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Como un pequeño remolque cambio la vida de una fotógrafa en una aventura


Los problemas que pueden surgir en el momento de plantearse iniciar un vida como nómada, en la mayoría de las ocasiones están relacionados con solventar los pequeños imprevistos de índole domestico, y que no dejan de formar parte del periodo normal de adaptación a un medio en constante transito.

Por lo que en condiciones normales y si se cuentan con unos conocimientos basixos y unos medios materiales suficientes con los que afrontar los desafíos,  que en esta nueva etapa de tu vida tendrás que abordar. Lo habitual es que estos imprevistos se puedan solucionar sin sufrir grandes trastornos y realizando al final de cada jornada un balance positivo y lo suficientemente satisfactorio.

Con los que estas pequeñas incidencias al final acabaran formando parte de una rutina y de un relato plagado de anécdotas, con las que en un futuro amenizar veladas rodeado por la gente que te quiere y enriquece como individuo. Pero hay veces que debido a la embergadura de los acontecimientos estos te pueden desbordar provocando que desistas de continuar con tu sueño de vivir una vida nómada.

Primeros pasos: robo y siniestro de "The Phoenix"
 
O por el contrario puede resultar que esa experiencia en principio traumática y de efecto disuasorio torne su signo y te acabe fortaleciendo, convirtiéndose en un puntal que actué como un principio y una determinación en tu viaje. A este  segundo grupo pertenece la fotógrafa Mandy Lea que tras completar su periodo de formación académica y trabajar durante diez años en una tienda de venta de material fotográfico en el estado de Colorado.

Decide cambiar diametralmente su estilo de vida sedentaria, y lanzarse a la aventura optando por seguir su instinto cumpliendo de esta forma con sus deseos de vivir de forma independiente y en constante contacto con su otra gran pasión la naturaleza. Por lo que adquiere un viejo remolque y lo transforma en una Tiny Teardrop Trailer a la que bautiza como The Phoenix.

Un espacio que se convierte en su hogar y lugar de trabajo, pero que al poco de iniciar su singladura se convierte en el objeto de deseo de uno desaprensivos que se la sustraen, hecho que no hubiera supuesto un gran contratiempo sino fuera por el lamentable estado que presentaba. Tras haber sido hallada gracias a la respuesta viral de un llamamiento solidario que emitió la propia Mandy para poder localizarla y recuperarla.

La renovada "The Phoenix" un reflejo de los viajes de Mandy


Y que a pesar de presentar un estado lamentable tras recuperar los pocos objetos que se podían reutilizar, decide ponerse manos a la obra y restaurarla aplicando unos criterios decorativos, cuyos resultados estético obedecen a los recuerdos en forma de souvenirs y fotografías fundamentalmente que Mandy ha ido recogiendo en sus sesiones fotográficas, trabajos en los que la naturaleza y los paisajes estan siempre omnipresentes.

Y con los que su autora ha conseguido crear una atmósfera acogedora, en las que las limitaciones de espacio lejos de representar un handicap han supuesto un desafió, aplicando soluciones de almacenamiento modulares que facilitan la gestión de las escasas pertenencias con las que se pueden contar. Y un mobiliario fabricado de forma artesanal donde la madera es predominante tanto en el interior como en muchos aspectos de la carrocería exterior.


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La Tiny Teardrop House es algo mas que el espacio en el que una fotógrafa de espíritu nómada y amante de la naturaleza desarrolla su vida cotidiana. Simbolizando un proceso de superación frente a las adversidades que supone cambiar el rumbo  de su vida.