En los cuadros del pintor polaco Jacek Yerka, hay laberintos, presas que se desbordan, ciudades que vuelan, objetos que se transforman al entrar en contacto con la naturaleza, recreaciones rurales.
O una constante que consiste en que de forma muy introduce referencias a evocaciones de su infancia en el pueblo donde creció. Un lugar que tu como espaciador casi percibes como un lugar casi magico.
Un lugar donde Jacek, todavía y siempre que el tiempo lo permite, coloca su caballete debajo del manzano donde jugaba y pinta lienzos. Durante largas jornadas mientras convierte el paisaje que le rodea en algo suyo, aplicando técnicas y lápices de grafito, a los que añade pinturas pastel, aunque también puede recurrir en ocasiones a soluciones acrílicas y al óleo.
Cuadros muy coloristas, en los que combina elementos surrealistas y figurativos. Constituyendo el sustrato onirico a través del que analiza la realidad con la rodea, haciendo una aproximación lo más lúdica posible de la misma.
Jacek Yerka es conocido por haber colaborado con la mítica formación de The Beatles aportando sus trabajos para el montaje de animación titulado Strawberry Fields, editado y publicado en 1990, se trata de una de las ultimas canciones de la banda.
Influenciado por escuelas clásicas como la del Bosco, Pieter Bruegel o Jan van Eyck. La obra de Jacek se puede considerar ortodoxa en su concepción del surrealismo, donde cada pincelada es un acto que te sumerge en su particular universo. Aunque sus influencias son más cercanas en el tiempo como Cézanne o Paul Klee, uno de los máximo representantes de la escuela de diseño funcional Bauhaus.
El cual te puede ofrecer un amplio abanico de escenarios e interpretaciones. Composiciones más o menos dramáticas, en las que cada motivo y cada detalle simboliza un pasaje del sueño, recreándolo en mundos fantásticos de los que no querrías salir jamas.