En la larga sucesión de eventos trágicos acaecidos en un conflicto étnico-religioso y geografico que ya dura demasiadas decadas, y cuyas principales y nefastas consecuencias han sufrido principalmente los miembros de la población civil. Una ciudadanía que tras una sucesión de años.
En cuyo transcurso parecía que se recuperaba en alguna medida la calma suficiente, como para poder garantizar cierto grado de prosperidad. Contempla ahora como en el momento más inesperado ese débil y precario hilillo presidido por una paz muy custionada. Que aunque tensa y pese a todos y casi innumerables episodios que se han sufrido tanto en la comunidad judía como de forma mas acusada en los territorios donde residen la población palestina.
Conatos de violencia activa que han producido un constante goteo de victimas, como de violencia de baja intensidad que han sufrido todos aquellos ciudadanos que residían en las proximidades del llamado "muro de la verguenza". Que finalmente se impuso en un paisaje humano que tan sólo aspira a vivir en paz.
Y que constatan incrédulos y llenos de estupor como ese período de precaria convivencia se ha dinamitado con nocturnidad y alevosia. Declarándose una guerra en la que la practica totalidad de las víctimas pertenecen a aquellos colectivos más vulnerables y por lo tanto más desprotegidos frente a cualquier de violencia, como son los niños y las personas mayores.
Que aunque siempre han vivido instalados en una situación estresante caracterizada por la incertidumbre y la desconfianza hacia el que se considera diferente y ajeno, percibiendose su presencia como un acto de intrusismo que había que evitar. Si habían de alguna forma "normalizar" sus vidas al menos en el terreno de lo cotidiano. Crónica de una muerte anunciada que desde NQ se ha seguido a lo largo de los últimos años.
Haciéndonos eco de algunos proyectos que realizados desde diferentes ámbitos creativos, nos han hecho partícipes de la diversidad de realidades que se viven en ambas comunidades. Propuestas que abarcan una variedad de contextos que tanto desde una perspectiva negativa como positiva afectaba a los miembros de ambas comunidades.
Empezaremos por el proyecto del artista Mohamed Abusal que en 2012 se desplazaba a una estación de servicio de la franja, en cuyo exterior instalaba una marquesina que anunciaba la parada de una estación de metro por supuesto ficticia. Titulada Metro in Gaza 2012 y de la que podéis ver una muestra AQUI publicada en NQ en 2014. Tuvo una continuación titulada Shambar 2013.
Ambas realizadas aplicando un enfoque similar y que forman parte de una misma narrativa visual y conceptual. Instalaciones, diseños y fotografías, cuyas propuestas fueron elaboradas bajo una ambientación que discurre entre lo distopico, el urbanismo creativo y el deseo de un futuro donde concretar proyectos sobre el terreno que aborden la realidad de una Gaza asediada, que sin embargo sueña con lograr un mínimo desarrollo.
En 2015 publicábamos el fruto de un viaje realizado por el mediático Banksy a la franja de Gaza, un recorrido in-situ sobre el terreno que le permitió ser testigo de los devastadores efectos de la última campaña militar llevada a cabo por efectivos del ejercito israeli un año antes en diferentes localidades autónomas palestina.
Y que supuso un duro golpe para decenas de familias palestinas que tuvieron que huir precipitadamente de sus hogares, dejando en muchos casos todas sus pertenencias. Además de las decenas de víctimas y de los cuantiosos daños materiales que se valoraron en decenas de millones de dolares.
El artista urbano fue testigo de los daños morales sufridos por el conjunto de sus ciudadanos. Impresiones que reflejo en una serie de intervenciones que podéis ver AQUI, y que se completaron ya de regreso en su estudio, con el montaje de un corto documental titulado Palestina Graffiti Free. Que filmado de forma furtiva registraba algunos de los lugares donde el horror de la guerra convivia con actos más cotidianos que desprendían humanidad.
Realizado años despues de impartir un cursillo en Israel, el trabajo titulado Holy Land es fruto de la colaboración del celebre director de fotografía Josep Koudeika y uno de sus alumnos. Que tras invitarle a pasar unos días en su casa se embarcan en un proyecto multimedia, en cuyo transcurso realizan un retrato de lo que se conoce como el "Muro de la verguenza".
Una herida de hormigón construida a lo largo mas de una década por las autoridades israilis. Y que a día de hoy sólo ha servido para aislar a los ciudadanos de las dos comunidades que mayoritariamente ocupan los territorios de Israel y Palestina, alterando aún más si cabe su frágil convivencia.
Un muro de varios metros altura coranado con alambre de espino, cuya opacidad y grosor no solamente no impide que se tenue la violencia y represión en la que viven el conjunto de ciudadanos a la que afecta. Sino que acentúa las diferencias a ambos lados de la verja. El trabajo de un alto contenido emocional supuso cinco años de arduo trabajo que podéis recuperar desde AQUI.
En cuarto y último lugar invitaros a visitar el trabajo que bajo el título de Points of View realizó la artista Zohar Kfir por encargo de la organización no gubernamental BTSELEM, que se dedica prioritariamente a defender y denunciar la violacion de los derechos humanos.
Que sufre de forma cotidiana y administrativa los ciudadanos que viven en los territorios ocupados. Haciendo una labor a través de la que documenta en imágenes el conflicto haciendo especial énfasis en el impacto social que tiene sobre la poblacion en su entorno domestico.
Publicado en NQ en 2014 se trata de un mapa interactivo que todavía está vigente y que podréis consultar a través del siguiente enlace AQUI. Se trata de una experiencia que te permite localizar el lugar concreto en el que se ha producido el incidente y la denuncia. Pudiendo poner nombres y apellidos a un drama que en su ultima version se ha dilatado durante ya demasiado tiempo causando demasiado dolor a unas víctimas que en su inmensa mayoría son inocentes.