Los espejos espectrales de Rob Mulholland que reflejan vestigios del pasado



Aunque cueste imaginarlo donde en la actualidad hay marismas, dunas, manglares y zonas de bosque durante la época en que se produjo la ultima glaciación de la Tierra, estuvo cubierto por extensas placas de hielo.

Tan largas, solidas y gruesas que cubrían la distancia entre lo que actualmente se conoce como Moracambe Bay en el Este de Inglaterra, y las costas de Irlanda. Siendo consecuencia este exhuberante paisaje del retroceso del hielo y del incremento de las temperaturas.

Que se acabo ordenando un territorio farragoso cuya expresión paisajistica sigue dominando por el agua, pero  esta vez en estado liquido, estando su presencia estrechamente vinculada a las diferentes actividades y asentamientos que habido en la zona desde hace siglos.

EN EL REFLEJO DEL PASADO A TRAVÉS DE SUS HABITANTES

 
Presencia humana que practicamente ha desaparecido habiendose convertido en un espacio protegido en términos medio-ambientales, donde además a lo largo de buena parte del año se programan eventos. Tanto de índole artística como de ocio y tiempo libre. 

Agenda que gestiona la asociación Headlands to Headspace, que programa diferentes actividades en las que participan artistas plásticos en general, o mas específicos como creadores de Land Art. Intervenciones periódicas ya sean temporales o cuyas obras se incorporen a la colección del parque de forma permanente.

Intervenciones que en una mayoría de ocasiones están inspiradas en las características propias de la reserva natural, o  haen una referencia a la historia de los diferentes asentamientos humanos que hubo a lo largo de su historia.



HUELLAS DE ESPEJO QUE HABITAN EL PAISAJE

Entre los invitados de la campaña de 2018 tuvimos la oportunidad de asistir a la propuesta del artista local Rob Mulholland, que como en trabajos anteriores creo un conjunto de seis esculturas, en las que la materia que lo formaban era una combinacion de espejos con los que trazaba las siluetas de diferentes figuras humanas.

Asi como el contorno de las casas tradicionales que habitaban las familias, y lo mas esencial el paisaje que se refleja en la superficie del espejo. Paisaje casi perpetuo pese a los muchos cambios producidos ya sean por la intervención del ser humano o por los factores medio ambientales y
geológicos acaecidos a lo largo de su historia.

Y que Rob trata de forma lírica, primero documentandose con los datos técnicos y despues con los que ha registrado sobre el terrenoo los estadísticos que anota en su inseparable libreta.


Siendo representados en figuras de aspecto etereo y fragil con los que habita un paisaje desnudo, y con los transforma en pulsos de luz cuyo eco retumba en todas las direcciones de la escala espacio temporal la memoria de una comunidad que se resitse a desaparecer.

Maravillando con una síntesis de ideas cuya propiedad oblicua produce en el espectador la sensación de que cruzando una de esas esculturas casi transparentes, en un salto mágico podrá trasladarse a otra escala temporal.

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Las intervenciones de Rob Mulholland se convierten en una extensión del paisaje que refleja, ya sea a través de sus antecedentes humanos o las sucesivas transformaciones que ha experimentado el territorio sobre el que actúa.




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