The J.Street Project, el arte como precursor de la memoria


Desde que a lo largo del siglo XIX se empiezan a constituir las grandes ciudades-estado, paralelamente se observa un fenómeno por el que el foco de la actividad política y social se traslada de la periferia a los cada vez más densamente poblados núcleos urbanos. 


Que cada vez  debido a los efectos provocados por el impacto de los grandes flujos de inmigrantes que abandonaban apresuradamente  el entorno rural para anidar en los nuevos barrios que proliferan se concentra a su vez la mayor parte de la actividad economica.


Alumbrados a la luz de la revolución industrial. Un fenómeno de cambio de propiedades en el medio que implica de la participación y contribución de grandes cantidades de población y obreros, que hasta esos instantes habían permanecido distanciados en pequeños asentamientos fomentando su aislamiento. 


Se encontrarán en los agoras que se iban creando tanto en los bordes como en el interior de lo que hoy se conoce como espacio público de estas ciudades, convirtiendo estos lugares en el nuevo altavoz desde el que se comienza un período de reivindicaciones en relación a una diversidad de causas a la vez que denunciar todo tipo de agravios que se producían en una variedad de contextos socio-laborales principalmente. 


En definitiva asistimos a un nuevo cambio de paradigma por el que la calle como medio en desarrollo, recogeria el testigo de toda dialéctica y estrategia fijando un debate, donde las prioridades se definirían por posiciones protagonizadas por expresiones colectivas de diferente índole y estatus social.


Las 303 fotografías recogidas representan un viaje a la memoria

Que profundizarian en el establecimiento de un nuevo orden evolutivo formado por comportamientos etno-antropologicos, que darían como resultado una composición social cada vez más estratificada idiologicamente. Y que tendría el espacio público como campo de batalla des donde reclamar a través de una diversidad de expresiones y cauces de comunicacion. 


Desde nuevos y mejores servicios públicos a reparaciones de carácter histórica y cultural. De este segundo apartado y en este sentido existen numerosos antecedentes de movilizaciones protagonizado por entidades y movimientos colectivos,  que inspirados y guiados por las mas variopintas sensibilidades. 


Han tomado el pulso de la calle con el objetivo de dejar constancia de reparaciones humanitarias no satisfechas. Conflictos que mas o menos recientes permanecen en la memoria colectiva aflorando a través de una infinidad de propuestas.


El projecto artístico The J.Street Project marcó un precedente a la hora de abordar temas relacionados con la memoria histórica desde la esfera y la práctica artística. 


Siendo las que emanan de la práctica artística las que debido a sus características y desarrollos creativos, las que suelen tener un componente de imprivisibilidad, a la vez que se definen por ser un bálsamo social que propician entre otras muchas la reflexión entre aquellos que se involucran en su organizacion. 


Actividades que destacan entre otros atributos por la participación, ya sea adoptando una posición más o menos activa,  y en las que las dinamicas pedagógicas lúdicas y festivas a la par que aquellas que tienen como propósito crear un depósito de conciencia en el ciudadano sobre el asunto que se está tratando son en las que se ponen más enfasis. 


Uno de los elementos más recurrentes como vehículo artístico en el espacio público, suelen ser las placas que nos indican la calle a donde nos dirijamos. Placas casi siempre metálicas que dependiendo del contexto histórico se suelen modificar adquiriendo o sustituyendo unas denominaciones por otras. 

Aunque no era el objetivo la exhibición dio como resultado que muchas calles recuperarán su nombre judio

Uno de los periodos históricos donde está práctica fue casi metódica fue durante el periodo del régimen nazi en Alemania a mediados de la década de los años treinta del siglo pasado. El cual guiados por sus políticas antisemitas. 


Elimino del callejero en todas las ciudades de Alemania toda referencia a la comunidad judía, convirtiendose en una de las medidas descriminatorias y excluyentes contra esta comunidad. Y que consistía básicamente en sustituir las denominaciones de las calles. 


Donde figuraran nombres judíos por otras que cumplieran con los principios recogidos en el ideario del régimen de la Alemania de entreguerras. Situación que permanecio oculta y ajena a la apinion pública hasta que en  2002 la artista Susan Hiller en unos de sus paseos por Berlín


Se encontró con una calle que tenía por nombre la calle de los judíos algo que la llamó poderosamente su atención, y que propicio que poco tiempo después iniciará una búsqueda a través de la que consiguió documentarse. 

Portada original donde se recogen las fotografías de la exposicion

Sobre cómo 303 calles a lo largo de toda Alemania habían perdido su denominacion de origen judío. Un arduo trabajo que le llevó varios de consultar en múltiples registros y catastros que cubrían la práctica geografía alemana. 


Y que le serviría a la artista de origen judío recientemente fallecida en 2018. Para elaborar una exposición donde se recogían estas 303 calles, donde figuraban el nombre de origen judío antes de que pasara por la revisión de las autoridades del régimen fascista. 


Este ejercicio de memoria realizado alguien que encontró su verdadera vocación artística, cuando tras finalizar su carrera de antropología y como complemento a esta decidió cursar un grado de arte. 


No tenía por objetivo causar estupor ni polémica ni exigir ningún tipo de reparación histórica. Sino en esencia lo que deseaba constatar Hiller era través de las 303 instantáneas reunidas bajo el nombre de The J.Street Project, la exposición compuesta por ésta colección de fotografías. 


RELACIONADO: Forest of verbs de Torofu Architects, verbo y acción minimalista


A la que en sucesivas citas se le añadió material extra en formato de vídeo documental, donde se mostraba al expectador como muchas de las localizaciones y vías habían sido resistuidas con su nombre original.


Se completo en 2005 con la edición de un volumen publicado por Compton Verney en versión bilingue, se trata de un documento único donde se recoge el relato de un proyecto que abarca tanto matices como interpretaciones. A través de las efemérides, de las reflexiones cargadas de humanidad de la propia autora así como de todas las trabas y recelos que despertó su labor, tanto a nivel administrativo, como procedentes de determinados sectores de la población alemana. Que entendían que por muy artística que fuera la propuesta de Hiller, si podía detonar una respuesta muy desagradable, algo que por fortuna no sucedió, pudiéndose visitar en el Contemporary Jewish Museum en la ciudad de San Francisco donde finalmente está alojada de forma permanente.  




 










0 comments: