Una de las intervenciones urbanísticas mas importantes del año pasado, fue la recuperación de una antigua linea ferroviaria que cruza el centro de Manhattan en New York. Ahora reconvertido en corredor verde, High Line (del que se acaba de anunciar su ampliación), ha representado un punto de inflexión y un espejo donde mirarse a la hora de acometer proyectos por los que se pretende recuperar equipamientos y dotaciones en desuso, proporcionándoles de transformarse útil para los ciudadanos.
El primero en recoger el testigo ha sido el consistorio de Londres (UK), que en colaboración con la oficina de urbanismo y el Instituto del Paisaje y Jardines, ha convocado el concurso de ideas Green infrastructure Ideas Competition para recuperar aquellos edificios e infraestructuras, abandonados y que tras su restauración pueden volver a formar parte del paisaje urbano, cumpliendo una función social.
En total se han presentado 170 proyectos representando a otros tantos estudios de arquitectura y diseño, que han realizado las mas variopintas propuestas encaminadas a revitalizar zonas o servicios que en otro tiempo habían sido productivos, y que ante la perdida de su valor en la comunidad donde operaban. Un claro ejemplo ha sido el proyecto que finalmente ha ganado.
Desarrollado por Fletcher Priest, ha escogido los antiguos corredores subterráneos utilizados por los trabajadores del servicio de correos para realizar sus entregas postales. La idea planteada consiste en iluminar el interior de la red de túneles, utilizando unos sistema de fotones solares, con los que poder cultivar un huerto urbano de hongos, sin necesidad de empilar equipos halógenos, y aprovechando las condiciones de humedad de las paredes curvas de los túneles.
En total se han presentado 170 proyectos representando a otros tantos estudios de arquitectura y diseño, que han realizado las mas variopintas propuestas encaminadas a revitalizar zonas o servicios que en otro tiempo habían sido productivos, y que ante la perdida de su valor en la comunidad donde operaban. Un claro ejemplo ha sido el proyecto que finalmente ha ganado.
Desarrollado por Fletcher Priest, ha escogido los antiguos corredores subterráneos utilizados por los trabajadores del servicio de correos para realizar sus entregas postales. La idea planteada consiste en iluminar el interior de la red de túneles, utilizando unos sistema de fotones solares, con los que poder cultivar un huerto urbano de hongos, sin necesidad de empilar equipos halógenos, y aprovechando las condiciones de humedad de las paredes curvas de los túneles.