Dice su autor que en mas de una ocasión se le acercado un vecino y le ha confesado, que para su asombro había intentado llamar al timbre de una de sus reproducciones arquitectónicas y que esperando obtener respuesta, cansado de esperar se había retirado. Percatándose para su vergüenza y congoja de su error.
Y es que en muchas de sus intervenciones el grado de hiperrealismo con el que están representadas sus fachadas, puede desconcertar la atención del visitante haciéndole creer que esta ante una construcción real. Realizadas por el artista francés Patrick Commecy, cada una de su proyectos obedece a los parámetros arquitectónicos donde se realizan.
Concebidos como frescos en cada mural se hace alusión a las costumbres locales, añadiendo elementos que indican la actividad que se desarrolla en su interior. Caracterizadas por sus vivos colores en muchos casos su aire desenfadado evoca antiguas tiras cómicas.
Con mas de treinta años de trayectoria este amante del cines ha recorrido buena parte de la geografía francesa realizando los mas variados encargos. Extensa obra que en su conjunto sirve como documento mediante el que indagar y hacerse una idea pormenorizada de la realidad sociedad de los diferentes lugares donde ha trabajado.