A lo largo del día cuatro células fotovoltaicas producen 720W de electricidad que se almacena en unas baterías conectadas a un circuito eléctrico que la distribuye entre jardines compuesto por multitud de tipos de flores, pero no son las flores tradiciones que germinan de la tierra y que su condición efímera las hace perecer marchitandose con el transcurrir de los días.
Diseñado por O*GE Studio de arquitectura especializado en realizar intervenciones urbanísticas desarrolladas a partir de principios sostenibles en colaboración con InteractiveGallery, han pretendido crear un espacio donde la armonía se combine con una atmósfera saludable que ofrezca al visitante un lugar diferente donde mediante una experiencia unica protagonizada por la luz y el ritmo de la música compuesta por los autores Ravid Hang (GB) y Andy Isler (CH), participen interactuando con un entorno que pese a ser artificial pretende crear conciencia ecológica.