El lenguaje arquitectónico refleja el deseo de crear un proyecto que los diálogos con los aspectos tecnológicos de los nuevos recursos energéticos con el foco puestos en las cuestiones relativas a la calidad del medio ambiente y ahorro de energía. Ese es el principio del que parte el diseño del plan de movilidad presentado por el estudio de diseño y arquitectura Ghini Associati Srl Sin para la ciudad italiana de Bolonia.
Con una longitud de alrededor de cinco mil metros la red de monorail seria una infraestructura que uniría dos terminales estrategicas en cuanto a la movilidad colectiva de viajeros, el aeropuerto situado en las afueras que absorbe las llegadas nacionales e internacionales de la ciudad y la estación de ferrocarril ubicada en el centro encargada de regular de transito desde las localidades de la periferia, creando un eje que vertebra el conjunto de los tranportes que compone el servicio publico que presta servicio en el área de Bolonia.
El proyecto surge como una oportunidad para crear un cinturón medio ambiental con paneles fotovoltaicos y zonas verdes, su diseño y forma permite la instalación de paneles fotovoltaicos en el lado suroeste, maximizando así el rendimiento energético, mientras que los paneles de cristal del lado norte a modo de balaustradas crean la sensacion transparencia y la ligereza. La arquitectura de todo el proyecto tiene en cuenta y da prioridad a la necesidad de la eficiencia energética, el impacto ambiental mínimo, y el confort de viaje y de calidad.
El material utilizado para las estaciones - de acero perforado - deja pasar la luz y hace que el espacio sea más luminoso, además contribuye el ahorro en costes de iluminación. Al mismo tiempo la vegetación es protagonista a lo largo de todo el recorrido, jardines verticales se pueden crear en los cerramientos de las estaciones, que garantizan un aislamiento natural extraordinario, la protección contra los elementos y filtrado de contaminantes en el aire. La integración de la vegetación sienta las bases para el bienestar dentro de las estaciones: la superficie no se calienta en exceso y mejora el micro clima, la refrigeración del interior en el verano y la retención de calor en el invierno.
El trayecto que conecta las estaciones está soportada por una serie de pilares que soportan el monorail y las paradas individuales, los pilares marcan una ruta que se funde con el paisaje entre la estación de tren y el aeropuerto. Emulando la ruta que conecta el santuario de San Luca a la ciudad, la línea toma una forma que evoca famosos pórticos de Bolonia, la actualización de su apariencia y el concepto de apoyo, pero sin olvidar la arquitectura tradicional de la ciudad, para las diferentes alturas y tamaños de los muelles, la sección de arquitectura es uniforme hasta una altura de 7 metros, momento en el que se amplía e incorpora la pasarela, en otros casos, con alturas de hasta 25 metros.