Aunque el equipo de arqueologos y espeleólogos que llevan haciendo prospecciones en una extensa área aledaña a los Alpes austriacos y la frontera checa, habiendo localizado a día de hoy mas de 700 de estas oquedades. No saben a que función obedecen su existencia, no dudan de la intervención del hombre en su construcción.
Muchas galerías se conectan a los sitios de los antiguos asentamientos. Las entradas de los túneles a veces se encuentran en las cocinas de las antiguas casas de labranza, cerca de iglesias y cementerios o en el medio de un bosque. El ambiente en el interior es oscuro y opresivo. La exploración del sitio es una actividad pionera, la primera vez que una agencia arqueológica en Alemania está mostrando un interés en un fenómeno antiguo extremadamente inusual.
Pequeños laberintos subterráneos se han encontrado en toda Europa, desde Hungría a España, pero no en la misma cantidad y en una misma área geográfica. Se especula con la hipótesis de que las cuevas fueron utilizadas como "cuarteles de invierno por las tribus teutónicas" o como mazmorras para los discapacitados. Habiendose encontrado útiles rituales y otros objetos que indican que en muchas de sus cuevas se han realizado actos de carácter litúrgico.
También se han realizado unos análisis de datación por radiocarbono, e indican que las galerías datan del 10 al siglo 13. Trozos de carbón recuperado de los túneles remonta su existencia al período entre el 950 y 1050 dC. Aunque se sospecha que algunos de los sistemas subterráneos fueron construidos hace unos 5.000 años, en el Neolítico. Aunque la principal teoría sostiene que la mayoría de los túneles se construyeron a lo largo de la edad media.