En el momento de producirse una catástrofe ya sea de origen natural o en la que es visible la intervención de factores humanos, es muy complejo realizar una evaluación objetiva de los daños medio-ambientales, materiales y humanos que se hayan podido producir.
Es cuando ha transcurrido un tiempo prudencial cuando se dan los elementos con los que valorar sobre el terreno las secuelas y la magnitud del desastre, así como los efectos sobre el entorno natural y los diferentes ecosistemas que lo conforman. Estas diferencias en la apreciación de las secuelas que perduran a lo largo del tiempo, se pueden en toda su amplitud gracias a trabajos documentales. Como el realizado in-situ y sobre el terreno por el fotógrafo Español Palindromo Meszaros, que tras dos años de producirse el vertido incontrolado de mas de 35 millones de metros cúbicos de materiales tóxicos afectando entre otras localidades Húngaras a Akja. Ha tenido oportunidad de ser testigo de como aquellos terribles acontecimientos que forman parte de la hemeroteca en términos informativos. Todavía a día de hoy y por mucho tiempo tienen consecuencias a través de secuelas que se muestran tanto visibles a través del estado de deterioro que presenta buena parte de sus edificios. Como los físicos y anímicos que padecen muchos de sus habitantes y que ha provocado que familias enteras opten por trasladarse a otras regiones del país. Relacionado:Jeff Friesen - Ghost Train Crossing Canada
Titulada The Line, se trata de una serie de fotografías, donde se puede constar mas allá de la inmediatez del momento y de la superficie, como las marcas de la ruptura de una balsa que almacenaba residuos altamente contaminantes y cuyo vertido todavía perdura habiendo penetrado incrustrandose en las cortezas de los arboles.Mdificando la tonalidad de parte de su troncos, característica que también se observa en muchas de las viviendas
A veces la realidad obedece a causas mas sencillas de las que el observador pueda precisar a simple vista. Ante la supuesta complejidad de lo que cr...