Siempre había creído que el material ferroviario cuando finalizaba su vida útil, se depositaba en un hangar. A la espera de ser trasladado a un horno para su fundición.
Eso es lo que según sus propias palabras pensaba el fotógrafo newyorquino Stephen Mallonhasta que tuvo la oportunidad, de ser invitado a bordo de un carguero. Que transportaba una remesa de convoys deshechados por la compañía que administra el metropolitano de la ciudad. Instalado en la cubierta del barco cuando se habían alejado mas de cien millas de la costa, las unidades fueron disponiéndose para ser volcados precipitándose acto seguido hacia el fondo del mar. En cuyo lecho harían la función de criadero de algas. La serie de fotografía titulada Next Stop, Atlánticorecoge en diferentes momentos el proceso mostrando el ciclo, por el que los vagones contribuyen a la regeneración de ecosistemas frágiles en el ámbito marino. Relacionado: Edward Burtynsky - Water
Depositado a lo largo de la costa entre los estados de Delaware y Carolina del Norte, los vagones oxidados cumplen un ciclo vital, siendo extraídos cada diez años