Hoy es el día en que el paciente V tiene programada una intervención por la que se le implantara un hígado que sustituía al suyo que esta muy deteriorado, como consecuencia de diferentes afecciones, antes de someterse al trasplante tuvo que apuntarse a una larga y angustiosa lista, mientras esperaba las posibilidades de que llegara un donante cuyo órgano estuviera sano y fuera compatible, al final su situación cada vez era mas delicada por lo que hubo que recurrir a terapias alternativas con el propósito de ganar el suficiente tiempo hasta llegado el ansiado hígado, por fortuna para el paciente V hubo un final, pero cuantos pacientes se quedan en el camino esperando una donación.
Una de las soluciones que tratan de paliar la escasez de órganos, es la que se están desarrollando a partir de órganos que después de ser sometidos a un proceso de centrifugación por el que se les vacía de tejido celular aplicándoles unos detergentes, quedando finalmente la matriz, a la que posteriormente se cultiva celularmente con las células que se ha extraído del receptor del órgano al que se le va a implantar.
Esta técnica es la que han empleado investigadores de la Universidad Wake Forest en Winston-Salem (Estados Unidos) dirigidos por Shay Soker, pero en esta ocasion en vez de emplear un hígado humano optaron por un hígado de origen animal en este caso de ratón, al que después de vaciar de células, se les inyecto dos tipos de lineas celulares humanas, células hepáticas inmaduras conocidas como progenitoras y células endoteliales que cubren los vasos sanguíneos.
Tras siete días los científicos observaron como se formaba el órgano en el reactor biológico que le nutria constantemente, según los investigadores el siguiente paso es verificar si los órganos tras ser implantados en un modelo animal presentan las constantes vitales que los hacen funcionales.