Que les había llevado a recorrer por unas cuantas semanas las comarcas de alrededor de la City. Experiencias que aunque relativamente cortas, si le habían servido como toma de contacto sobre el terreno.
Y valorar la posibilidad de acometer en un futuro más cercano viajes cuya realización implicará más allá de la expectativa y el deseo. Una planificación más elaborada y disciplinada, y no solamente desde el punto de vista fisico.
Ni en sus mas fervientes deseos de adolescente, Stephen Fabes podía llegar a imaginar que podría cubrir una distancia de mas de 86.000 Km. En un viaje nómada que se convertiría en toda una odisea a través de la que conocer el mundo en el que habita y su increíble diversidad cultural y natural.
Sino desde un enfoque de la logística y de asumir como un punto fundamental, el obtener las fuentes de ingresos suficientes. Que le garantizarán como ciclo viajero afrontar los numerosos gastos económicos que supone una travesía de esta indole.
Por eso cuando ciento ochenta días volvía a idéntificar en el horizonte como se recortaban de nuevo las siluetas, de los edificios del viejo Londres. En el cual y durante su infancia ya había fantaseado con la ilusión de vivir infinidad de aventuras.
En este caso en vez de una despedida entre deseos de buena fortuna, sus antiguos colegas en la planta de urgencias le recibían como un héroe que había logrado alcanzar su sueño. Completar la vuelta al mundo utilizando exclusivamente la bicicleta como medio de transporte.
Cycling The Six: Tough Times resume en poco mas de seis minutos de imagenes, aquellos momentos que su protagonista ha considerado mas interesantes. Paisajes nevados se alternan con ocasos veraniegos y despertares primaverales, en los que la naturaleza en sus diferentes formas y estados esta siempre omnipresente.
Cycling The Six: Tough Times resume en poco mas de seis minutos de imagenes, aquellos momentos que su protagonista ha considerado mas interesantes. Paisajes nevados se alternan con ocasos veraniegos y despertares primaverales, en los que la naturaleza en sus diferentes formas y estados esta siempre omnipresente.
Oferta que posteriormente ha completado y que ha publicado recientemente con la edición del libro de viajes titulado Signs of Life. En cuyas páginas y de forma más pormenorizada ha detallado trasladando sobre el folio en blanco muchas de las experiencias vividas con más o menos intensidad a lo largo de ese periplo de tiempo. Que al finalizar las arduas jornadas de pedaleo sobre la bicicleta, cuando declinaba el día y buscaba el lugar más propicio para acampar. Cuando todavía estaban frescas en la retina las vicisitudes del dia, las cuales anotaba a grandes rasgos en un cuaderno. Donde entre sus cuartillas anilladas quedaban redactadas, reflejando todos y cada uno de los momentos, como los encuentros con las gentes que se paraba a conversar. Así como los actos más cotidianos, como son las paradas necesarias para comer y reponer las fuerzas precisas. Energía extra que le facultara para continuar contemplar la diversidad de paisajes, que a mayor o menor altitud se abrían a sus pies. Unos más sorprendentes, porque se trataban de parajes que para el eran desconocidos, en otros las características de lo que como testigo veia superaba con creces todas y cada de las expectivas que había creado antes. En otras partes del libro te construye un relato que hace alusión aquellos momentos menos satisfactorios, pero que por fortuna fueron muchos menos. Que los acontecimientos reseñables y felices contribuyendo a un balance totalmente positivo.