Un paisaje único formado por cadenas montañosas y valles cruzados por cientos de afluentes y ríos, cuyos cauces corren vigorosos en los meses de las estaciones de primavera y verano. Ofreciendo al visitante la posibilidad de contemplar una amalgama de colores y texturas única en el mundo natural.
Y cuya sola visión sirvió de inspiración para que el artista Bruce Munro (del que ya os he hablado en alguna ocasión por aquí). Se volvería a inspirar para diseñar y realizar una de sus mágicas intervenciones.
En las que los elementos propios del entorno natural se convierten en el contenedor sobre el que actúa, enriqueciéndolo con una narrativa, donde recurriendo a objetos de deshecho como son los CD´s. Lo reinterpreta conservando en esencia la tensión e identidad del medio natural.
En las que los elementos propios del entorno natural se convierten en el contenedor sobre el que actúa, enriqueciéndolo con una narrativa, donde recurriendo a objetos de deshecho como son los CD´s. Lo reinterpreta conservando en esencia la tensión e identidad del medio natural.
En la instalación titulada The Field of Light, que se podrá visitar hasta Abril del año que viene. Bruce alfombra una pradera. iluminando la superficie equivalente a cuatro campos de fútbol con alrededor de 50.000 balizas solares. Las que tras acumular energía en el transcurso del día, se iluminan al anochecer transformando la aridez del territorio en un vergel de luz generada de forma natural.
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