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No hay existencia posible para lo que no existe/Bhagavad Gita

No hay existencia posible para lo que no existe,
ni puede cesar de existir lo que existe...
Estos cuerpos que ves aquí,
frágiles y sujetos a la disolución,
no son otra cosa que envolturas
de lo Eterno, indestructible e inconmensurable,
que habita en cada uno de ellos.
Por lo tanto, resuélvete a combatir.

Bhagavad Gita

The Tales from the Underground/Sometimes...

Sometimes,
Willing to be part
Of the crowd,
He walks among them.
He knows he has forgotten
Something,
But what?
As they advance,
Ghostlike,
He remembers:
The thought occurs to him
That each of them is pretending.
Pretending to be together
When he is all alone.
Wandering exactly
Where the Lonesomeness lies.
Straight away, he runs,
Hundreds, thousands follow,
And now comes this awaited chaos.

Eduardo Galeano/Los Nadies

Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadies con salir de pobres, que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, que llueva a cántaros la buena suerte; pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca, ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte, por mucho que los nadies la llamen y aunque les pique la mano izquierda, o se levanten con el pié derecho, o empiecen el año cambiando de escoba.

Los nadies: los hijos de los nadies, los dueños de nada.
Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos:
Que no son, aunque sean.
Que no hablan idiomas, sino dialectos.
Que no profesan religiones, sino supersticiones.
Que no hacen arte, sino artesanía.
Que no practican cultura, sino folklore.
Que no son seres humanos, sino recursos humanos.
Que no tienen cara, sino brazos.
Que no tienen nombre, sino número.
Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la prensa local.
Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata.

Jordi Doce/ él / 4 versiones

El miedo a convertirse en un problema para otros le hizo tomar distancia de ellos. Entonces se volvió un problema para sí mismo.
*

Libros que se vuelven contra él y le cortan en dos. Así es como ha engendrado su prole.

*

Dicen de él que es bilingüe. Tiene un idioma para hablar y otro para guardar silencio.

*

Le alaban y ovacionan por abrir nuevas sendas, dicen, pero él sólo quería no pasar por ciertos cruces de caminos.
PERROS EN LA PLAYA

José Garés Crespo/JOCS DE FOLIA PARA VIOLA DA GAMBA

“Solamente sé que los caminos
de retorno están cerrados”
Celso Emilio Ferreiro

Sin que nadie nos diese una explicación,
observamos que el horizonte ya no huía,
las dádivas de cada día quedaban prisioneras
en el recinto del amor, se dormían,
y entre las manos, como una naranja violeta,
sus muslos nos sorprendieron, deslizándonos,
cogidos del vértigo en ruinas,
del amor a la desesperanza.
Siempre creímos que habíamos ganado
la batalla de qué era la verdad,
pero la hambruna nos dice que perdimos
al decidir quien la administraba.
Fue como cuando, atentos a lo que nos dicen,
olvidamos lo que callan, o las palabras ausentes
que ordenan las instancias del universo y del barrio.
Algunos, los más valientes, conjuraron los poderes
para evitar las prohibiciones
y a despecho de la rabia,
fuimos nómadas en nuestra tierra,
fugitivos de nuestra casa.
Vaciaron el significado y nos dejaron
la rutina de la palabra que nos precede.
Limpiamos con miel y aceite las huellas,
pero quedan las alucinaciones y el llanto,
todo lo que llega desde donde los muertos
guardan la memoria y alimentan el futuro.
Aun así, hemos sobrevivido,
fue suficiente unir la sonrisa y el almendro,
la palma y el alacrán, la luz y la mirada
y tantas cosas que nacen al nombrarlas,
la suave mesura del código babélico,
la nota musical que nos convocó,
el conjuro de las sílabas del desierto,
el eterno abrazo de los vivos y los muertos,
la estación lila donde vive el poema y el recuerdo,
y la redención del orden que nace del caos. 

José Garés Crespo

Luisa Castro/Bucea

No llenes el foso de cocodrilos,
no lo hagas, bésame,
yo luego no podré tirarme de cabeza
y todo terminará como siempre
sin haber empezado.
Llévate mi vida, deja en paz mi pelo,
lleva todo lo que tengo, nunca encontrarás
el nudo oculto de mi cabeza, no me des
la lata más, no me dejes un regalo
ni quieras beberte mi copa, llévate
mi vida
y no me mires más.

Sólo bucea,
clava el arpón en tu presa,
afina y discierne
porque ya no eres joven.

De "De mí haré una estatua ecuestre" 1997

Walt Whitman/Canto a mí mismo

Me celebro y me canto a mí mismo.
Y lo que yo diga ahora de mí, lo digo de ti,
porque lo que yo tengo lo tienes tú
y cada átomo de mi cuerpo es tuyo también.

Vago... e invito a vagar a mi alma.
Vago y me tumbo a mi antojo sobre la tierra
para ver cómo crece la hierba del estío.
Mi lengua y cada molécula de mi sangre nacieron aquí,
de esta tierra y de estos vientos.
Me engendraron padres que nacieron aquí,
de padres que engendraron otros padres que nacieron aquí,
de padres hijos de esta tierra y de estos vientos también.

Tengo treinta y siete años. Mi salud es perfecta.
Y con mi aliento puro
comienzo a cantar hoy
y no terminaré mi canto hasta que muera.
Que se callen ahora las escuelas y los credos.
Atrás. A su sitio.
Sé cuál es su misión y no la olvidaré;
que nadie la olvide.
Pero ahora yo ofrezco mi pecho lo mismo al bien que al mal,
dejo hablar a todos sin restricción,
y abro de par en par las puertas a la energía original de la naturaleza
desenfrenada.

