La Ruta 66 a su paso por Arizona, entre pueblos fantasma y paisajes desérticos


Los diferentes tramos que componen la Ruta 66  y que completan un recorrido que cruza en horizontal los Estados Unidos ya sea de Este a Oeste o viceversa, representan para buena parte de la decena de miles de peregrinos que la realizan cada año.


Un sentimiento similar al que experimenta el caminante (ya sea devoto o no), cuando comienza su travesía desde alguno de los muchos puntos de inicio con los que cuenta el Camino de Santiago y que finalmente le conducirá a su destino en la catedral de la capital gallega.

Esta analogía se argumenta porque al igual que en las cañadas que componen el Camino, en plena autopista te puedes encontrar auténticos devotos de la Ruta 66, que incluso te mostraran sus credenciales y su cartilla con los diferentes sellos como que les acredita que han pasado por alli completando algunas de las etapas.

Una de esas etapas es la que comprende el estado de Arizona, un territorio inhospito y árido limítrofe con su vecina California, pero que sin embargo ofrece numerosos alicientes para todos aquellos que quieran seguir la Ruta 66, ya sea en un sentido o en otro.


Señal indicativa del Museo Club en Flagstaff

Y que bien podría comenzar tras cruzar el caudaloso rió Colorado, donde tomaremos contacto con el asfalto conduciendo por la autopista dirección a Oatman, una pintoresca localidad situada en pleno corazón de las Black Mountains y en la que podremos ver a decenas de burros campando por sus calles polvorientas conservando el sabor del viejo Oeste.

Situado en la vía principal esta uno de los  moteles mas antiguos de la ruta, construido en 1902 el Oatman Hotel, se dice que en una de sus habitaciones se hospedaron el actor Clark Gable y su pareja la también actriz Carole Lombard. A pocos kilómetros nos abordara un lugar llamado Kingman dominado por un paisaje rocoso donde podremos obtener unas vistas asombrosas del paso Syd Greaves.

En Kingman encontramos uno de los muchos museos con los que cuenta la Ruta 66, en este caso la colección esta dedicada albergar objetos relacionados con la ruta, siendo uno de los puntos donde te ponen el sello. Ya en Huckberry Town nos asaltan los fantasmas en este caso en forma de viejos autos oxidados.



Si la Ruta 66 es la viva representación de buena parte de los valores y principios que caracteriza la cultura americana, en Arizona se pueden ver y visitar muchos de los paisajes y escenarios mas autenticos y genuinos.     



Peach Springs construido sobre la ruina de lo que antaño fue una supuesta explotación minera. Raudos por la autopista la próxima parada nos espera en Seligman, una de las escalas obligadas en el tramo por Arizona donde aparte de visitar sus calles ancladas en el tiempo se podran degustar sus famosos perritos calientes.

Llegando a la mitad del estado nos recibe la localidad de William, conocida por ser la puerta de acceso a Grand Canyon y por exhibir no sin cierto orgullo la placa mas grande con el emblema de la Ruta 66. Pasado Flagstaff y su muestra de taxidermia única en la ruta (animales disecados).

Calle principal en la localidad de Williams y su caracteristico mobiliario

Acompañados por el desierto que se extiende flanqueando ambos lados de nuestro vehículo nos podremos hospedar (si nuestro bolsillo nos permite) en uno de los establecimientos hosteleros mas conocidos de los muchos que se construyeron a lo largo de la ruta, siendo uno de los pocos que todavía conserva su estructura original.

Levantado durante la decada de los años 30 del Siglo pasado, el Hotel Monte Vista es archiconocido por contar con un registro plagado de famosos, entre sus inquilinos se pueden citar al actor Michael J. Fox o el celebre  cantante de la década de los años cuarenta  Benn Crosby.

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Lugar de cruce de caminos y de incesante pasar de trenes de mercancías, otro lugar interesante de visitar ya apunto de traspasar la frontera con el estado de Nuevo Mexico, es el enclave conocido como Dos Flechas un lugar fantasmal que fue abandonado al cambiar el trazado de la ruta.   

Y que esta situado a tiro de piedra de nuestro destino final y repaso de la Ruta 66 a su paso por Arizona, y que no es otro que la localidad de Winslow donde se pueden seguir el rastro de las Naciones Nativas Americanas y hospedarse en una de sus caracteristicas tiendas que forman parte de lo que se conoce como un wigwam. Donde el contraste de vehículos de época y totems tallados con maderas fosilizadas extraidas de un inmenso crater producido por un meteorito hace millones años y que se puede visitar en la zona, nos describe una territorio con un legado aun por descubrir.

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