Entre las muchas y variadas propuestas que se han podido ver en la muestra, una del las más sugestiva ha sido en esta ocasión la que representaba a la delegación de Austria. Cuyo maximo aliciente se encontraba en su perimetro exterior.
Ocupando una superficie de 550 cuadrados, lo que más destaca de Breathe Austria es su diseño es una masa boscosa que se comporta como un pulmon natural, dando como resultado unos índices de bienestar cuyos efectos beneficiosos para el edificio que acoge.
Breathe Austria supone una experiencia donde los sentidos se nutre del valor paisajístico y los beneficios de la vegetación, como elemento bioarquitectonico que actúa estructuralmente y cismáticamente sobre el edificio
Logra crear un micro clima cuyos baremos, como son una temperatura y humedad constante, permiten prescindir de equipamientos externos como la calefacción o el el exigente aire acondicionado. Reduciendo su consumo energético practicamente a cero. Suponiendo su presencia una actuación que repercute en la producción de oxigeno.
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