Versión de León Felipe

Miguel Oscar Menassa/He atentado contra todo


He atentado contra todo y de nada ha servido.
He aceptado todo y tampoco ha servido.
Dijiste: Volar,
y volé más alto que las nubes.
Morir,
y me hundía las manos en el vientre
para arrancarme el corazón.
Después alguien murmuraría:
Hubiese sido mejor de otra manera.
La belleza
en el centro de la belleza
esperaba tranquilamente,
grandes amores,
tibias locuras de verdad.
Pieles maltratadas, para que el amor
tenga un destino de luz apagándose.
Caminos de vida cortados para siempre.
Atolondradas cadenas golpeándonos el rostro,
atardeceres donde la justicia nos condena.
Noches enteras donde la fiebre,
es el amor,
y simples pensamientos,
la locura.                                    
Tiempos donde la vida
no entraba en la mirada
tiempos de la famosa soledad.
Interminables caminatas por mi cuerpo
como si mi cuerpo fuera el universo.
Celeste y sombrío.
Luminosos soles
encandilados por su propia belleza
y los interminables astros negros
embrutecidos de dolor. 


Miguel Oscar Menassa

Jaime Siles/Canción de los espías cultos en el momento de envejecer

Canción de los espías cultos en el momento de envejecer

Mi vida a cambio de dos o tres cerillas.
Mi vida a cambio de sorbos de cognac.
Mi vida a cambio de dos o tres colillas.
Mi vida a cambio de este cul-de-sac.
Mi vida a cambio de litros de bencina.
Mi vida a cambio del cónico coral.
Mi vida a cambio del tul de muselina.
Mi vida a cambio de códices de cal.
Mi vida a cambio de luces opalinas.
Mi vida a cambio del cúfico cristal.
Mi vida a cambio de sienes serpentinas.
Mi vida a cambio del fuego en un portal.
Mi vida a cambio de túneles de mina.
Mi vida a cambio de cámaras de gas.
Mi vida a cambio del zinc de una bocina.
Mi vida a cambio del dado de este as.
Mi vida a cambio de nieve derretida.
Mi vida a cambio del ritmo de un compás.
Mi vida a cambio de carne atardecida.
Mi vida a cambio del cine al que tú vas.
Mi vida es esta cifra de la vida.
Mi vida es esta clave y este imán.
Mi vida es la pistola y es la herida
abierta por la ley de un alacrán.
Mi vida es recorrer las avenidas,
pasar por las fronteras como sal
disuelta en las mareas y crecidas
sin que una gota sienta el temporal.
Mi vida es un andar por las esquinas
y en los pasos de cebra atravesar
un semáforo rojo entre bocinas
y uno a uno los coches sortear.
Mi vida son el metro y el tranvía,
y el avión y el tren y el huracán:
son el paso a nivel sin guardavía
y el lapilli que lanza su volcán.
Mi vida es la partida de la luna
al póker de las lenguas y el disfraz
de todas las vocales y de alguna
consonante compuesta por el caz
de la garganta y de la galante
fonemática suma artificial
que los peligros ponen cimbreante
como un tallo de tersura vegetal.

Mi vida de después es la de antes.
Mi vida son el mapa, el telefax,
el télex, la pistola y el vibrante
telegrama enviado por las FAS.

Ahora que no haya nadie aquí delante,
ahora que me hago viejo nada más,
quiero tallar aquí como un diamante
este informe unívoco y cambiante
cifrado en una copa de cognac.
El parte de mi vida sí con arte.
El arte de mi vida en el compás
del tiempo que me parte cuando parte
de mi vida en el dado no es el as.
Mi vida es la película de Marte
que ponen en el cine al que tú vas.
Mi vida es el punto del que parte
la ácida nada que deja el aguarrás.

Hoy quiero recordar sólo el diamante.
Hoy quiero recordar sólo el final
de la mano que escribe con un guante
la plenitud total de aquel instante
borrado por la aurora boreal.
Que sus manos me digan el cuadrante;
el azimut, el cenit, el dial
del punto fijo e inmóvil con que Dante
pintó el tiempo en forma de sextante
el mismo día en que cumplió mi edad.
Quiero creer que soy aquel instante
que pintaba un poeta medieval.
Quiero creer que soy la consonante
estrofa de la aurora boreal.

Ahora que la sangre forma parte
de la bala que veo bajo el chal
y la camisa me tiñe con el arte
de la flor que se extiende por mi ojal
quiero decir el mudo teorema
mi vida cifrada en el poema
del espía que expía su final.

De "Música de agua" 1983

Alfonso Vallejo, NOCTURNA ECUACIÓN

NOCTURNA ECUACIÓN

Como negro búho
disuelto en la oscuridad,
observo deslizarse la tierra en el espacio
milimétricamente
bajo el cielo lunar.

Siento cómo arrastra mi vida hacia delante,
trigonométricamente,
entre una inmensidad de planetas encendidos,
que vuelan sobre el bosque donde vivo,
según matemático azar.

Todo palpita nocturnamente
con su propio ritmo y dirección.
Fluye la materia,
abriendo sus electrónicos nudos,
volviéndose sueño y consciencia,
respiración.

Testigo de mi instante
en esta encrucijada de microscópicos circuitos,
siento que me reconozco y soy.
Observo mi paisaje interior
y lo identifico como mío.

Observo deslizarse la tierra en el espacio.
Late la oscuridad y tengo miedo,
disuelto como estoy
en lo más negro y ciego.

Pero justamente por allí,
exactamente cada día,

nace el sol.