He aceptado todo y tampoco ha servido.
Dijiste: Volar,
y volé más alto que las nubes.
Morir,
y me hundía las manos en el vientre
para arrancarme el corazón.
Después alguien murmuraría:
Hubiese sido mejor de otra manera.
La belleza
en el centro de la belleza
esperaba tranquilamente,
grandes amores,
tibias locuras de verdad.
Pieles maltratadas, para que el amor
tenga un destino de luz apagándose.
Caminos de vida cortados para siempre.
Atolondradas cadenas golpeándonos el rostro,
atardeceres donde la justicia nos condena.
Noches enteras donde la fiebre,
es el amor,
y simples pensamientos,
la locura.
Tiempos donde la vida
no entraba en la mirada
tiempos de la famosa soledad.
Interminables caminatas por mi cuerpo
como si mi cuerpo fuera el universo.
Celeste y sombrío.
Luminosos soles
encandilados por su propia belleza
y los interminables astros negros
embrutecidos de dolor.
Miguel Oscar Menassa
¿No es, este poema, de Miguel Oscar Menassa?
ResponderEliminarMuchisimas gracias por la informacion, ahora le encuentro mas sentido
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