El patio de una cárcel, el recreo de un colegio, el recinto de una plaza. En los murales del artista italiano tan Agostino Lacurci tan importante es el tema sobre el que desarrolla la obra, como el concepto espacial donde las ubica.
Esta relación entre el espacio y su consecución tiene que ver con el movimiento de lo que sucede en cada uno de los fragmentos que compone un todo narrativo formado por viñetas en las que cuenta una historia. Donde el trazo plano con los que están dibujados los personajes y elementos que los protagonizan.
A través de la aplicación de una escala cromática de colores lisos no muy extensa, rojo, negro, verde, naranja, casi siempre las mismas tonalidades. Criterios con los que consigue un estilo reconocible y único, con el que se ha hecho una identidad creativa muy reconocible.
Nacido en la localidad italiana de Foggia, en 1986, vive y trabaja actualmente en Berlín, previamente estudió Ilustración y Taller de Animación en la Academia de Ilustración y Grabado en la Academia de Bellas Artes, de la capital italiana. Su obra es variada, desde la ilustración hasta los murales, pasando por el grabado a la escenografía.
Las intervenciones en el espacio publico de Lacurci poseen una dimensión ludica y un sentido vibrante, en cuyas composiciones formadas por objetos realizados a partir de geometrías planas y rellenos de colores naif establecen un dialogo vernáculo con el lugar.
Como ilustrador colabora con los editores locales e internacionales, agencias de publicidad, compañías, revistas y estudios de animación. Desde 2008, ha hecho enormes murales en espacios públicos, con los que ha conseguido participar en múltiples encuentros y certámenes.