Laura Ellen Bacon, la construcción natural como paisaje arquitectónico


Sus esculturas orgánicas a menudo han sido descritas como estructuras por donde fluye la vida, y es que aunque aparentemente las cascadas formadas por miles de ramitas atadas parecen que tienen un principio y un final.

Las obras de la artista inglesa Laura Ellen Bacon de las que ya os mostré una colaboración realizada con el artista Sebastian Coz titulada The Invisible Store of Happiness, en la que como en la mayoría de las obras que forman de una trayectoria que abarca mas de diez años. Se caracteriza por sus grandes dimensiones y monumentalidad.
 
Pero a la vez por poseer la capacidad de crear lugares íntimos que transmiten al espectador cierta sensación de calma contemplativa, y es que la robustez y constancia en cada forma curva es un dialogo que nos acerca a nuestro entorno y a todos los elementos, pero consevando un orden que en rara ocasión se ve alterado.


EL ESPACIO ARQUITECTÓNICO Y SUS POSIBILIDADES PAISAJISTICAS

O perturbado transmitiendo una seguridad tanto estética como conceptual que rara vez se reinventa pese a que las condiciones del espacio donde se exponen (ya sea en el interior de una sala perteneciente a una galería de arte o al jardín situado en la perimetro de un palacio.

Las obras de Ellen adoptan el mismo rol mostrando una escasa resilencia respecto a un medio concreto, provocando un efecto liberarador del mismo entre lo ajeno de la morfología de la obra que se expone. Imprimiendo una secuencia continua que por momentos se propone cambiar la identidad del espacio 


En un ejercicio de profilaxis en el que aplica una estrategia sutil de invasión del espacio por acumulación de material en este caso de origen origen forestal, al que las manos de Ellen trata desde una optica atemporal. Mas allá de realizar una selección de aquellas ramas que por su longitud mejor se adaptan de forma armónica a las características expresivas de la obra, cuyo magnitud en tamaño casi siempre exceden los medidas físicas que ofrecen los espacios que en una mayoría son al aire libre.
 

LA NATURALEZA COMO EJEMPLO ARQUITECTONICO


Donde el aspecto anónimo de las crestas sinuosas de ramas atadas se comportan como un bloque unido, contribuyendo a crear un atmósfera casi surrealista. Por el que un entorno artificial como es el de una sala de exposiciones apenas puede oponer resistencia ante la avalancha de naturaleza que coloniza sus paredes de forma sinuosa pero implacable.


Esta necesidad de conciliar espacio y materia se puede constatar en dos intervenciones que a mi juicio reunen una buena parte de los elementos artísticos que definen su labor artística, realizadas a lo largo del año 2011.


Adscrita al movimiento del Land Art, las intervenciones de Laura Ellen Bacon sin embargo no actúan sobre el paisaje, sino que lo traslada a espacios físicos cerrados o al aire libre donde se adapta a la estructura arquitectónica existente convirtiendola en el foco de atención.


Tanto en Woven Space, instalación donde Ellen explora el rendimiento del espacio y su permeabilidad ante una entidad tan ajena a su constitución como es un nido enorme colgando de la cornisa de un palacete ingles.

Como en la instalación Sudeley Castle realizada para la exposición Materials Worlds organizada por la galería Sotheby, Ellen recurre a la narrativa de la fantasía para ficcionar la naturaleza, es este segundo caso recurre a un cuento popular titulado Rapunzel. Firmado por los hermanos Grimm, para crear una metáfora visual en la que la naturaleza encerrada consigue zafarse de su cautiverio mediante un acto de amor.

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