Desde su aparición el éxtasis ha sido considerada droga que por aceptación y el grado de consumo, nunca ha representado una alarma social, sus efectos son un estado de euforia, que se produce debido al incremento en el del cerebro el índice de serotonina y la oxitocina (monoamina y una hormona que actúan como neurotransmisores estando implicadas en la expresión de las emociones), es por esta razón por lo que diferentes colectivos han planteado la posibilidad de que su principio activo se pudiera emplear en terminos psicoterapéuticos.
Recientemente se han presentado los resultados de un ensayo realizado con éxtasis, en relación con el trastorno de estrés postraumático (TEPT), que certificaron una mejoría en los síntomas manifestados por los pacientes, además de demostrarse que la administración de éxtasis con fines médicos, en un entorno controlado es viable.
Los tratamientos que se recetan en consulta combinados con la técnicas de terapia cognitiva conductual, suelen ser desfavorables en cuanto a los resultados obtenidos, en el caso de los psicofármacos los efectos son apenas apreciables, por el contrario cuando se afronta la enfermedad aplicando terapia cognitiva conductual se observa una mejoría en los síntomas, pero debido a la exigencia emocional de las sesiones, los pacientes desisten de finalizar el tratamiento.
Antes de su prohibición en 1.985, ya existían antecedentes de los efectos positivos de lo que se conoce en terminos químicos como 3,4-metilendioximetanfetamina o MDMA. y que consisten en la reducción en el estado de ansiedad inmediata, lo que permite al paciente desvivirse emocionalmente.
Debido a la escasa financiación de la investigación, no se han podido argumentar con mas voluntarios y medios el ensayo, pese a esta limitación el doctor Michael Mithoefer del hospital psiquiátrico de Carolina del Sur (Estados Unidos) se ha mostrado muy satisfecho, pues la tasa de recuperación alcanzo un 83%, lo que significa un avance notable, máxime si se tiene en cuenta que el periodo de tratamiento al que fueron sometido los pacientes, no excedió en ningún caso los dos meses de tratamiento.
Recientemente se han presentado los resultados de un ensayo realizado con éxtasis, en relación con el trastorno de estrés postraumático (TEPT), que certificaron una mejoría en los síntomas manifestados por los pacientes, además de demostrarse que la administración de éxtasis con fines médicos, en un entorno controlado es viable.
Los tratamientos que se recetan en consulta combinados con la técnicas de terapia cognitiva conductual, suelen ser desfavorables en cuanto a los resultados obtenidos, en el caso de los psicofármacos los efectos son apenas apreciables, por el contrario cuando se afronta la enfermedad aplicando terapia cognitiva conductual se observa una mejoría en los síntomas, pero debido a la exigencia emocional de las sesiones, los pacientes desisten de finalizar el tratamiento.
Antes de su prohibición en 1.985, ya existían antecedentes de los efectos positivos de lo que se conoce en terminos químicos como 3,4-metilendioximetanfetamina o MDMA. y que consisten en la reducción en el estado de ansiedad inmediata, lo que permite al paciente desvivirse emocionalmente.
Debido a la escasa financiación de la investigación, no se han podido argumentar con mas voluntarios y medios el ensayo, pese a esta limitación el doctor Michael Mithoefer del hospital psiquiátrico de Carolina del Sur (Estados Unidos) se ha mostrado muy satisfecho, pues la tasa de recuperación alcanzo un 83%, lo que significa un avance notable, máxime si se tiene en cuenta que el periodo de tratamiento al que fueron sometido los pacientes, no excedió en ningún caso los dos meses de tratamiento.