engrosar el calendario de actividades de la institución. Al igual que en el período Wilhelminiano, no se concibió un nuevo estilo arquitectónico, sino que los arquitectos miraron en su entorno y tras nutrirse de muchas de las ideas que a lo largo de los siglos precedentes habian generado otros estilos arquitectónicos.



En vez de relegarlas, dejándolas a un lado, las incorporaron fusionandolas con su percepción de lo que debía ser la práctica arquitectonica en un momento donde las pautas de conducta sociales respecto al tratamiento y el uso del espacio. Asi cómo la aparición de innovadoras herramientas digitales han producido cambios en como se percibe la práctica arquitectonica actualmente, provocando que el público y los consumidores demanden un tipo de arquitectura que desarrollara todo ese potencial creativo. Ofreciendoles edificios que se alejaran de la ortodoxia oficial que se habia impuesto hasta entonces.



The Museum Urban es un espacio donde la creatividad no se limita a lo que solamente se expone en sus salas, sino que es un lugar inspirador en sí mismo que atesora una larga historia.


En este sentido el museo que abrió sus puertas en septiembre de 2017 fue precedido por un año de remodelacion y tres años de planificación. Conservando buena parte de su estructura original, ejecutada con extrema delicadeza por la firma de arquitectura berlinesa GRAFT. Las salas de exposición del museo se encuentran en los dos pisos inferiores del edificio. Aquí se eliminó el techo entre la planta baja y el primer piso, esto creó un espacio abierto, un inmenso hall de reunión y exhibicion. 

 
Los visitantes de esta forma pueden moverse en un sala de más de 500 metros cuadrados entre los pisos a través de pasarelas interiores. Estas escaleras ascienden paralelas a la calle, estando situadas sobre la línea de metro sobre que corre a lo largo de la fachada del museo. Además, esta peculiaridad arquitectónica ofrece la posibilidad de ver las obras individuales tanto desde cierta distancia como aproximarse a ellas obteniendo una perspectiva diferente. El uso del revestimiento de suelo crea una conexión adicional entre el interior y la calle.





Aunque al visitante neófito en arquitectura seguramente no perciba el denodado esfuerzo por conservar las señas que se pueden considerar como la génesis del edificio. No obstante si podrá percibir aún sin identificarlos que en ese espacio donde está contemplando una exhibición de arte  contemporaneo, se concentran una variedad de estilos arquitectónicos heredados de siglos pasados como el Neobarroco, el Neorrenacentista o el Neogótico.

Estilos que tradicionalmente se habian aplicado hasta ese momento en encargos realizados a nivel institucional de pronto se "democratizaban" pasando a ser demandados por clientes particulares. Esto sucedía por el abaratamiento de costes propiciado por las mejoras efectuadas en la eficiencia en el modelo productivo. Poco más o menos algo similar se puede afirmar del espacio y su tratamiento habiendo evolucionado de un estándar por el que tan solo se podía usar bajo un enfoque residencial, a transformarse en un lugar de encuentro creativo donde la expresividad se democratiza revalorizandolo en términos sociales y artisticos.


El barrio de Gropiusstadt en Berlin bajo el dogma de la Bauhaus



A todo mito, creador o pionero le corresponde por defecto, merito y trascendencia un epitome que define, sintetiza o mimemiza su obra, trayectoria o carrera. Una gran aportación que se convierte en icono para una generación que sublima los pliegues del tiempo.


Si Shakespeare escribio despues de ser exonerado por pillo y ladronzuelo Hamlet, Einstein revoluciono la precepción que tenemos del tiempo con la formula E=mc2 tras comenzar su vida laboral en una oficina de patentes, y Warhol nos enseño que un bote de tomate puede tener personalidad e identidad propia tras coquetear con una rubia platino. 

Ejemplos que asumieron ese reconocimiento que situa a su creador poco mas o menos que en un pedestal en el Olimpo de los Dioses es merecido. En otros muchos (los menos) francamente la fama es un exceso que a la cerebridad en cuestion le suele resultar mas bien algo efimero. 

Siendo disipada por el abrumador peso de los acontemientos que a la velocidad de luz se disuelven sin apenas dejar rastro perceptible a su paso o efimeride que destacar. Y hay algunos casos excepcionales en los que esa obra magna supone el mas absoluto rechazo y repudio por parte del que la concebio. 

La duplicación en la altura de los edificios es una de las causas que provoco la retirada Gropiusstadt del proyecto


Ideado, diseñado y planificado por Walter Gropius uno de los fundadores de Bauhaus junto al artista plastico Paul Klee y el tambien arquitecto Mies Van Der Rohe, el barrio de Gropiusstadt uno de los cinco en los que se divide el distrito de Neukölln en Berlin. Es uno de esos claros ejemplos de como el proyecto mas importante en la carrera de su creador.

Acaba siendo denostado como si de un hijo bastardo se tratara, y es que este area que cubre en la actualidad una superficia de alrededor de doce kilómetros cuadrados  contando con un padron de 40.000 residentes, de los que una mayoría son de origen extranjero, predominando los kurdos, arabes y turcos.


El barrio de Gropiusstadt perteneciente al distrito de Neukölln en Berlin fue la maxima expresion arquitectonica del fundador de la escuela de la Bauhaus, el arquitecto  Walter Gropius, basandose en la funcionalidad de la forma y el tratamiento racional del espacio desde una optica social.


 
Tenia que obedecer conceptualmente al principio democratizador del diseño y la arquitectura. Que desde que en 1919 se creara la escuela en la ciudad alemana de Weimar, donde tuvo su sede hasta que la ascensión de los nazis al poder en 1.939, provoco su cierre y la huida de todos sus miembros.

Se dicto bajo el lema "La función sigue a la forma" un axioma que segun el arquitecto no se respeto desde el inicio de las obras en 1.965 modificando deliberadamente los diseños del proyecto original, los que trasladados a los terrenos se transformarian en la duplicacion de la altura de los bloques comtemplados en el borrador presentado por el arquitecto, lo que implicaba aumentar la densidad de la población en el área construida.

Una de las comunidades en forma de media luna diseñada

Rompiendo con el deseo expreso de Walter Gropius de integrar unos edificios que no debian superar en ningun caso las catorce alturas acordadas en un principio, algo que rompería con un paisaje dominado por la vegetación. Condición con las que autoridades discrepaban entre otras cosas. Debido a la escasez de suelo urbanizable en aquella epoca.

Deficit consecuencia de la division de la ciudad producto de la construcción del muro que como una sutura dividia la ciudad en dos partes irreconciliables, impidiendo que se desarrolla tanto hacia el Oeste como hacia el Este. Lo que desde que se finalizaron las diferentes actuaciones de acondicionamiento del barrio.


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Acarreo la aparición de tensiones sociales en el barrio como efecto directo de la falta de previsión en la construcción de equipamientos, con los que responder a las necesidades de educación, transporte o sanidad, de una población formada mayoritariamente por familias de origen humilde que se habian trasladado a la gran ciudad en busca de una oportunidad.

Situación que se prolongo hasta que se derribo el muro en 1.989 y se mejoraron las comunicaciones del conjunto del distrito gracias la construccion de una linea de metro, cuya entrada en funcionamiento provoco la eliminación del aislamiento endemico al que habian sido sometido sus residentes.

Y que supuso que el sueño de construir una comunidad caracterizada por su funcionalidad y su capacidad de adaptarse a un medio volatil, de este artifice de la vanguardia arquitectonica del Siglo XX, que abandono la carrera de arquitectura porque segun confeso en diferentes ocasiones se le atragantaba la clase de dibujo, se viera realizado al menos parcialmente.