Diferentes investigaciones están centradas en estudiar las implicaciones de una área cerebral conocida como la amigdala cerebral y su relación con el comportamiento y el grado de compromiso social de las personas tanto en términos individuales como colectivos.
Una de estas investigaciones es la que ha realizado un equipo perteneciente y Hospital General de Massachusetts y la Escuela de Medicina de Harvard en Estados Unidos dirigidos por la profesora de psicología Lisa Feldman Barrett, en la que se ha tratado de discernir hasta que punto el tamaño de la amigdala cerebral influye en la capacidad de las personas para tejer redes sociales complejas.
Tras someter a un grupo de voluntarios a una prueba conocida imágenes de resonancia magnética cerebral, es es un procedimiento clínico y de investigación que consiste en introducir al paciente en maquina que escanea o mapea las funciones cerebrales lo que permite mostrar en imágenes las regiones cerebrales que ejecutan una tarea determinada.
Finalizada esta prueba a los participantes se les facilito un cuestionario que debieron cumplimentar con el propósito de evaluar de medir la cantidad de contactos sociales así como medir el nivel de participación en redes sociales, los resultados determinaron que el tamaño de la amigdala cerebral se corresponde con el grado de actividad social y de participación en redes sociales.
Aunque el estudio carece en principio de aplicaciones terapéuticas, si plantea algunas incógnitas interesantes que se puede formular en la siguientes preguntas ¿Poseer una amígdala de mayor tamaño confiere el tener mayor numero de contactos sociales? o ¿Enriquecer un circulo de amistades con nuevas incorporaciones propicia un desarrollo de la?. Según la psicóloga Barrett estas cuestiones no se pueden determinar con los conocimientos actuales, siendo necesarios periodos de estudios mas largos en los que estudiar otros factores que intervienen en la conducta social.