La ilustradora y artista Jolene Lai se inspira en antiguas alegorías y leyendas extraídas de la tradición oral de su tierra natal Singapur y que podeis leer en su blog, y que se ha transmitido de generación en generación para trasladarlos a sus óleos en forma de representación teatral.
Composiciones en las que el maquillaje cuyo tratamiento recuerda al teatro tradicional chino, es el vehículo narrativo y expresivo que se amalgma con la cultura occidental.
Jolene Lai con sede en la ciudad californiana de Los Ángeles, después de estudiar pintura en Lasalle-SIA College of the Arts en Singapur, estudió diseño gráfico en la UCLA y trabajando durante un año para The Refinery Creative, antes de volver a concentrarse en las bellas artes su verdadera vocación.
La de contar historias visuales producto de combinar la memoria en un marco mas cosmopolita y contemporáneo. Es en este contexto que aunque sus retratos se nutren de una narrativa cuyo paisaje es eminentemente local, tanto en texturas, como gama de colores, y la actitud de sus retratadas recuerdan a maestros como Edward Hopper.
Tampoco hay que obviar el componente surrealista en muchas de sus obras, con el que construye relatos a traves de lo que nos muestra pliegues de experiencias vividas, o quiza no por su autora y que reflejaría una diversidad de estados emocionales.
Lai se inspira tanto en mitologías, como en cultura asiática e historias infantiles, hasta editoriales de moda, paisajes urbanos e ilustración. Siempre está buscando nuevos escenarios para sus personajes y sus encuentros extravagantes. Estéticamente, su obra combina lo bello y lo grotesco desde un enfoque contemplativo e inesperado, así como inocente. Pobladas por personajes, como marionetas, retratados sin rostro, dobles, autómatas y chicas estilizadas como muñecas.