Incorporando tanto elementos del mobiliario urbano como técnicas artísticas tradicionales este es el caso del estudio Raubdruckerin (impresión pirata en Aleman). Aventura que combina el arte urbano siempre, bajo criterios ecológicos, principios de comercio justo a la hora de comercializar sus productos exclusivos y ante todo un compromiso social muy importante, relacionado con la gestión y administración de los recursos y beneficios obtenidos.
Destinando buena parte de los mismos a diferentes causas solidarias, con las que Emma-France Raff la principal cabeza visible de este proyecto colabora habitualmente. La idea de fondo consiste en crear una plataforma donde la creatividad y la actividad económica incorpore baremos sociales involucrando a las diferentes comunidades con las que se trabaja.
De esta forma Raubdruckerin cuyos primeros pasos se inician en la ciudad de Lisboa donde habitualmente reside el padre de Emma. Un artista que tras recorrer medio mundo se instala definitivamente en la capital Portuguesa, suponiendo su presencia una fuerte influencia en la decisión de Emma de ejercer como artista nómada, lo que le lleva a recorrer buena parte del planeta.
Con unos acabados sencillos e impactantes la gama de productos ofrecidos por Raubdruckerin a través de su sitio web principalmente, aunque también cuenta con una red de comercios adscritos donde se pueden adquirir. Simbolizan un compromiso con su entorno y el equilibrio medio-ambiental y social.
UNA INICIATIVA DE ARTE URBANO NÓMADA Y COMPROMETIDO
Donde selecciona diferentes elementos del mobiliario urbano (principalmente las tapas del alcantarillado o baldosas características), que tras ser impregnadas generosamente con tinta elaborada a partir de compuestos orgánicos libres de petróleo. Sirven como planchas callejeras cuyos motivos quedan impresos sobre camisetas o bolsos (entre otros complementos de origen textil).
Creando una gama de productos cuyas connotaciones sentimentales vinculadas al lugar crean un fuerte vinculo, donde la identidad del paisaje y sus pobladores se representan mas allá de los estereotipos a los que estamos habituados a ver en las postales. Creando marcas exclusivas a partir de los motivos que se observan en cada ciudad o festival donde participan.
Otro aspecto importante del proyecto Raubdruckerin es el origen de la materia prima con la que se confecciona las prendas sobre las que se realiza las impresiones, siendo este algodón 100% natural o polyester reciclado. Cuya adquisición se realiza recurriendo a cooperativas de comercio justo, que trabajan de forma local con comunidades situadas principalmente en países en vías de desarrollo.
Sus productos están certificados por Global Standard for Organic Fibers GOTS, asociación de fabricantes internacional que certifica el origen de la materia prima que se emplea, aplicando criterios donde la sostenibilidad medio-ambiental y la equidad laboral son sus fundamentos básicos.
Donde selecciona diferentes elementos del mobiliario urbano (principalmente las tapas del alcantarillado o baldosas características), que tras ser impregnadas generosamente con tinta elaborada a partir de compuestos orgánicos libres de petróleo. Sirven como planchas callejeras cuyos motivos quedan impresos sobre camisetas o bolsos (entre otros complementos de origen textil).
Creando una gama de productos cuyas connotaciones sentimentales vinculadas al lugar crean un fuerte vinculo, donde la identidad del paisaje y sus pobladores se representan mas allá de los estereotipos a los que estamos habituados a ver en las postales. Creando marcas exclusivas a partir de los motivos que se observan en cada ciudad o festival donde participan.
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