Las fotocomposiciones del artista Kevin Conrado del que ya hemos comentado su trabajo por AQUI en alguna ocasión, nos seduce por su capacidad para convertir el cuerpo humano en una extensión del paisaje.
En una de sus ultimas series titulada Transfer, crea la percepción de que sumerge la mano en el mar o la introduce en un cúmulos formados por nubes blancas. Mimetizando parte del brazo con el mismo color homogeneamente repartido, que caracteriza el paisaje.
Las fotografías que juegan con la ilusión óptica, por la que el cerebro humano codifica los colores debido a la influencia de la luz. Transfer reflexiona sobre los memes que hemos adquirido a través de nuestras experiencias cotidianas, y de como lo replicamos sin cuestionarlos.
El planteamiento comenzó como una idea lúdica de que el océano es un mar gigante de pintura azul en lugar de agua. La idea de un mar azul está muy arraigada en nuestras mentes, aunque en la mayoría de los casos, el agua no es realmente azul.
En las tres piezas, una mano se cubre de pintura al tocar un paisaje de ese color en su totalidad, el proyecto habla de nuestra intensa conexión entre los paisajes comunes y los colores que se les asignan.
Posiblemente algo que nos inculcaron durante nuestros días de primaria. El proyecto también aborda su papel como artista y qué color selecciona para sus paisajes, aunque su herramienta de elección sea una cámara.