Cuando los artistas y paisajistas Ackroyd y Harvey, dieron a conocer los resultados por los que transformaban una capilla situada en el sudeste de Londres, que antaño había sido sede de una antigua sede de una misión de la iglesia.
Las reacciones que se produjeron en 2.003 cuando se inauguro, fueron de lo mas polarizadas y reaccionarias. Siendo en la actualidad este bello edificio que hubiera sido pasto del abandono y la degradación. Convertido en un lugar de atracción turística visitado por miles de turistas, que no salen de su asombro cuando contemplan sus paredes revestidas de césped. Que como un manto cubren la totalidad de sus paredes, además del techo abovedado y el suelo, logrando un efecto embriagador que actúa sobre una arquitectura centenaria dándole un aspecto propio de un decorado teatral.
Dilston Grove es el resultado de la aplicación de arcilla, en la que germinan semillas de pasto, gracias al agua y luz natural que se proyecta en su interior. Marcando el límite entre el crecimiento y la decadencia